𝙻𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎𝚜 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Pruébeme✳

La alarma sonó y Hermione gruñó, dándose la vuelta para apagarla.

Había sido una larga noche con un sueño irritantemente escaso.

Hacía semanas que la bruja no dormía más de tres horas por noche y a estas alturas la falta de sueño mostraba sus consecuencias.

Su piel se volvió más pálida, las ojeras aumentaron y su humor se ensombreció.

Sin embargo, Hermione se levantó de la cama.

Después de una larga ducha fría, se vistió rápidamente y se dirigió al Gran Comedor.

Necesitaba un café, ahora, o le cortaría la cabeza a alguien sólo por respirar en voz alta... jeje, estoy bastante segura de que esto iluminaría mi estado de ánimo se rió.

Justo en ese momento se topó con alguien, alguien que olía a acondicionador de pelo usado en exceso... Draco.

¡Gracias universo por esta oportunidad!

"¡Granger! Mira por dónde vas!" Escupió y cruzó los brazos sobre el pecho, en un intento de parecer intimidante.

Intimidante mi trasero, ¿qué se cree él que es, Snape? Se rió para sí misma.

"Buenos días a ti también, Malfoy", sonrió amargamente.

Ahora que la guerra había terminado, Draco había conseguido ascender en la jerarquía del colegio. Era algo así como el líder de una pandilla, a la que todo el colegio temía.

Bueno todos menos la "nueva Hermione".

"Todavía estoy esperando las disculpas, sangre de sucia". Le gruñó

"Tsk tsk tsk, pensé que ya habíamos tenido esa conversación, ¿no es así, Malfoy?". Ella se acercó más a él, sus ojos se clavaron en los suyos. "Y recuerdo que no te gustó el giro que tomó", sonrió."¿Cómo está ese hombro tuyo?" Preguntó inocentemente.