𝙻𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎𝚜 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Recuerdos✳

Severus

La mente de Hermione empezó a dar vueltas y pronto me encontré en lo que supuse que era el salón de los Granger.

Había una niña pequeña con el pelo alborotado de pie frente a sus padres. Debía de tener unos nueve años y su mirada estaba anunciada al suelo debajo de ella y sus hombros estaban caídos, obviamente estaba molesta.

"Lo siento, mamá", murmuró con lágrimas que amenazaban con caer de sus hermosos ojos de cierva.

"¡No quiero escuchar tus estúpidas tonterías! ¡Se suponía que tenías que ayudar a William con sus deberes! ¿Y qué hiciste? Nada. No eres más que un inútil que tropieza bajo mis pies!"

Escupió la mujer frente a ella.

"Pero realmente lo intenté, es sólo que no tuve suficiente tiempo... Tenía que limpiar la casa, hacer la cena y hacer mis propios deberes, ¿cómo iba a hacer también los de William?" Razonó la niña.

"¡Escucha, mocosa desagradecida, no te he pedido tus tontas excusas! Tu hermano se esfuerza mucho, no quiero que tenga que hacer los deberes... ¡es tu obligación! Así que sube. ¡Tienes una larga noche por delante! Y no lo estropees!" Gritó la señora Granger mientras la pequeña Hermione subía a toda prisa a su habitación.

La pobre chica pasó la mitad de la noche ocupada con la redacción para su hermano menor. Terminó a primera hora de la mañana y se dejó caer en su cama, enterrando la cara en la almohada.

"¿Qué hago mal? ¿Por qué no me quieren, como quieren a William?". Lloró a lágrima viva y finalmente se quedó dormida.

El paisaje se volvió borroso antes de cambiar.

Parecía ser el primer año de Hermione en Hogwarts y actualmente la brujita caminaba por los pasillos hacia su sala común de Gryffindor. De repente, un grupo de chicos de Slyterin, liderados por Draco, se interpuso en su camino.

"Vaya, vaya, si esa es la niña Granger. ¿Qué haces aquí sola?" Preguntó con voz burlona.

"No es asunto tuyo, Malfoy". Intentó apartarse pero ellos se movieron con ella "sería muy amable de su parte apartarse de mi camino" intentó de nuevo, manteniéndose cortés.

"¿O qué? ¿Qué va a hacer una sangre sucia como tú? No eres bienvenida aquí. Este no es lugar para gente como tú". Se acercó más a ella "aquí nadie te quiere ni te gusta, aunque dudo que a nadie le pueda gustar alguien tan miserable como tú".

Se burló, sin mostrar que la ofendía, pero podía sentir el dolor recorriendo su cuerpo "Mira, es nuestro primer año, no lo compliquemos más de lo que ya es...". ¿Qué tal si tú sigues tu camino y yo el mío y hacemos como si no hubieras tratado de insultarme?" Afirmó con calma.

"No lo creo" Draco rió empujando a la joven Gryffindor al suelo y arrebatándole el bolso, vaciándolo delante de ella .

En un abrir y cerrar de ojos Hermione estaba de nuevo en pie y con la varita desenfundada. Lanzó unos cuantos maleficios a los brabucones, pero éstos los bloquearon con éxito, lanzándole ahora maleficios a ella.

Granger se las arregló para pasar por encima de todos ellos antes de gritar "Expelliarmus" y desarmarlos.

Aprovechó el nuevo embrollo ganado para recoger sus cosas y correr hacia la torre Gryffindor. En cuanto entró en su habitación se tiró en la cama y sollozó en silencio.

De nuevo todo se volvió borroso y apareció un nuevo escenario.

Este lo reconocía. Era el día en que Draco  hechizo a Hermione con unos dientes de castor.

Me vi a mí mismo mirándola con mi fría mirada diciéndole que no veía ninguna diferencia en su aspecto.

Ahora que estaba en sus recuerdos podía sentir el dolor que le causaba. Pensamientos como "soy fea", "no valgo nada", "no soy digna de ser amada" daban vueltas en su cabeza. Y tuve que evitar gritar en su mente que no lo decía en serio.

Otro escenario apareció y esta vez fue en la Mansión Malfoy. Bellatrix se cernía sobre Hermione cortando letras en la pálida carne de la joven. Podía sus gritos para que Bella se detuviera asegurándole que "ellos" no robaban nada pero Bella estaba furiosa y no estaba dispuesta a detener la tortura.

Lo último que vi en esta escena fue la palabra mudblood cortada en su brazo. Siguieron escenas de ella y sus padres gritando o insultando. Y yo no podía hacer otra cosa que ver cómo el dolor se extendía dentro de ella.

Cuando llegó una escena en la que Hermione y un joven discutían, utilizó lo último que le quedaba de energía para obligar a su mente a apagarse.

"No, muñeca, eso no es divertido cuando te detienes antes de que hayamos terminado" se rió Lestrange.

"¡Vete a la mierda, Lestrange! No vas a conseguir nada de mí!" Ella gruñó "así que te sugiero que me liberes inmediatamente si no quieres tener una muerte dolorosa en este agujero del infierno".

"Eso no es muy agradable, ¿verdad?" Se alzó sobre ella sonriendo "esta es una bonita mansión a las afueras de Hogsmead, la gente mataría por conseguir un lugar así" exclamó orgulloso.

Una mansión a las afueras de Hogwarts, hmm interesante mis pensamientos captaron.

"Dime dónde está Will y te dejaré ir". Sugirió despreocupadamente.

Hermione le hizo un gesto al hombre para que se acercara como si quisiera contarle un secreto y cuando su oreja estuvo lo suficientemente cerca la mordió con mucha fuerza, dejando que la sangre fluyera libremente.

"Maldita perra" gruñó Lestrange agarrándose la oreja herida

"Crucio" gritó y al instante el cuerpo de Hermione sufrió un espasmo y dejó escapar un grito de dolor.

"A ver cuánto tiempo aguantas con esa actitud, sangre sucia" le espetó antes de salir de la habitación y cerrar la puerta con llave.

¡Hermione, aguanta! Voy a por ti. Sólo aguanta un poco más. Te lo suplico.

No estoy segura de aguantar mucho más Severus. Todo duele...

Después de eso perdí la conexión...