Capítulo7: La intrusa y el nuevo amigo

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Eva

Maldito—jabalí—con—ropa.

Es el décimo cuarto insulto que repercuta en mi cerebro y por primera vez no le estoy prestando atención a la clase del Señor Holt.

Tengo tanta rabia.

Tan idiota, tan egocéntrico.

¿Quién es para robarme un beso?

¿Qué se ha creído que soy yo? ¿Una cualquiera?.

Ah no, ese gigoló de quinta categoría me va a escuchar.

—¿Eva?—doy un brinco en mi silla y levanto la mirada para encontrarme con ese par de ojos verdes hermosos—¿Qué estás haciendo sentada aún?. La clase terminó.

Miro alrededor del auditorio y efectivamente no hay ni estudiantes ni el señor Holt, solo Bruno y yo.

—Estaba concentrada no me di cuenta—respondo.

—¿Vamos para lo del proyecto?—duda.

—Si si—me levanto y rápidamente tomo mis cosas, sigo a Bruno pensando que iríamos hacia mi hermano y Chloe pero en cambio nos dirigimos directamente hacia el salón de Arquitectura.

Por supuesto.

Una sonriente Andrea sale del auditorio con un vestido blanco hermoso, ese color siempre la hace ver bella y angelical.

—Eva, Bruno me dijo que tenían que hacer un proyecto—dice ella sin ni siquiera saludarme.

—Si. Se acerca el fin de semestre, sabes como es eso—comento.

—Espero no molestarlos.

¿Ella va con nosotros?
Se que es su novia pero solo haremos un proyecto para la Universidad, no haremos nada extraoficial.

Le doy una sonrisa de boca cerrada—En lo absoluto.

(...)

—Me parece una buena idea lo de la Terapia Musical—dice Bruno echándole una ojeada a los temas.

—Que bueno que te guste—digo.

—Hasta tengo unas cuantas ideas en mente—sonríe.

Como siempre, tan inteligente.

Edward y Chloe fueron a dar un paseo por la playa, el asunto de la beca de mi mejor amiga me tiene preocupada, no se como mi hermano vaya a reaccionar y me asusta su respuesta, lo conozco bien. Vinimos directo a la pastelería para hacer el proyecto y en la ausencia de la pareja del mes, estoy en compañía de la pareja del año. Andrea estaba sentada al lado de Bruno leyendo sus libros de Arquitectura mientras yo estaba frente a ellos prestándole atención al trabajo.

—Aquí tienen—ese acento anglosajón invade mis oído y el genio vuelve a apoderarse de mi cuerpo, ya había olvidado la presencia de ojos profundos.

Así que viste mi hoja de contrato, ojos negros
     
Ese innecesario recuerdo aparece en mi mente y bato mi cabeza.

Liam coloca los platos con pastel en nuestra mesa y me atrevo a mirarlo, nuestros ojos se encuentran y puedo observar un semblante frío en su rostro que es el segundo que más nuestra porque casi siempre está neutral.

—¿Qué te parece si agregamos esto?—le pregunto a Bruno cuando Liam se marcha.

El castaño lo lee con detenimiento—Me gusta.

—Todos los pasteles que hacen aquí son deliciosos—comenta Andrea.

—Gracias.

—¿Te gusta amor?—él la despeina sonriente y ella le da un beso en la mejilla.

Incierto Destino [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora