Hermanos amados

capitulo 28

-amor... detente un segundo... -oigo la voz de Elisa.

-espera.. -digo mirando el camino que estaba lleno de autos para mi maldita suerte

-¡detente ahora por favor! -exclama asustada.

No tuve opción haciendo caso a su petición, me estacione a un lado dejando pasar los autos para después mirar a Elisa que tapaba sus ojos comenzando a llorar.

-mamita no llores... -la calida voz de Elena la calmo un segundo, mientras se pasaba adelante para abrazarla.

-no te preocupes mi amor, todo estará bien -agrega Elisa limpiando sus lagrimas.

No tenía fuerza para hablar, muchos menos expresar lo que acababa de pasar. Todo fue tan rápido que aún oigo su voz en mi. Mis ojos miraban la cuidad sin saber a dónde demonios ir, estaba aterrado, no me quedaba nada más que Elisa y Elena. Black pronto se irá de mi vida y sin el pude a ver sido peor, o quizá pude a ver muerto. Miles de cosas pasaban por mi mente, sentía mis manos temblorosas y en corazón al borde de salir de mi pecho, todo esto debía ser una pesadilla, gritaba dentro de mi que todo acabara o por lo menos chasquear los dedos y estar en un lugar a salvo.
Abrace fuerte a Elisa y Elena mientras ella me abrazaba llorando desconsolada. Buscaba la manera de calmarla o Elena comenzaría a llorar.

-calma cariño, se que esto es difícil pero debemos ser fuertes. -hable dándole besos en su cabeza.

-¿por que... ¿por que nunca podemos ser felices?... -me pregunta en lagrimas.

-no digas eso, claro que podemos. Esto no debe afectarnos. Mira a tu alrededor. -la tomo de su rostro.

-tenemos lo que necesitamos para ser felices, elena está bien, tu estás bien y yo. -calmo más sus lágrimas.

El silencio se hizo presente mientras las miradas chocaban hasta por fin oír una pequeña risa leve de Elena haciendo que la miraramos para después soltar la risa. Por alguna extraña razón no pude encontrar la respuesta a eso, pero supongo que quería decir que estaba todo bien. Abrace fuerte a Elena y Elisa dándoles besos por todas partes hasta ver la lluvia caer hundiéndonos en ella.

-bueno debemos buscar donde dormir -agrega Elisa abrazando a Elena.

-si -acaricio el cabello de mi pequeña. -conozco un hotel por la cuidad, podemos estar allá.

-debemos salir de la cuidad. -agrega Elisa.

-por ahora no, estoy cansado. -parpadeo mirando la cuidad -busquemos un lugar para descansar.

Comence a conducir por la cuidad mientras la lluvia se hacía más presente, por fortuna encontré un lugar donde no pudiera encontrarnos mamá. Elisa comenzaba a quedarse dormida y Elena quedó dormida en sus brazos, verlas ambas me hizo saber que no importa las consecuencias yo estaré para ellas en todo momento.
Al llegar al hotel senti más tranquilidad. Elena preparó a la niña para dormir mientras yo me quedaba sentado pensando en que pararía todo. Comence a sentir mi cuerpo adolorido por los golpes a lo que comence a pasar mi mano suave por las heridas.

-dejame ayudarte amor -oigo la voz cálida de Elisa.

-te agradezco. -respondi dando un suspiro de calma.

-a ti -siento sus labios cálidos por mi espalda y sus brazos enrollarme pegándome a ella.

-¿por que? -giro la cabeza para poder mirarla.

-por lo valiente que fuiste. -me responde metiendo sus manos debajo de mi camisa.

-solo hice mi trabajo, no iba permitir que les pasara algo. -la mire por el espejo como me envolvía con sus brazos cálidos.

-lo sé. Estoy tan agradecida de tener esta vida a tu lado. Nunca eh pensado que vida tuviera sin ti.

-una sin tanto dolor..... -respondi en tono bajo.

-¿qué amor? -me mira  confusa.

-nada mi amor -la miro con una sonrisa.

-parece ser que la nena ya se durmió.

-si. -giro mi cabeza mirando como dormía tranquila.  -fue tan valiente, supongo que estaba acostumbrada a ver este tipo de cosas.

-pessaba ayudarte, tuve miedo de pensar en que le hubiera echo.

-pero no pasó. -muevo mi cuerpo acostandolo arriba de Elisa.

-amo sentir tu calor. -pasa sus manos por mi espalda haciendo un cosquilleo en mi.

-yo amo sentirte. -beso su cuello perfumado tomando la sábana.

-tenemos toda la noche, quiero darte tu premio.

-lo tomaré mi amor -respondi quitandome la ropa.

-tomame cariño -me comienza a besar el abdomen dejando su saliva en mi.

-¿me dejaras sentirte dentro por primera vez? -le pregunto mirándola a sus ojos pasando suave mi mano por su cabello.

-si te portas bien, quizá te deje -me sonríe dando un beso en mi nariz.

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El tiempo pasó así como cerre mis ojos, los abri de golpe tras oír el reloj que colgaba debajo de la chimenea. Lo mire un instante dándome cuenta que eran las 8 p.m. una sábana cubría parte de mi cuerpo y la fogata se mantenía prendida. Me levanté un segundo dando un bostezo largo.

-que sueño tan extraño -balbuseo sin saber nada.

Me levante estirando mi cuerpo dándome cuenta que mi hermana estaba en el otro sofá tapada dormida. La mire unos segundos camiando hasta ella, coloque mi mano sobre su cabello acariciando suave. Una sensación extraña recorrió mi corazón como un sentimiento tan inexplicable que no pude explicar.
Tan delicada, tan frágil, sus hermosas mejillas y su cabello largo me hacían sentir brotar mi amor por ella. Acerque lentamente mis labios buscando su mejilla hasta dejar un beso cálido en ella, fue cuando pude ver como una visión extraña, difícil de explicar. Al abrir mis ojos alejandome de ella, mi mirada choco con la de ella que me miraba fijamente. Sus ojos brillantes y esos labios carnosos rosados al igual que sus mejillas dejando sus manos en mi pecho y la mía en su cabello.

-te vez tan lindo de cerca. -oigo su calida voz.

-lo mismo digo, sobre todo tus ojos. -respondo en un sollozo.

-¿ibas a besarme? -suelta una risa delicada -¿aun sabiendo que eres mi hermano?

-te di un beso cálido en la mejilla. Eres mi hermana y no significa que mis sentimientos por ti afecten en algo.

-pense que me besarias -me responde ruborizada.

-lo hice y puedo hacerlo las veces que desees. -respondi mostrando una sonrisa.

-¿qué tal uno más? -coloca sus cálidas manos en mi cuello.

-por supuesto -respondi acercándo mis labios a ella.