𝙻𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎𝚜 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Bendecido✳

"¡Victoria! ¡No vas a ir a esa estúpida fiesta! Y menos con ese imbécil de Potter!" La voz de Nathan retumbó en los aposentos de Snape en las mazmorras de Hogwarts.

"¡No puedes detenerme, Nathan!" Le gritó su hermana menor.

"¿Quieres apostar?" La voz de barítono de Nathan resonó. "¡Papá!" Gritó "Victoria va a una fiesta. En la Mansión Potter!"

"¡Idiota!" Le lanzó una almohada a su hermano.

Nathan, al ser el mayor y único hijo de Hermione y Severus era muy sobreprotector con sus hermanas, realmente se parecía a su padre en muchas cosas, la sobreprotección era una de ellas.

Momentos después de que Nathan llamara a gritos a su padre, Severus apareció en la puerta, con una niña en brazos.

"¿A qué vienen esos gritos? Has despertado a Eileen". Apartó un rizo negro de la cara del bebé, antes de centrar su atención en sus hijos mayores. "¿Qué llevas puesto?" Su mirada se posó en su hija de 16 años, Victoria.

"¿Un vestido?" Respondió ella con descaro.

"Permíteme parafrasear la pregunta, ¿por qué llevas un vestido? ¿Nunca te pones vestidos?" Severus sentía verdadera curiosidad.

"Va a una cita. A una fiesta para ser exactos. Con ese imbécil, Potter". Gruñó Nathan, sonando igual que su padre.

"¡No es una cita!" Victoria resopló "Y es sólo una pequeña fiesta en la Mansión Potter, sus padres estarán supervisando de todos modos, así que no hay necesidad de preocuparse. Estaré en casa a las 10, lo prometo". Ella le puso a su padre ojos de cachorro

"No lo creo, jovencita". ¿Una cita con el hijo de Potter? Creo que no. reflexionó.

"¡Pero papá!" se quejó la hermosa bruja.

Justo cuando Severus iba a decir algo Hermione entró en la habitación balanceando a un niño pequeño en su cadera.

"¿Me he perdido algo?" Preguntó mirando de su marido a su hija.

"No mucho, cariño. Sólo que tu hija mayor está saliendo con el engendro Potter, nada más". Comentó con sarcasmo.

"¿Están saliendo? Oh cariño, ¡eso es maravilloso!" Sonrió a su hija antes de reírse y guiñarle un ojo "¿Besa bien?"

"¡MAMÁ!" Victoria enterró la cara entre las manos avergonzada.

"¡Eso es todo menos maravilloso! No va a ir a esa fiesta/cita o como sea que se llame eso hoy en día!" Afirmó Snape, con determinación en su voz.