𝙻𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎𝚜 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Cosquilleo✳

Hermione

Me desperté con la garganta seca y todos los músculos de mi cuerpo tensos. Todavía estaba oscuro y no podía ver bien mi entorno, pero supongo que estaba en el ala del hospital.

Lentamente intenté sentarme con la espalda recta, pero me estremecí ante el dolor que me recorría cada miembro y desistí. Al instante sentí una mano en mi brazo y me estremecí.

"Shh, soy yo, Severus". Me arrulló mientras me ayudaba a sentarme.

"Necesito agua" grazné

Accio un vaso con una cuchara y lo llenó de agua.

Intenté agarrar el vaso pero me dolía solo levantar los brazos además de que me temblaban incontrolablemente. Dejé escapar un resoplido de fastidio antes de volver a inclinarme hacia atrás.

"Tienes un montón de fracturas óseas, tienen que curarse del todo antes de que puedas volver a usarlos correctamente". Explicó. "Abre la boca", exigió suavemente y yo hice lo que me dijo.

Me sirvió agua con una cuchara.

"Gracias", asintió y dejó el vaso a un lado.

"Ahora creo que me debes una explicación" dijo y pude sentir la decepción que irradiaba de él.

"Ahora no, por favor" susurré y una lágrima solitaria se abrió paso por mi mejilla.

"Lo siento. Sé que estás enfadado conmigo y no te culpo por ello... tienes todo el derecho a estar enfadado, pero no podía dejar que te involucraras".

Suspiró profundamente "¿No lo entiendes, bruja? ¡Ya estoy involucrado! ¡Ellos te torturaron! ¡No sólo una vez y te amenazaron! ¡Esos son mortífagos, Hermione! No puedes luchar contra ellos sola!"