capitulo 18

102 3 0
                                    

Salí del baño un poco aterrado por todo lo que pasó en el baño y más sobre que Black es como mi amigo fantasma. Sin duda sentía tanto miedo, vergüenza por lo que hago y todas esas emociones que estaban juntas no me dejaban tranquilo.
Escuché bien que Black menciono que me fuera de aquí, sin pensarlo tanto decidí irme. Pero algo que seguía pensando era ¿Está en mi mente ahora? O ¿Me mira de otro punto de vista? Todo me tenía tan confuso que mejor apresure el camino hasta llegar a dónde estaba mis cosas.

-oye -me asustó tras oír la voz de Fátima.

-¿Eh? -giro mi cuerpo

-tranquilo soy yo -me mire confusa.

-perdón -hable nervioso tomando mis cosas mientras sudor caía de mi frente.

-¿Que paso? Ya no me dijiste nada. -toma mi hombro.

-ah.. b-bueno... Paso algo y debí irme. -hable mirando el monitor de la computadora donde miraba mi reflejo haciendo que me entrara miedo.

-¿Está todo bien? ¿Por qué estás tan raro? Déjame ayudarte. Si es necesario les digo..

-no -la interrumpo. -tu debes quedarte aqui hasta que.....  -miro de nuevo la pantalla que pude ver cómo el rostro de Black se reflejaba en el con su sonrisa llena de frialdad.

-¡Ah! -grito asustado dando un paso atrás cayendo al piso agitado. -¡Dios! -exclamo asustado.

-¿Que paso?! -se asusta

-debo... Debo irme -me pongo de pie.

-¿Por favor Elías dime qué pasa? -oigo a Fátima que estaba asustada.

-e-escucha -la miro -algo malo está pasando, debes irte de aquí. ¿Entiendes?

-¿A qué te refieres? -pregunta confusa abriendo sus ojos.

-algo.. algo malo está por pasar y debes irte. Estoy algo asustado cuando esté mejor te llamaré -la tomo de sus hombros.

-vale...

-no digas nada ¿Entiendes? ¡Nada!

Tras eso tome todo y comencé a caminar demasiado rápido tras el elevador. Una vez que entre recargue mi cuerpo y cerré mis ojos unos minutos agarrando energía. No sabía cómo sincronizar mis movimientos hasta lo más básico me costaba trabajo hacer.
Al salir del elevador ví la puerta y sin más corrí tan rápido que sentía mi corazón latir tan rápido pensando que se detendría.
Salí del edificio y sin mirar corrí tan rápido como si algo me estuviera persiguiendo sin mirar a mi al rededor solo sentía mi sudor caer de mi cara, mis piernas temblaban al mismo tiempo mi corazón latía tanto que el aire comenzaba a ser difícil de tomar.

-¡Dios! -exclamo dejando de correr quedando en un parque que estaba la estación de autobuses.

Busque una banca para poder agarrar aire. Al sentarme comencé a tomar aire tan pronto que mi corazón se comenzó a tranquilizar miraba a las personas que pasaban normal, lo sé puestos de comida todo estaba en orden como si nada pasara. Mire el piso mientras el ruido de la cuidad oía y mi respiración que se iba calmando decidí tapar mi cara con las manos para tomar fuerzas.

-¿Esto es real? -me pregunto mirando mis manos. -¿Que fue todo eso?

Cuando mi cuerpo estaba en su estado normal y sentir que ya podía controlar mis emociones decidí tomar fuerzas para poder hablar con Black, pero.. ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Gritar al cielo? Olvídalo eso es una idiotez.
Mire un segundo la parada de autobuses y mejor quise irme a casa, una vez que todo esté mejor llamarle a Fátima y decirle todo bien.
Me levanté del lugar para tomar el camión y poder relajarme pensando como diablos voy a procesar todo lo que mis ojos vieron.

