𝟏𝟓.

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– Akira... ¿Estas mejor? –

El rostro de Akira ahora se encontraba lleno de parches y tiritas, sobre todo en la nariz, mentón y labio, aquellos chicos no tuvieron compasión con ella, y eso me hacia sufrir más que a cualquier persona cercana a ella

– Gracias –

– Akira, no puedes seguir así, díselo a tus padres, ve a la policía, ellos te ayudarán a parar esto –

La chica de cabello negro negó de forma suave, sus ojos reflejaban tristeza y confusión, su piel estaba pálida y sus labios habían perdido el color rojizo que normalmente tenían, sus ojeras producidas por el insomnio se notaban aun más que hace unos días, su cuerpo temblaba, se veía tan delgada y tan frágil como un jarrón de cristal a punto de caer al suelo y romperse... Su estado físico y psicológico había cambiado en los últimos días, y sin duda ha ido a peor.

– Iria... ¿Por qué te pones tanta ropa en clase? ¿Estas bien? Se que esto te afecta a ti también, no solamente a mi –

Mi mirada al instante bajo, llevaba días sin pensar en mi estado también, me había fijado y concentrado tanto en que Akira pudiera estar bien que maltrate todo mi cuerpo y alimentación.

– Estoy bien~, es enserio, solo hace frio en clase y los calefactores están rotos –

– Se te da tan mal mentir~, quítate la ropa, ya –

– ¿Q-que?... No estoy mintiendo, e-enserio estoy bien –

La chica de ojos azules me miró, su rostro se veía enfadado y atemorizante aun teniendo las vendas y tiritas, yo no supe como reaccionar y seguí negándome a quitar mi ropa frente a ella.

– Si no lo haces tu lo hare yo, y créeme que no te gustara idiota –

– Ni se te ocurra hacerlo Akira, no lo hagas –

– Tarde –

Akira de inmediato se echo arriba de mi, sus piernas estaban de rodillas entre mi cintura, en un movimiento rápido pudo poner mis manos juntas y arriba de mi cabeza como si fuera a hacer algo más que simplemente ver aquellas marcas en mi cuerpo.

Segundos después de intentar zafarme de su agarre observe sus ojos, eran como dos pequeñas gemas de color azul intenso, sus dos ojos estaban clavados en los míos, hacia tiempo que no nos tomábamos el tiempo de observarnos y estar en ese silencio acogedor que tanto nos gustaba.

La chica de cabello negro comenzó a acercarse a mi, llevábamos siendo pareja dos semanas, y hace aproximadamente cinco días que no nos tomábamos tiempo de relajarnos y besarnos, extrañaba sus manos en mis mejillas y sus labios besando los míos, los extrañaba a ambos, pero ella seguramente los extrañaría más.

Una vez que se acerco a mi rostro comenzó a besarme, aquello me hizo sonreír, mis mejillas comenzaban a arder, mis piernas temblaban y mi respiración se acortaba, mis pupilas se dilataron y cuando creía estar en el paraíso de nuevo, ella bajo sus manos hasta mi sudadera para quitarla, se aparto de mi y seguido desabrocho mi pantalón para quitarlo, no duro muchos segundos buscando las marcas de las tijera y de el cuter, y cuando las encontró no puedo evitar acercarse a mi y pegarme en la cara.

Su mano aun era fuerte, y más cuando recibí aquella torta en mi mejilla izquierda, se sentía horrible, pero lo merecía, me lo merecía por descuidarme tanto y no decirle sobre mi estado actual.

– ¿Cuándo te hiciste los cortes?... Iria, ¿Por qué no me dijiste nada?, simplemente mírate, has bajado de peso y encima esto... ¿Por qué? –

𓄹 𝘴𝘱𝘳𝘪𝘯𝘨 𝘥𝘢𝘺 !! ✿    ||    Momoe sawaki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora