capitulo 26

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Han pasado los minutos y continuó sin poder asimilar la situación en la que me encuentro, por una parte quiero estar aquí. Pero en mi fondo de mi corazón deseo estar en mi multiverso, siento que en ese sere tan solo un fantasma, mis manos temblaban y sentía mi sudor caer por mi frente. Miraba de vez en cuando la venta y la chica trabajaba pero en momentos me saludaba a lo que yo hacía sin saber por que.

-Elias... -toma mi hombro.

-lo sé... -mantengo mi cabeza baja.

-debes elegir.

-no se que hacer.... -hable quebrado.

-derecha quedarte y conservaras parte de mi. Izquierda regresas a tu línea alternativa y seguimos.

Apreté mis puños tan fuerte que lagrimas salieron de mis ojos mientras balbuseaba palabras de dolor y arrepentimiento.
Apreté mis dientes y en un instante tome la mano de Black soltando un suspiro largo.
Mantuve mis ojos cerrados hasta que todo se quedó en blanco un momento mientras mi mano tocaba a Black y el solo sonreía hasta que en un instante todo se apagó sin saber que ocurrió....

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-¡dios! -grite abriendo los ojos sintiendo el sudor caer de mi frente. -¿qué fue eso? -pregunte limpiando mi cara.

Me quedé pensando un segundo en lo que quizá fue el sueño más extraño y real que pude sentir. La alarma de mi despertador sonó apagándola, hoy es fin de semana y no tenía trabajo así que podré descansar mejor.
Al levantarme me mire al espejo como si algo latiera dentro de mi, como una llama de fuego hablándome.
Al tomabas algunos prendas me cambié saliendo de mi cuarto para ir abajo.

-buenos días cariño. -Oigo la voz de mamá mientras me daba un beso cálido en mi frente.

-hola mamá -la recibí cálido abrazándola.

-¿descanso bien mi angelito? -pregunta mamá sirviendo la mesa.

-si, aunque tuve un extraño sueño.

-¿que paso? -pregunta mamá.

-no lo sé, pero es como si algo extraño esta pasando -miro mis manos.

-solo estás confundido, tranquilo.

Mamá mando a llamar a mi hermana quien bajaba con su pijama puesta. Le di mi sonrisa cálida y ella hizo lo mismo a lo que me abrazó sintiendo su calor pasarse al mío. Era tan extraño abrazarla es como si un sentimiento extraño lo hubiera echo antes... o incluso algo brotaba en lo más profundo de mi ser que impedía salir, como si dormido estuviera..

-¿viste un fantasma hermanito? -pregunta Elisa mientras sus manos me abrazaban fuerte y su mano acariciaba mi cabello.

-No, pero tuve un extraño sueño o quizá visión. -dije mientras sus manos viajaban por mi espalda y acariciaban mi cabello sus uñas delicadas y las mías las dejaba en su espalda.

-tranquilo, a veces pasa. -me da un beso cálido en mi mejilla.

No dije nada, solo desayune con mama y mi hermana. Papá estaba trabajando a veces suele irse temprano y regresa a casa igual.
Al terminar mi desayuno me senté en el sofá mirando al vacío sin pensar, solo en lo que soñé. Oía la voz de Elisa que me insistía si estaba bien, yo le decía que si. Me quedé así hasta que recordé ¿trabajo? ¿Estudio? ¿Que demonios hago de mi vida? Miles de preguntas comenzaron a cuestionar mi cabeza aunque la respuesta siempre la tenía en mi boca. Eran preguntas que me venían a mi cabeza de la nada. ¿Por que sentía que muchas cosas que pensaba es como si ya las hubiera echo? Cerre mis ojos unos minutos para abrirlos y ver que todo estaba igual que nada había cambiado, así que dejé de pensar y mejor quise salir de casa.

-mama, voy a salir un poco. -dije tomando mi abrigo.

-si cariño, con cuidado.

-dejame ir contigo -oigo a Elisa.

-no, quiero estar solo. -tomo su hombro

Al decir eso sentí una extraña sensación en mi pecho, pero no quise tomarle mayor importancia, abrace fuerte a Elisa dándole un beso cálido en su mejilla saliendo de casa.

Al salir notaba el viento fuerte golpear mi cara, el color gris y blanco bañar mi vista y la nieve caer poco a poco cubriendo parte de mi cuerpo. Mientras caminaba por la cuidad veía cosas de navidad que estaban comenzando a poner, a pesar que faltaba un mes la gente comenzaba a poner adornos.
Mientras caminaba me pasé a una cafetería aunque una extraña sensación pasó por mi pecho como si ya estuviera en este lugar. Me senté en un mesa y pedí un café americano doble caliente.
Me quité los guantes y miraba al vacío con la mirada perdida, aunque por momentos la desviaba por una chica que me observaba del otro lado de la calle. Me puse un poco incomodo pero me gustaba la idea que me viera, que tonto pensé; pude ir mejor a donde estaba trabajando.

Al terminar mi tasa me levante saliendo del lugar. La chica no pude verla por ningún lado, guarde mis manos en mi abrigo y comence a caminar en dirección a casa...

-¡te dije que no me interesa!

Escuche la voz de una chica a mi espalda haciendo que girara para poder verla, fue cuando me di cuenta que era la mujer de aquel lugar de enfrente. Cruzamos miradas unos segundos sintiendo un cosquilleo en mi pecho y mis manos temblorosas no podía contener. Ella se limitó a mirarme dándome una sonrisa cálida guardando su teléfono, por un segundo me imaginé un momento romántico pero ese sentimiento decidí apagarlo y dar vuelta siguiendo mi camino.

Saque un cigarrillo de mi abrigo mientras me sentaba en un banco de la cuidad, al prenderlo pude mirar algo extraño. Una figura se reflejó detrás de mi haciendo que volteara rápido para atrás. No pude ver nada incluso paso por mi mente que se trababa de un reflejo, al darle una fumada a mi cigarro vi a la chica de nuevo estaba vez sentándose a mi lado.

-hola, ¿también te gusta el cigarro? -oigo su voz cálida y suave mientras me sostenía una sonrisa.

No respondi nada solo segui en mi limbo infinito limitándome a sonreírle y seguir mirando los árboles que se movían por el viento y la nieve cubrir cada parte de mi cuerpo.
Un silencio se hizo presente pero en lo que pensaba era ese sueño que tuve que por una extraña razón seguia presente en mi.

-bueno chico serio, debo irme -su voz me saco de mi mente girando a verla.

-Elias.. -respondo mirándola a sus ojos y su cabello cubrir sus pecas que la hacían ver hermosa.

-Karol -me responde con su mirada cálida y sus dientes blancos.

No pude quedarme con las ganas y me pedí su numero, se que era muy pronto pero termino aceptando, sentí una felicidad rodear mi cuerpo hasta que la perdí de vista.
Me quedé un momento sentado hasta sentir esa energía de nuevo rodearme, pero por más giraba no veía nada, solo podía ver una silueta alta rodearme pero por alguna razón sentía agrado tenerla, incluso dejé que me absorbiera con su oscuridad.

-no se que sea esta sensación.... pero la amo... -cerre mis ojos una vez dicho eso.

Hermanos amadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora