𝙻𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎𝚜 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Ritmo Cardíaco Constante✳

Hermione

Me desperté en una cama suave y cálida cubierta con sábanas de seda.

Tardé un rato hasta que mis ojos se adaptaron a la tenue luz de unas cuantas velas, que estaban encendidas alrededor de la habitación, dándole un toque cálido, pero en cuanto lo hicieron, pude ver al alto mago oscuro apoyando la cabeza en el colchón.

No podía ver su rostro pero no había duda de que era Severus, vigilándome. Aproveché la oportunidad de que estuviera profundamente dormido para mirarlo más de cerca.

Parecía más delgado que la última vez que lo vi y su piel también estaba más pálida. Su pelo estaba desordenado y sus mejillas estaban... ¿tensas por las lágrimas?

¿Había estado llorando?

Levanté lentamente la mano y pasé los dedos por su pelo, antes de dedicar mi atención a secar cuidadosamente sus lágrimas. Me temblaban un poco las manos, pero supongo que eso está bien teniendo en cuenta las circunstancias por las que he pasado estos días.

Seguí acariciando su piel hasta que se removió bajo mi mano y sus ojos se abrieron de golpe.

En cuanto me vio despierto, se levantó de un salto. Le sonreí, lo que esperaba que fuera una sonrisa tranquilizadora y tomé su mano entre las mías.

"Gr-gracias" grazné antes de agarrarme la garganta por el dolor.

Severus lo vio y comprendió de inmediato, entregándome un vaso de agua con pajita.

"¿Cómo te sientes?" Preguntó generalmente preocupado.

Me señalé la cabeza, indicándole que usara legeremancia, para no tener que croar cada palabra.

Entendió y entró en mi mente..

"Estoy bien, Severus. No te preocupes, no es nada grave" traté de asegurarle pero según su expresión facial no funcionó demasiado bien.

"¿Nada grave? ¡Casi te mueres! ¿Cómo puedes decir que no es nada grave? ¿Sabes cuántas transfusiones tuve que hacerte? Estabas deshidratada, te faltaba sangre y te estabas muriendo de hambre! Por no hablar de los innumerables huesos rotos y otras heridas... Hermione, estaba muy preocupadi por ti... pensé que no volvería a ver tu cara, a escuchar tu voz..."

Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro y se apartó para que no las viera.

"Mírame. Severus, por favor, mírame"le ordené. Se dio la vuelta y se sentó en el borde de la cama.Tomé su gran mano en mi pequeña y temblorosa mano.

"Estoy bien. Estoy bien y viva y eso es gracias a ti. Tú..."

"¡Te fallé!" Exclamó "te sacó de mi cama, mientras yo estaba acostado a tu lado... Merlín lo siento mucho Hermione yo.."

"Deja eso" lo callé "No hiciste nada malo. Lestrange se habría llevado mi de todos modos... no había nada que pudieras hacer" razoné "Si no fuera por ti ya estaría muerta". Distraídamente apreté más su mano, él pareció notar mi angustia "¿qué te hizo?" Su voz era suave con un matiz de tristeza.

"Unas cuantas cosas imperdonables y un hechizo que vilipendia todos tus recuerdos y miedos incómodos... aparte de eso y de la parte de la inanición..."

Me encogí de hombros dando lo mejor de mí para que pareciera que no estaba tan mal.

"¿Te... te tocó?", preguntó en voz baja.

Dirigí mi mirada al techo y tomé un largo respiro antes de hablar

"Lo intentó. En mi primera noche entró y bueno... ya sabes pero le di una buena patada, no tuvo mucha motivación después de eso". Le dediqué una media sonrisa en su dirección "deberías volver a dormir ahora. Pareces agotado". Le di unas palmaditas en la cama de al lado.

Se inclinó y me dio un beso cariñoso en la frente "eres la única persona que conozco que pasó por una tortura y estuvo a punto de morir, que se preocupa por el agotamiento de otra persona. Eres realmente algo especial bruja"

Cuando se tumbó y me rodeó la cintura con los brazos, me acerqué más y coloqué mi cabeza en su pecho. El sonido de sus constantes latidos era lo más hermoso que mis oídos habían escuchado.

Agradecí a Dios y a Merlín por Severus y por el milagro de seguir viva y en sus brazos antes de quedarme dormida...