GUARDIÁN - Kookmin

14.

Jimin no durmió del tirón.

Algo en su subconsciente lo hizo despertar todo el tiempo y ver si Jungkook estaba bien, si estaba a salvo.

Su corazón apretó en su pecho cada vez que lo vio sentado frente a la ventana sin el más mínimo ápice de sueño o cansancio, alerta y tenso. Pero a la vez, un sentimiento cálido lo inundó. Jungkook estaba haciendo todo eso por él. Para protegerlo.

¿Por qué?

Jimin necesitaba una respuesta, pero conociéndolo era muy probable que jamás se la diera. Lo peor de todo fue que para cada vez que Jimin despertó, Jungkook se mantuvo igual de imperturbable. Jimin recordó que Jungkook era militar y que había estado en la guerra.

Fui a la guerra y me cansó para toda la vida.

Quizás Jungkook tuvo que pasar muchas noches así, en vela y alerta por si el peligro acechaba. Jimin no sabía mucho sobre el tema, el tenía sus propios problemas que lidiar, pero ir a la guerra sonaba jodido. Probablemente hubieran bombas, muertos y dolor. No es algo a lo que Jimin se quisiera dedicar- Eso era para hombres con la piel dura como el acero, impenetrable.

¿Jungkook era así en el fondo? 

Jimin recordó más cosas esa noche en la que tan difícil se le hizo conciliar el sueño. Recordó que Jungkook nunca dormía. Quizás también fuera un efecto de haber ido a la guerra. Quizás... Jungkook había vivido algo demasiado traumático y por eso lo había dejado.

Un veterano de guerra es alguien que va a la guerra y sobrevive a ella. Eso dijo una vez. Jungkook había sobrevivido a la guerra.

No quieres tener fiebre por una herida infectada, créeme.

Entonces Jimin recordó su pecho repleto de cicatrices.

Jimin ni pudo dormir a partir de ese momento.

La mañana trajo la calma y la luz. Por mucho que las cosas siguieran del mismo modo, el hecho de que la noche hubiera pasado y nada hubiera sucedido disminuyó un poco su estado de alerta, a pesar de que se mantuvo por el resto del día en menor cantidad.

Jimin podía considerarse un zombie para ese entonces, adormilado y torpe en cada cosa que hacía. El hecho de que habitualmente se durmiera tarde no significaba que no durmiera, sólo que lo hacía en horas más tardías que el resto, pero esa noche no había dormido bien. Su cuerpo se sentía dolorido por haber tenido los músculos tensos y le escocían los ojos por mantenerlos abiertos.

Jungkook, sin embargo, se veía como siempre.

Quizás porque Jungkook siempre pasaba sus noches así.

¿No era eso agotador?

Jungkook necesitaba un respiro.

Dios, Jimin tenía que dejar de pensar en eso o la culpa iba a acabar con él.

...

Jungkook se encargó de preparar el desayuno como acostumbraba, lanzando miradas divertidas a un muy torpe Jimin que metió la taza de leche vacía al microondas y echó el cacao en polvo fuera.

-Espabila- Jungkook ordenó contundente, a pesar de que su tono sonó más airado y burlón que de costumbre.

Jimin brincó del susto, revoloteó sus párpados y bostezó por décimo cuarta vez.

-¿No me cantarás el cumpleaños feliz?- Jimin musitó pesado, apoyando su mejilla en su mano y removiendo lentamente su taza de leche.

-No.