Por fin llegué a mi colonia, el camino fue tranquilo nada fuera de lo "normal" pero aún sentía como si algo me siguiera. Esa sensación me hacía mirar a todos lados si ver nada incluso cuando pase por un parque hermoso de mi casa no había nadie, uno que otro auto y la plaza que estaba enfrente cruzando la avenida estaba tranquila.

-B-Black -hable un poco incómodo.

No recibí nada de su parte, eso me puso a pensar si realmente el estaba aquí o solo me estaba viviendo loco.

-¡Black! -alzo la voz mirando a mi al rededor. -¡Vamos contesta! -instinto
de nuevo.

-si dime -oigo su voz haciendo que diera un brinco del susto

-¿Do-donde estás? -miro a mi al rededor.

-aqui arriba.

Miro mientras fruncía el ceño tras su respuesta, pero lo que más me sorprendió fue verlo en un árbol que estaba a metros de mi colgado de una rama.

-¿Q-que...? Baja -le contesto nervioso.

-jeje -tras su risa bajo del árbol que me sorprendió ver cómo aterrizaba con facilidad contando que eran varios metros.

-¿Que hacías en el árbol? -pregunto dando un paso atrás.

-supongo que estaba mirando el lugar, cuando me hablaste aparecí aquí. -me contesta con una leve sonrisa en su rostro.

-ah.. a bueno -digo nervioso.

-bueno, ¿Para que me hablaste? ¿Necesitas algo?

-te hablé por qué quería saber.. ¿Cómo puedo hablarte sin parecer loco gritando al cielo. Y otra, lo que necesito es que dejes de asustarme.

-JEJEJE -suelta su risa -puedes hablarme tras tu mente, solo concéntrate y sera fácil con el tiempo. La otra, tu te asustas de todo, pareces un pequeño niño debes ser más frío.

-bueno pondré en práctica lo de la mante. -camino de nuevo a mi casa -y otra cosa, cuando un Fantasma aparece de la nada no es fácil tragarse eso.

-bueno te irás acostumbrado. ¿Algo más? -cruza sus manos caminando a mi lado.

-eso mismo quiero. No pretendo gritar a cada rato cuando te aparezcas en cada espejo que miro.

-eso lo hago por qué quiero que sepas que estoy cuidándote. Igual si oyes ruidos o algo "sobre natural" tranquilo por qué es la forma de darte una señal que estoy a tu lado -me toma de mi hombro.

-hump -sonrió leve -me da gusto que tenga a un fantasma especial -me tranquilizó mejor cruzando la avenida.

-claro, tienes suerte que este yo.

-si, que soberbia tuya.

-jeje eso es lo que me conforma, pero contigo puedo ser más suave.

-claro, no quiero verte como amenaza.

-bueno, ¿Que más ocupas?

-¿La gente te ve ahora mismo? -pregunto casi por llegar a casa.

-claro que si, como dije, soy un fantasma más suave. Después de todo lo que dure en tu cuerpo te tengo cierto cariño, como una amistad que se forma desde dentro hasta afuera.

-valla -contesto más tranquilo -sabes, tenerte es algo de lo que agradezco.

-asi es, querido Elías -me responde sonriendo. - Bueno si no tienes nada más que decir es hora de irme.

-bien -llego a casa mirando la ventana. -solo quédate cerca.

-por supuesto, si necesitas algo llámame.

-oye, ¿Que harás? ¿A dónde irás?

-elias no te preocupes, tengo la capacidad de ser como humano, puedo estar en cualquier parte del mundo. Tu no te preocupes por mi.

-bueno si me preocupas somos uno mismo. Si necesitas algo tu ven.

-claro -contesta mirándome con su sonrisa -ahora ve a descansar.

-gracias.

Una vez dicho eso camine hasta mi casa antes de entrar mire de nuevo pero Black ya no estaba eso me puso a pensar que el realmente estaría a mi lado pero ¿Por cuánto tiempo más..?

Hermanos amadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora