Capítulo 15

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-¿En que piensas?- Preguntó Sam mientras caminabamos.

-En nada- Negué con la cabeza y la vista fija en el suelo.

-Mientes muy mal- Comentó el dejando escapar un suspiro, cosa que me hizo sonreír y levantar la vista para mirarle.

-No paro de pensar en quién pudo haberlas matado.

-¿Sigues creyendo que las mató a ambas la misma persona?

-Totalmente- Asentí.

Caminamos mientras anochecía, bajo el cielo azul oscureciendo y la suave brisa nocturna alborotando nuestro cabello, y así continuamos hasta donde yo vivía, sumidos en un incómodo silencio. Nos paramos en la acera justo enfrente de mi casa sin saber que decir. Tras lo que me parecieron minutos, Sam dio un paso y se inclinó acercándose peligrosamente a mi, pero pareció arrepentirse, ya que retrocedió sobre sus pasos. Parecía nervioso, pero no tanto como yo.

-Buenas noches, Anna- Dijo con timidez.

Suspiré, creía que quería besarme, pero no lo había hecho, cosa que me confundió bastante. Pero decidí encaminarme hasta la puerta de mi casa.

-Buenas noches, Sam- Dije antes de cerrar la puerta interponiéndola entre él y yo.

        Soy un cobarde, incapaz de besar o hablar, sin que el corazón me lata a una velocidad acelerada, a la chica de la que estoy enamorado. Caminé hasta mi casa arrepintiéndome de no haberla besado. Pasé por delante del parque, donde escuché voces que provocaron que dirigiese mi vista hacia el lugar de donde estas provenian. Pude percibir, a pesar de la oscuridad de la noche, a cuatro siluetas masculinas, pero incapaz de identificar quienes eran estos, me acerqué sigilosamente manteniendome escondido, de manera que no pudiesen verme y ni siquiera, sentir mi presencia.

Entonces me percaté de quienes eran; Mike, Josh, Jackson y Daniel, que mantenían una conversación con expresiones serias.

        Tras el funeral de Amy, acabé con mis amigos Mike y Josh en el parque, esperando a Daniel, que se había quedado hasta que todos los invitados se marchasen, al igual que sus padres. Daniel llegó una vez había anochecido, pero eso no impidió que mantuviésemos una conversación los cuatro, como en los viejos tiempos, solo que esta vez eran otros temas los que tratabamos.

-Siento la tardanza, estaba hablando con mis padres- Se disculpó Daniel.

-No pasa nada- Dijo Mike. -Deben de estar destrozados.

-Lo están- Dijo él, a lo que el resto asentimos apenados.

-Esto si que no ha sido un accidente- Volvió a intervenir Mike, dejándonos a todos sorprendidos. -Oh, venga, no me digáis que no se os ha pasado por la cabeza pensar esto que acabo de decir- Dijo. -Primero Ashley y ahora Amy, no puedo creer que sigáis pensando que ha sido un accidente.

-Tienes razón- Confesó Daniel. -Yo creía que la muerte de Ashley no había sido provocada, hasta que fue mi hermana la que murió- Dijo serio. -Pienso igual que tú.

-¿Y quién iba a hacer algo así?- Pregunté yo esta vez.

Los tres se encogieron de hombros.

-Puede ser cualquiera- Dijo Josh.

-Eso es cierto- Acordé yo.

-Sea quien sea, no se saldrá con la suya- Dijo Daniel serio. -No solo ha matado a mi mejor amiga, sino que también me ha quitado a mi hermana, y no pienso dejarle escapar.

-¿Y que piensas hacer?- Preguntó Mike.

-No tengo ni idea- Dijo negando con la cabeza- pero algo se me ocurrirá.

-Puedes contar con nosotros- Dijo Mike, a lo que Josh y yo nos limitamos a asentir.

        Ellos tampoco parecen tener idea de quién es el o la responsable de todo esto. Sabía que estaba mal escuchar las conversaciones ajenas, pero la curiosidad había podido conmigo una vez más.

-Puedes contar con nosotros- Dijo Mike y el resto asintieron.

Ya había escuchado lo suficiente, asi que decidí salir de mi escondite y retomar el camino a mi casa. Una vez allí, me quité las zapatillas y me tumbé en la cama. Mi móvil sonó, introduje mi mano en el bolsillo del pantalón y lo saqué, era un mensaje, de Anna.

"Llámame, he descubierto algo importante."

-Dime- Dije nada más descolgó.

-Josh y mo hermana rompieron.

-Eso ya lo suponía, teniendo en cuenta que el novio de tu hermana era Mike cuando...

-Sí- Me interrumpió. -Pero lo que no sabes es por qué lo dejaron.

-Intuyo que en unos minutos lo sabré.

-Jackson besó a mi hermana, cosa que ella no debía haber permitido, ya que entonces estaba saliendo con Josh. Pero eso no es lo peor, sino que Josh vio como se besaban con sus propios ojos, pero no la dejó. Estaba tan dolido que salió corriendo y no pensaba en lo que hacía. Por eso besó a Amy- Hizo una pausa. -¿Sam?

-¿Que pasó después?- Pregunté curioso.

-Ashley se enteró, le dolió, pero entendió como se había sentido él cuando la vió besando a su mejor amigo. Por eso no se enfadó, y tras hablarlo, acordaron en quedar como amigos.

-Vaya- Fue lo único que pude decir.

-¿Ya estás en casa?- Preguntó tras un breve silencio.

-Sí- Contesté.

-Bien- Dijo ella. -Mañana hablamos.

-Buenas noches, Ann- Me despedí. -Duerme, que necesitas descansar.

Y dicho esto, colgó, dejándome solo al otro lado de la línea, aún más confundido de lo que ya de por sí estaba.

        Llegué a mi casa tras haber estado hablando con estos. Esperaba que mi hermano ya se hubiese ido, pero allí seguía.

-¿Cuanto tiempo piensas quedarte aquí?- Pregunté sin siquiera saludarle.

-Hola a ti también- Dijo él sirviéndose una copa de vino.

-Hola- Dije serio. -¿Y bien?

-Hasta que se resuelva todo esto- Contestó. -¿Es que no te agrada tenerme aquí?

-Si hubieses venido por mí, todavía- Gruñí. -¿Es que no has tenido bastante con Ashley que ahora vienes a consolar a su hermana?

        Mis padres ya estaban acostados cuando llegué a casa, por lo que procuré no hacer mucho ruido. Una vez encerrado en mi habitación, me tumbé en la cama, pero fui incapaz de conciliar el sueño, ya que imagenes de mi hermana y Ashley riendo juntas aparecían en mi mente. Mike estaba conmigo en que esto no había sido un accidente, alguien las había matado, a ambas, y tenía que descubrir quién había hecho tal cosa, y sobre todo, por qué. Tras pensar largo rato en aquello, llegué a la conclusón de que Anna estaría en la misma situación que yo, y por eso, iba a necesitar su ayuda, tanto o más de lo que ella pudiese necesitar la mía.

Oscuros SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora