Capitulo 12

238 5 0
                                    

Miraba a mi alrededor viendo donde estaba, lo más importante, ¿que hacía aquí? ¿Aguas? ¿Chocolate? ¿Comida para niños? Mire entre todo lo que la está mujer tenía y valla que sorpresa.
-¿vagicilina eh? -pregunté mirando el empaque
-¿qué pasa cariño? ¿Le pusiste queso extra al taco? -hable mirándola con mis ojos de fríos mostrando mi sonrisa maligna hablando con voz fría y sin alma.
-¿disculpa? -habla la mujer apenada mirando a un lado que estaba más gente mirándonos
-no discúlpame -recargo mis manos sobre mesa mirando a la cajera -no tiene etiqueta -señaló el empaque para posterior gritar haciendo que mi voz se escuchara por toda la tienda -¡revisar antes vagicilina! Repito vagicilina! ¡Tenemos una clienta con champiñones en las trompas de falopio!, ¡está ordenando pan y ya se le agrio! -¡Inhalo -dense prisa coño! ¡Debe ir hacer su ritual sexual!
Después de eso tome mis cosas que no se para que ocupare y salí del lugar sin más, pero algo pasaba comenzaba a irme! No joder! En un parpadeo sentí como me fui sin más dejando al débil de Elías de nuevo.
-ah! -toque mi cara sintiendo un mareo horrible -¿qué?... ¿Qué pasó? -pregunté para paseando varias veces.
¿Era yo? Mire a mi alrededor sabiendo que volví.
-¡amor! -oigo la voz de Elisa estirando su mano.
-papito -habla Elena corriendo a mi viéndose tan tan adorable que una sonrisa me formo en mi rostro, lo más raro es que no sé qué pasó.
-hola hija -hable dándole un beso en su mejilla.
-mami se estaba preocupando por ti.
-pues venga ya estoy bien hija.
-¿había gente? -pregunta Elisa mirándome tocando mi pelo.
-algo -dije dándole su botella de agua y su chocolate. -ten mi amor
-Aww gracias corazón.
-toma mi Reyna -le doy a Elena su botella de agua.
-gracias papito tenía sed.
Continuamos caminando hasta llegar a una plaza genial estaremos más frescos adentro cosa rara este lugar siempre es frío.
-¿que aremos amor? -habla Elisa tomándome de mi brazo.
-aún falta algunas cosas querida -dije mirando a Elena que sin duda estaba disfrutando el paseo.
-tengo miedo amor
-también yo
-no debimos hacer eso
-lo sé pero la ropa que tenía Elena estaba un desastre.
-lo sé mi amor pero..
-tranquila -la tomo fuerte de su brazo -debemos estar tranquilos.
-sí mi amor -me besa mis labios haciéndome sentir mejor.
Tome con mi mano derecha la manita de Elena viéndose hermosa, cosa que llamaba la atención, digo, una niña tan adorable y feliz mientras camina con unos chicos jóvenes sí que llamábamos la atención.
-amor la gente nos ve -habla Elisa incomoda pegando todo su cuerpo al mío.
-déjalos amor, no les hagas caso -hable cargando a Elena en mis brazos.
-te gusta la plaza mí amor -hable mirando a Elena
-si papito nunca había salido -contesta mirando a su alrededor.
Entre el camino entramos a una zapatería más quería cómprale unas botas que vi hace tiempo y este el mejor momento. Esta estaba mejor más vacía y nada de estrés.
-¿mira hija te gustan? -pregunté tomando unas botas negras 
-no papito perdón -esconde su carita en mi pecho.
-tranquila sigamos buscando
-Aww jeje que linda se vio -habla Elisa acariciando su lindo pelo.
-¿no me van a pegar? -responde Elena con miedo.
-no amor ¿por qué dices eso? -dije sorprendido
-es que.
-calma no me digas -la abrazo fuerte sin imaginar que tanto sufrió esta pequeña.
Continuamos viendo hasta que por fin vi las adecuadas.
-¿estas hija? -tome el par mostrándolas.
-si esas papito -habla más complacida.
-vamos a probarlas.
Elisa preparo las botas que sin duda eran lindas, ese color amarillo con suela café reforzado, esa calidad que tenía sin duda una grandes botas dignas para ser usadas por mi hija.
-¿te quedan bien? -pregunta Elisa feliz
-si mamita están cómodas -mueve sus pies.
-¿te gustaron hija? -pregunté acariciando su pelo.
-gracias papito me gustaron.
Salimos de la zapatería, miraba a Elena que estaba feliz con sus zapatos que le compre, bueno calzado listo sigue ropa. Valla todo mi dinero que me estaba hiendo como agua.
-amor debemos irnos -propone Elisa nerviosa
-tranquila amor aremos la última parada y listo.
-pero amor..
-tranquila quiero cómprale ropa, después nos iremos tu y yo amor pero más tranquilos.
-quiero que nuestra hija este bien vestida
-si amor ella me importa mucho.
-lo sé amor también a mí -habla Elisa mirando a Elena que jugaba en la fuente mirándose hermosa esa niña como su cabello largo y negro brillaba y esos ojos azules metálicos sin duda toda una Reyna.
-que hermosa hija tenemos -hable abrazando a Elisa dándole un beso en sus labios.
-deberíamos darle un hermanito -habla Elisa para después reírnos juntos en un beso tímido y placentero.
-sería rico hacerlo.
-amor.. -tapa su rostro en mi pecho.
-¡papi mira! -escucho la voz de Elena a lo lejos.
-que mi amor -hable mirándola
-mira
Elena estiro sus manitas mientras unas palomas se colocaban en ella algo que sin duda fue hermoso y encantador que decidí tomarle una foto.
-no te muevas amor papi te va a tomar una foto.
-si mamita.
Tome la foto en el ángulo correcto para así ver cómo se veía hermosa.
-listo hija. Vente sigamos.
-si papito.
Esto me gustaba mucho caminar por la plaza mientras mis dos grandes amores estaban a mi lado, no quería que este ja acabar pero así debe, el sol comenzaba a esconderse eso era mala señal el frío era tenso debía terminar ya o todo se iría al diablo. Revise mi reloj de mano eran las 6pm mama llega a las 10pm tengo poco tiempo.
-vamos acá amor -dije entrando a una tienda de ropa.
Al entrar estaba vacía debía darme prisa o todo mi plan fracasara.
-amos ayúdame a escoger lo más rápido para la niña debemos irnos.
-si amor ya estoy muy angustiada
-todo irá bien amor.
-bien amor mama y yo buscaremos algo para ti no te separes de mí.
-si papito estaré a tu lado siempre. -habla con su voz mimada.
-esa es mi hija.
Tome unas prendas adecuadas para su edad, seguro esto será útil. Tome tres camisas una roja, verde y azul con estampados bonitos. Camine hasta ver unos pantalones de mezclilla tome uno azul, negro y uno más desteñido de las rodillas estos se verán lindos.
-bueno amor vamos a probarte eso
-si, y ¿mamita?
-fue a buscarte algo más.
Lleve a Elena al vestidor cuando escuche la voz de Elisa.
-amor mira esto se le verá lindo.
-si amor se ven lindos -dije apurado -vístela yo me quedo aquí.
-ok amor -habla Elisa dándome un beso en mis labios para entrar con Elena.
Pasó el rato y no podía dejar de ver el maldito reloj hasta que por fin tomamos todo lo que íbamos a comprar.
-¿todo listo amor? -pregunté mirando la ropa.
-si amor ya debemos irnos es tarde
-si corre.
Tras eso cargue a Elena en mis brazos y comenzamos a correr hasta el auto.
-papi ¿por qué corremos?
-es tarde amor debemos irnos.
Al llegar al auto senté a Elena con su cinturón para después pisar o no llegaremos.
El canino era tedioso pensé que era interminable hasta que llegamos.
Algo andaba mal.
-¿amor dejaste las luces prendidas?
-no amor las apague cuando...
-¡mama! -hablamos los dos asustados mirándonos con nuestros ojos abiertos.
-no no no -decía asustado.
-amor -toma mi hombro -amor ¿que aremos? -veo a Elisa queriendo llorar.
-ok vale -respiro -esto aremos. -miro a Elena que estaba entretenida con sus juguetes. -mi amor -hable dándole un beso a Elena en su pelo.
-mande papito -me mira con sus hermosos ojos.
-te amo mucho.
-y yo a ti papito.
-te amo -hable dándole un beso cálido en sus labios.
-también te amo mi amor -habla Elisa en voz quebradiza.
-esto are. Dame la ropa de mama, entraré por la ventana tu distráela lo más que puedas, yo las veré después.
-suena peligroso pero no tenemos opción.
-lo sé amor, ahora vallan.
-ten cuidado, te amo -toma mi rostro con su voz quebradiza.
-también te amo -dije dándole un beso en sus labios.
Tome la ropa de mama para trepar a la ventana y poder hacer esto lo más rápido que pueda. Abrí la ventana lo más lento que pude para entrar sin hacer ruido, vi el baúl a unos metros de mi tome la ropa de mama recordando cómo estaba para dejarla en su lugar. Al abrir el baúl escuche la puerta abrirse mis ojos se abrieron tanto y mi corazón latía tanto que no sabía qué hacer, mi cuerpo estaba sin poder moverse.
-Elisa ¿donde estuviste?

Hermanos amadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora