Capitulo 15

228 6 3
                                    

Podía oír los pájaros cantar sintiendo esa brisa helada entrar por la ventana los rayos del sol empezando a salir, escuchar las respiraciones de Elias en mi cuello su mano suave y cálida tocar un de mis senos, hacían de esta mañana única.
Mis ojos se enfocaron en Elias que dormía tranquilamente pero era verdad debía trabajar.
-mi amor -beso su pelo -es hora debes trabajar.
-que.. -habla dormido -no quiero -baja su mano que estaba en mi seno a mi panza acariciando la.
-Aww mi vida. Debes ir ándale.
-ok.. -abre sus ojos con sueño -¿me puedes abrir la regadera?
-claro que sí mi amor -bese sus labios -que rica noche tuvimos.
-si, lo haces muy rico. Quiero volver a hacerlo.
-también yo cuando llegues te daré una sorpresa -hable en tono sensual mordiendo su pómulo para así ir al baño.
Al salir del baño vi a Elias que le daba un beso con amor a Elena que estaba dormida se veía tan hermosa, tan pequeña, frágil, mi bebe. Camine hasta el abrazándolo por atrás pasando mis manos a su pecho recargando mi cabeza en su hombro.
-se ve tan hermosa cuando duerme -hable feliz mirando como dormía tranquila.
-si tenemos una hija tan hermosa -habla Elias con su sonrisa -gracias mi amor
-¿por qué mi amor?
-por darme una familia - tras ese comentario sus brazos rodearon mi cuerpo dándome un abrazo profundo. -no quiero perderte -hablo con voz débil
-mi amor ¿por qué lloras? -hable asustada abrazándolo también
-no.. -controla las lágrimas -fue horrible ese sueño -habla soltando el llanto.
-¿qué sueño amor? -pregunte desesperada aferrándome a él mientras sentía su desesperación más profunda.
-odio ese sueño.. Yo. -aprieta sus dientes -te amo tanto y a mi hija, aunque allá sido un sueño fue tan real que nunca pensé despertar. -si era más calmada desahogada por cada palabra que decía.
-no tienes que decirme el sueño amor -dije intentado no llorar a su lado.
-no quiero que te vallas jamás de mi lado
-no mi amor -siento mi voz frágil -jamás te voy a abandonar.
No sé cuánto tiempo estuvimos así abrazos pero fue el tiempo suficiente para que a Elias se le hiciera tarde a su trabajo.
-amor bebes irte -hable dándole un beso en su mejilla para después pasar a sus labios que sabían a sal por las lágrimas que salían de el.
-si amor, llegaré pronto.
-¿a la misma hora? -pregunté mirándolo secando sus lágrimas.
-si amor -habla más relajado. -a las cuatro estaré aquí.
-ok amor cuídate por favor.
-si mi amor -pega su frente en la mía -te amo mucho.
-también yo te amo mi amor y siempre estaremos juntos -hable dándole todas mis fuerzas besando sus labios con todo mi amor.
Después de eso tomo sus cosas y salió del cuarto, claro que lo acompañe dejando a mi bebe dormida.
-mama debió irse ya -hablo Elias mirando a todos lados. Era obvio siempre madruga.
-me siento inútil -dije bajando la mirada tomando fuerte el brazo de Elias.
-¿por qué amor? -pregunta Elias.
-todos trabajan y yo aquí -señaló la casa -...sin traer nada de dinero
-mírame amor -toma mi barbilla -no eres inútil, has echo tanto por la familia. El echo que no trabajes no te hace menos.
-pero yo..
-escúchame - tomo sus hombros acariciando la -déjame a mí darte la vida que jamás pude tener. Démosle esa vida hermosa a nuestra bebe, por eso trabajo para poder tener esa vida que siempre hemos anhelado.
-¿por qué tengo un hombre tan perfecto?, lindo que siempre me da ánimos y no importa qué tan mimada sea o cursi siempre estás para mí. -tras mi comentario lo abrace tan fuerte besando sus lindos labios sabor a fresas por la mañana.
-tienes el mejor hombre por ser la mujer más buena del mundo, ahora debo ir a trabajar mi niña mimada -toca mi mejilla para así salir a la puerta.
-te amo
-también te amo
-no desayunaste! -hable fuerte pues Elias estaba lejos de mi.
-tranquila desayuno acá! -habla feliz
-cuidado amor te amo! -repito una vez más.
-también te amo!
Tras eso cerré la puerta lista paga comenzar a limpiar este desorden.
Empecé a preparar el desayuno para mi bebe, cuando escuche su linda voz.
-¡mami!
