capitulo 19

97 3 0
                                    

Mire a mi alrededor antes de entrar a casa y Black había desaparecido por completo, muchas dudas tenía en mi cabeza pero ahora debo estar tranquilo y pensar que decirle a Elisa sobre que me corrieron. Demonios justo cuando pensaba proponerle matrimonio para irnos a vivir por nuestra cuenta.
Cuando entre la casa estaba en completo silencio, me imaginé ya que mi tía llegaba hasta la noche, pero Elisa no sabía dónde estaba.
Busque por toda la casa pero no había nada era muy temprano la más seguro es que salieran por comida.
Me senté un momento en el sofá tomándome de mi cara teniendo enfrente la televisión, pero no quería mirar mi reflejo aún no tengo valor para serlo o mejor dicho, mirar el aterrador rostro de Black que si tan solo pudiera describirlo supiera el sentimiento que sale de mi corazón.

-esto es irreal. -hable frotando mis manos.- Es verdad debo hablarle a Fátima.

Tome el teléfono algo tembloroso buscando su contacto que incluso hasta ser eso tan básico sentía como si mi vista estuviera nublada, por el momento quiero estar solo y esperar a que mi cabeza se relaje hasta tragarme todo esto.

-¿Bueno? -oigo la voz de Fátima.

-Fátima... -toco mi pelo más tranquilo -¿Dónde estás?

-estoy en una cafetería. ¿Dónde estás tu?

-yo acabo de llegar a casa. Pero no hay nadie. Es muy temprano lo más seguro es que Elisa y la niña se salieran a pasear por qué el auto tampoco está.

-¿Estás mejor? ¿Quieres que valla a verte?

-si estoy más tranquilo, lamento preocuparte. Me gustaría que vinieras, pero Elisa...

-ohhh claro, no te preocupes niño, mejor relájate.

-parece ser que me hiciste caso.

-si, justo después de que me dijeras me fui.

-oye.. -froto mi nuca. -perdón por dejarte sin empleo.

-tranquilo mi niño, ya pensaba irme de echo tengo una entrevista en otro lugar.

-me da gusto por ti -miro la ventana sin rastro de elisa. -yo igual buscaré un empleo.

-igual puedo ver si te dan acá.

-me harías feliz niña.

-tengo que irme, más tarde te llamo.

-vale, cuídate. Oye...

-dime.

-te quiero niña boba.

- y yo te quiero a ti, niño tontito.

Cerré mis ojos un momento para calmar mi corazón que estaba un poco acelerado, aún quería llamar a Elisa para saber dónde estaba, o que estaba haciendo. Antes de eso me acosté en el sofá para ver la televisión pero con esa preocupación se saber dónde estaban mis niñas. Tome el teléfono para mirar una foto de nosotros tres: Elisa, Elena y yo cuando fuimos al parque hace poco. Una sonrisa se formó en mi rostro al verlas tan felices, mi pequeña Elena tan preciosa, y mi querido amor Elisa tan hermosa, delicada y hermosa. Ellas eran la razón por la que todo esto hago, me desgasto cada día más para darles una vida tranquila una que jamás pude tener debido a que mi tía nos cuido desde niños.

-mi amor -oigo la voz de Elisa haciendo que una sonrisa se reflejará en mi.

-hola mi amor -hable sintiendo una tranquilidad enorme.

-¿Cómo está el príncipe más guapo del mundo?

-estoy tan bien, feliz de oírte.

Hermanos amadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora