Capitulo 3

563 16 0
                                    

Narra Elisa
Me encontraba haciendo mis cosas algo apurada pues mi hermano no tardaría en llegar y quiero atenderlo. En eso escuche mi teléfono sonar al ver el número era Jacob dah... Jacob era un chico que le estaba gustando ni recuerdo de de donde lo conocí, no le conteste seguí con mis cosas para una vez más escuchar el teléfono que era el.
-bueno -dije de mala gana.
-hola Elisa -contesta Jacob feliz.
-dime -conteste fría.
-bueno.. Hace rato que quiero verte ¿puedo ir a tu casa?
-y como, ¿por qué? -conteste mirando la ventana a ver si llegaba mi hermano.
-vamos déjame verte, en serio.
-no Jacob, mi hermano va a venir y...
-y ¿tu hermano que tiene que ver?
-mucho.. Quiero estar con el.
-¿y conmigo no?
-estas en lo correcto.
-¿por qué eres así? -suena triste.
-ay viene mi hermano, debo irme.
-pero.. -cuelgo.
Sin más corrí a la puerta tan rápido que incluso le gane a Elías en abrir la puerta. Cuando abrí Elías estaba por poner la llave lo mire a sus bellos ojos que tanto me enamoran esa sonrisa perfecta que se le formó al verme que sin más me abalancé hacia a él rodeando mis brazos en su cuello oliendo su espectacular aroma mientras sus manos pasaban a mi cintura haciendo que me pusiera nerviosa a tal grado que no quería separar mi cuerpo del suyo.
-hola cariño -digo rompiendo el silencio perfecto dejando mi cabeza sobre su cuello que olía increíble.
-hola bebe -contesta besando mi cuello.
-¿cómo te fue?
-mejor que nunca, cansado y deseoso de verte mi hermanita.
Subí mi cabeza unos segundo para ver sus ojos que brillaban como el sol sentía mi corazón latir tan rápido, y esas manos suaves se me tensaron que lo tome de su cuello de la camisa de Elías y arrugue un poco controlando mis emociones para no caer en la locura.
-¿sucede algo pequeña? -pregunta algo seductor.
-no se por qué.. Pero me pones tan nerviosa. -dije sin soltar la mirada.
-es algo que amo hacer -pasa su mano por mi mejilla tan lentamente que era una tortura increíble -y quiero hacer más cosas que se prohíbe hacer.
-hablas.... -no pude hablar de los nervios.
-si así es, nadie debe enterarse de lo nuestro. Cuando me besaste quede afectado, no puedo pensar en nadie.. -acomoda mi camisa de cuello -que no seas tú.
Después de sus palabras que tanto anhelaba oír sus manos pasaron a mis pechos dándome una excitación y placer increíble, sin más Elías me cargo en sus brazos dándome un beso profundo en mis labios que al juntar los míos con los suyos fue como una explosión de placer y sentimientos que salía de ambos mis manos estaban temblando y no sabia que hacer, lo tome de su pelo al mismo tiempo escuche la puerta cerrarse y sentir como mi cuerpo caía en el sofá quedando Elías encima de mi continuando el beso que era más y más profundo, a tal grado que no podía creer que esto estuviera pasando,es decir, por fin pude tener a mi hermano como en mis sueños más profundos. Mis besos eran tan rápidos que era una delicia como me tocaba, sus manos bajaban por todo mi cuerpo subiendo lentamente, mis manos las deje en su cuello para bajarlas a su espalda acariciando lo suavemente dándome una tranquilidad y excitación increíble.
-amo besarte -menciona, a lo que me ruborice tanto que mis ojos no aguantaron su mirada y baje unos segundos.
-pensé que jamás esto pasaría.
-¿a que te refieres?
-que.. -subo mi mirada -que también tú estás enamorado de mi.
-lo estoy, este tiempo que has estado más cerca de mí me has echo entender que nadie me amara más que tú, y sé que jamás me aras daño.
-nunca te haré daño -dije poniendo mis delicadas manos en su mejilla -yo quiero estar contigo.
-también yo Elisa.
-Elías.. -mi voz se pone débil y mimada.
-Elisa -contesta acercando sus labios a los míos.
-yo... -mojo mis labios.
-dime flaquita.
-por favor.. Quiero que seamos más que hermanos.
-¿quieres intentarlo? -pregunta poniendo sus manos en mi mejilla.
-si -lo miro a sus bellos ojos -quiero ser esa persona que esté a tu lado toda la vida.
-que mejor que seas tú, mi pequeña Elisa.
-mi pequeño Elías te amo.
-yo te amo más.
-debemos tener en cuanta varias cosas si queremos que esto funcione -mencione pasando mis manos por su cuello.
-tienes razón, pero lo que quiero es estar contigo.
-también yo.
Cuando nuestros labios empezaron a juntarse y esa respiración rápida brotaba en nosotros, todo se rompió y ese momento de azúcar y flores desapareció cuando tocaron el timbre lo único que pensé fue ¡mis padres! Ambos nos vimos a los ojos asustados y confundidos Elías se levanto rápido del sofá separándose de mis manos que lo tenían tomado de su cuello, mis ojos postraron una tristeza pero enojo a la vez.
-mis padres -dije asustada levantándome y tomándolo de su cuello.
-calma ven vamos. -me tranquiliza tomando mi cintura. -abre amor
-Aww que lindo me dijiste.
-bebe -suelta la risa ruborizado.
Camine a él seductora moviendo mis caderas a lo que logre teniendo toda la atención de Elías, toque su nariz para después besar sus labios. Camine a la puerta tomando su mano segura de mí misma al abrirla mis ojos se abrieron tanto que pensé que me desmayaría era Jacob, ¿cómo se le ocurre venir cuando le dije que no? Mire a Elías que tenía una cara seria y fría mirándolo estaba metida en un lío grande ¿ahora qué hago? Estaba tan nerviosa que no supe otra cosa que apretar la mano de mi hermano tan fuerte señalando que no me soltara.

Hermanos amadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora