Oscuros Secretos

Capítulo 22

El primero en bajar del coche fue Mike, que esperó a Sam para así avanzar ambos hasta donde nosotros estábamos.

-¿Que haces aquí?- Le pregunté a Sam.

-Hola a ti también- Dijo mi mejor amigo evitando la pregunta.

-Lo he invitado yo- Se adelantó Mike.

-Pues ya estamos todos, ¿o habéis invitado a alguien más?- Preguntó Josh, a lo que todos negamos con la cabeza. -Pues para dentro- Añadió haciéndonos una señal con la mano hacia el interior de la casa.

Lo seguimos hasta una puerta que daba a la parte trasera de la casa, donde tenían un jardín y por supuesto, una piscina, no muy grande, donde ya estaban los que supuse que serían Max y Lucas bañándose.

Percibí como ambos palidecían nada más verme.

-¿Ashley?- Murmuró el moreno.

-Anna- Lo corregí yo. -Ashley era mi hermana.

-Eres igual que ella- Dijo. -Impresionante.

No sabía qué decir, ¿que se supone que tenía que decir?

-¿Y él?- Dijo mirando esta vez a Sam.

-Yo...

-Es Sam, amigo de Anna y ahora también amigo nuestro- Lo ayudó Mike.

Observé como Sam miraba agradecido a Mike. ¿Cuando se habían hecho amigos?

-Como si estuvieseis en vuestra casa- Nos dijo el rubio a ambos.

-Ya que estáis- Volvió a hablar el moreno saliendo de la piscina y dejando al descubierto su tan perfectamente esculpido cuerpo. -¿Por qué no invitáis también a la pelirroja y a su amiga?

-¿Para?- Preguntaron Jackson y Daniel de inmediato.

-Cuantos más mejor- Contestó él.

-Ahora llamo a Lucy- Dijo el rubio saliendo de la piscina y adentrándose en la casa para llamar por teléfono.

Entonces miré a Jackson, y luego a Daniel, y me encontré con ambos rostros completamente inexpresivos. ¿Quienes eran la pelirroja y su amiga? Algo pasaba, y no tardaría en averiguarlo.

Mi canción favorita comenzó a sonar indicando así una llamada entrante en mi teléfono. Me acerqué a cogerlo y descolgué sin siquiera mirar quién era.

-¿Sí?

-Hola- Saludó una voz masculina al otro lado de la línea.

-¿Quién es?- Pregunté.

-¿Ya no te acuerdas de mi?- Dijo él. -Soy Lucas- Rió.

Me acordaba de él, por supuesto que me acordaba.

-¿Quien es?- Cuchicheó Ally.

Le indiqué con un gesto que se callara y seguí con la conversación telefónica.

-Hola- Le devolví el saludo.

-¿Tu amiga y tú tenéis planes para hoy?- Preguntó.

Miré a Ally tumbada en la cama, mirando al techo, sin saber qué hacer para matar el tiempo.

-No mucho, la verdad- Contesté.

-Podéis pasaros por nuestra casa si queréis, estamos en la piscina- Nos invitó.

La verdad es que me apetecía, pero no tenía ni idea de dónde vivían.

-Claro- Acepté. -Nos pasamos.