Deje de hacer lo que estaba haciendo y subí corriendo ya rápido incluso di un salto que me brinque tres escalones valla no pensé que fuera tanto.
-¡hija! -hable asustada entrando de golpe al cuarto.
Pero que demonios jure que escuche la voz de mi hija, aun estaba dormida tranquila en la cama, ¿soy yo o me estoy volviendo loca? Decidí despertarla para cuidarla mejor.
-hija -susurre moviendo su delicado cuerpo sin despertarla.
-no -forcejea poco.
-pero hija.. -me sorprendo por su comentario.
-¿mami? -abre sus ojitos -mamita buenos días -abre sus manos para recibirme.
-hola mi amor -dije abrazándola sintiendo su delicado cuerpo dándole mi calor.
-¿y papito? -habla mirando a todos lados.
-está en su trabajo pero llegará al rato -mencionó poniéndole sus pantuflas pues hacia mucho frío a pesar que el sol estaba en su momento.
-quiero verlo -habla con tono mimado -quiero a mi papi
-hija el llegara al rato. -hable tomando su manita caminando con ella hasta la sala.
-pero.. Podemos ir a verlo un rato -menciona mirándome con esos ojos tan brillantes
-bueno.. -suspiro
-mami ándale
-está bien amor pero vamos a desayunar -dije sonriendo.
-si por eso te amo
-Aww también yo a ti hija.
Narra Elias
Llegue corriendo a la empresa con preocupación de que me regresaran, abrí la puerta y estaba la secretaria como siempre.
-hola Elias -saluda amable
-buenos días -dije apurado poniéndome el saco que hacía frío.
-¿tarde verdad? -pregunta con su sonrisa coqueta mirándome con esos lentes que la hacían ver muy hermosa.
-si la verdad es que me comí el tiempo.
-valla -se levanta de su escritorio caminando a mi -pues me gustaría comerte -hablo en tono seductor queriendo acomodar mi corbata.
-por qué no te jodes -hable molesto dejándola parada caminando a mi piso donde debía estar escuchando su voz chillona
-¡un día Elias serás mío!
-pudrete -dije mirándola.
Por fin llegue a mi escritor viendo la mayoría de asientos vacíos algo raro siempre está lleno de trabajadores.
-Elias
Escuche la voz de Fátima mi mejor amiga que siempre sabía todo de mí era la única que sabía mi relación con Elisa siempre me apoya.
-Fátima -susurre -¿qué pasa?
-es el jefe -habla mirando el piso de arriba.
-¿qué pasa con el?
-está despidiendo a muchos por eso los lugares vacíos.
-¿por qué?
-parece que no les sirve
-y crees que yo. -hable nervioso sabiendo que estos días he llegado tarde.
-no se -toma mi brazo -tranquilo nene estaremos bien los dos
-te quiero mucho
-y yo a ti Elias -hablo feliz tocando mi mano -ahora vamos a trabajar.
-si.
Comencé a trabajar lo más rápido que podía cuando se escucho el elevador que alguien salía de ay, tragué saliva súper nervioso, es decir, el jefe de esta empresa jamás se a dejado ver nadie puede estrecharle la mano solos sub jefes o los administrativos. Pero uno como nosotros jamás.
Mis ojos miraron aquel hombre de traje negro que sostenía una hoja blanca en su mano tras eso salió uno más mirándonos a todos.
-buenos días -hablo uno de ellos.
Todos guardamos silencio dejando de hacer lo que estamos haciendo para prestar atención, yo tenía una hoja en mi mano que empecé a doblar hasta verla arrugada pues comenzaba a pelear dentro de mi.
-no.. -hablo silencioso -déjame.. -peleo con mi otro ser que quería salir sin darme cuanta el motivo.
-estamos aquí para informar que el jefe quitara este piso ya que se ara para los administrares el trabajo es mucho así que cada uno de ustedes será trasladado a otro piso otros no.
-Dios no -hablo Fátima asustada para así mirarme -Elias que..
No pudo acabar pues vio cómo Black iba apoderarse más de mí hasta que no pude más.
-grr.. Gruño dando un suspiro por fin saliendo -valla se ve que aún no me aceptas que solo quiero ayudarte -hable mirando un espejo viendo el rostro de Elias. -mm jeje -río fríamente -este es el día que todo cambiara gracias a mi.
-¿Elias estás bien? -escuche la voz de Fátima.
-si jeje -cierro mis ojos -está bien, solo que hoy cambiará su vida.
-¿de que hablas? -toma mi mano preocupada.
-ya veras.

Hermanos amadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora