𝙻𝚒́𝚖𝚒𝚝𝚎𝚜 [𝚂𝚎𝚟𝚖𝚒𝚘𝚗𝚎]

Legeremancia✳

Habían pasado tres días desde la desaparición de Hermione y Snape estaba hecho un lío desde entonces.

Primero pensó que Hermione se había ido porque se había pasado de la raya con el incidente del baño pero después de descubrir que la bruja había desaparecido sin su varita no había duda de que había sido secuestrada.

El maestro de pociones no tuvo que pensar mucho en quién podría haber sido el que dañó a la bruja... ese tal LeStrange debió capturarla mientras dormía.

Snape gruñó, ¿cómo es posible que haya pasado sus guardias? ¿Pasar por encima de él, tumbado al lado de la exhausta bruja?

Ya había intentado varios hechizos de rastreo pero ninguno de ellos parecía funcionar con Hermione. El mago de pelo negro estaba cada vez más preocupado por el bienestar de la todavía frágil bruja.

Si hubiera invadido su mente y buscado respuestas por sí mismo, ¡no habría llegado tan lejos! Por qué no le había hablado de ese tal LeStrange y sus objetivos... De repente, Snape dejó de pasearse, con una nueva idea dando vueltas en su cabeza.

¡Legeremens! gritó en su mente imaginando al valiente Griffendor en su mente.

Hermione

Han pasado tres días o algo así, mi piel estaba rozada por los rayos del sol.  Lestrange había estado haciendo visitas desde entonces asegurándose de que me sintiera lo más miserable posible.

Sin embargo, no se atrevía a acercarse, el hombre probablemente tenía miedo de que le arrancara la cabeza... No es por alentarme, pero lo estaba haciendo mejor de lo que pensaba, dadas las circunstancias...

Mi cuerpo fue rápido en la adopción de la falta de alimentos y el calor. Lo único que mi cuerpo realmente anhelaba era el agua. No recordaba la última vez que había bebido algo y tenía que admitir que estar deshidratado no era nada divertido.

Justo cuando mis ojos estaban a punto de cerrarse de nuevo por el dolor de mis pulmones (supongo que sí que me había contagiado en este maldito agujero de tierra) sentí que alguien invadía mi mente. En cuestión de segundos volví a blindar mi mente, sin dejar que el intruso vislumbrara mis recuerdos.

¿Había dominado Lestrange el arte de legeremancia?

Lo dudo mucho... razonaba consigo misma

Hermione, ¿puedes oírme?

¿Severus?

¡Gracias a Merlín! Bruja, ¿dónde estás?¿Estás bien? ¿Esa escoria te ha hecho daño? Hermione yo...

Severus ¿podrías dejar de divagar?

La cabeza ya me da vueltas no puedo concentrarme no he tomado una gota de agua en días.... mi cerebro parece encogerse ante la falta de líquido... Por lo demás estoy bien supongo, debilitado pero bien.

¡Cielos, Hermione! ¡Voy a matar a ese bastardo! ¿Sabes dónde te tiene?

No lo sé, sinceramente. Estoy en un lugar como las mazmorras, no hay ventanas ni otras fuentes de luz en general...

La puerta se abrió y un Lestrange malévolamente sonriente entró.

"Bueno, ¿has entrado en razón? ¿Estás dispuesta a decirme dónde está William?"

"Vete a la mierda" la voz de la joven bruja estaba impregnada de veneno.

Snape que seguía dentro de la mente de Hermione podía escuchar su conversación e incluso ver al chico a través de sus ojos.

"Muy mal... Bueno en realidad no es tan malo en absoluto, simplemente significa que puedo torturarte un poco más". El secuestrador de Hermione sonrió.

"Ya deberías saber que soy capaz de aguantar mucho sin frenar. No tengo intención de decirte nada, no importa lo que me hagas". Afirmó con frialdad.

"Ya lo sé, muñeca. Por eso esta vez va a ser diferente". Se acercó "el dolor no será físico... tortura mental a tus servicios". Sonrió ante su autosuficiencia.

"Maldito lunático" siseó Hermione en voz baja antes de que Lestrange alzara su deseo a su sien y murmurara un hechizo, haciendo que diferentes imágenes de su pasado inundaran su mente...