capitulo 21

67 3 4
                                    

La tarde se iba demasiado rápido pero disfrutaba cada momento a lado de mi familia, verlos feliz, sentir las mano pequeñas de mi hija, mi amada mujer a mi otro lado esto me hacía sentir tan vivo que no los cambiaré por nada.

-cariño debemos irnos. -me habla Elisa abrazando mi brazo.

-si mi amor, ¿no deseas cenar?

-me encantaria.. pero....

-¿Que sucede? -la miro confuso.

-papi... -jala mi ropa. 

-dime cariño -la volteo a ver para después cargarla en mis brazos.

-tengo hambre -frota sus ojos -y también tengo sueño.

-si mi niña -le doy un besito en su cabello. -vamos a darte tu cena para que vallas a dormir.

-Gracias papi -frota sus ojos.

-¿Que pasa bebé? -tomo la mano de Elisa.

-quería esperar a mamá...

-de acuerdo -le sonrió. -vamos para que nuestra hija duerma.

Más tarde.

Al llegar a casa nuestra tía seguía en su trabajo por lo que aproveche en darle de cenar a Elena para que durmiera cómoda.

-ire a bañar a la nena -carga Elisa a la niña.

-si mi amor, yo espero aquí. -les doy un beso a cada una. -las amo.

-y nosotras a ti papi -me contesta Elena con su voz suave y chillona.

Me senté un momento cerrando mis ojos, mi mente comenzaba a imaginar mejores cosas pero aún me tenía dudas sobre black ¿quién es realmente? ¿Por que me eligió a mi? ¿Sers bueno como dice? Miles preguntas me llegaban a mi cabeza.

-elias... -oigo un susurro haciendo que mis ojos se abrieran de golpe.

-¿¡que?! -exclamo asustado.

-¿¡cariño estas bien?! -me pregunta Elisa desde el baño.

-eh... -¡si mi amor!-respondi caminando hasta la puerta.

Salí de la habitación mirando al rededor caminando por el pasillo hasta llegar a la sala, solo para ver que no había nada. Daba vueltas lentamente pero no pude encontrar nada.

-B-¿black? -pregunte nervioso. -black, ¿eres tú? -repito caminando hasta el estudio viendo todo en silencio.

-hola Elias -oigo su voz con suavidad oyendo sus pisadas lentamente.

-¿dónde estas? -giro a todos lados.

-aqui mismo -me responde.

-no te veo. -dije algo asustado.

-vamos, no dejes que las emociones te abruman. Siempre he estado contigo.

-puedes.... puedes manifestarte. -dije tragando saliva.

-oh querido Elias, a veces es necesario que me mires con la mente.

-no ha sido un buen día, se más gentil.

-vale, sigue mirando.

-¿dónde? -pregunte nervioso sin saber dónde mirar.

-más cerca -me responde con voz calmada.

-¿sigo?

-mas Elias.

Mis ojos seguían mirando al compás de la voz de black, solo podía sentir mi corazón latir hasta que pude ver una silueta de el que se reflejaba detrás de un vidrio pero era muy opaco y apenas miraba su silueta, haciendo que mis pensamientos me abrumaran si en realidad black estaría a mi lado para hacerme el mal o en realidad para ayudarme a lo que sea que quiera.

Hermanos amadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora