Incierto Destino [Finalizada]

Capítulo35: No cierres los ojos

(Llevo más o menos 5 meses pensando en el día que iba a escribir este capítulo—ajá demasiado tiempo y ni siquiera se por qué pensaba tanto en él—Pero bueno...aquí va)

Liam

Marco por décima vez el número de Eva y el teléfono me da apagado. Suspiro recostándome en el marco de la puerta mirando la costa frente a mí, no quiero verme como un paranoico pero necesito verla y confirmar que su teléfono solo se descargó y que nada malo ha sucedido. Me repito a mí mismo que todo está bien para poder creerlo.

—Deberías dejar que la moto viva aquí en el taller Liam—la voz de Paul me trae de vuelta a la actualidad—En menos de un año se ha averiado más de 3 veces. Creo que te estafaron.

—Deberías deshacerte de ella—añade Scarlett acercándose a su novio para darle un vistazo a la moto.

—Primero somos aplastados por un meteorito—se burla mi amigo—Él no piensa deshacerse de Amanda nunca.

—¿Por qué no vino tu novia?—duda la chica.

—La verdad es que...

Soy interrumpido por el sonido de mi celular, lo miro rápidamente esperanzado de que sea Eva. El corazón se me detiene cuando observo un número no registrado en la pantalla. No tengo buenas experiencias con ese tipo de llamadas.

Descuelgo y...

—¿Me extrañaste Longworth Junior?

El teléfono tiembla en mi mano cuando escucho esa voz.

—Tomaré ese silencio como un sí—no respondo nada—¿Conoces a una chica de cabello negro, delgada, cara de niña, ojos bonitos?—me tenso el doble—Por supuesto que la conoces, es tu novia, la pequeña Eva.

—¿Qué estás diciendo, maldito?—musito y miro a los chicos quienes están concentrados en mi motocicleta

—Cariño...habla algo para que el amor de tu vida lo escuche—dice y hay un silencio de unos segundos.

—Liam...—su voz suena débil, mi corazón late como loco de la ira, si la toca juro que le rompo el cráneo con mis manos—No vengas no hagas nada...por favor.

—Eva...

Igor me interrumpe—Siempre he dicho que tiene una voz dulce. Espero que...

—Escúchame bien hijo de puta, déjala en paz—alzo la voz, cabreado por la situación—Es a mí a quien odias, deja tus estúpidos juegos de psicópata y suéltala, porque voy a matarte.

Se ríe y eso me cabrea el doble.

—¿Tú y cuantos más?—se burla—Espero que te unas rápido a la fiesta, ni siquiera te daré la dirección así que diviértete rastreando mi ubicación, de todos modos eso es lo único que sabes hacer, Longworth.

Cuelga antes de que lo mande a la mierda.

—Liam, ¿qué...

La pregunta de Paul se queda en el aire cuando salgo corriendo de su taller, me apresuro en buscar el rastreador, no importa el número, no importa nada, el bruto de Igor siempre es fácil de encontrar.

—Te tengo maldito bastardo—digo cuando observo su ubicación en el mapa digital. 

Este es tu final y me importa una mierda si también es el mío. 

Marco rápidamente el número que está en la bandeja de emergencias.

—Llamo para hacer una denuncia—digo en cuanto la contestadora me habla—Se el paradero del criminal Igor Waller Hanks.