GUARDIÁN - Kookmin

34.

Habían cuatro hombres en la habitación.

-Joder, cállate de una vez- Jungkook bufó y de un golpe noqueó nuevamente a Hyungwoon para que dejara de gritar bajo la mordaza.

Ahora tres.

-Vamos por partes...- Namjoon dijo unos segundos después, tratando de comprender la historia que Jungkook le había contado. Seokjin estaba sentado junto a él en la cama, mientras que Jungkook se mantenía al lado de la silla donde habían amordazado a Hyungwoon.

-No voy a contártelo todo otra vez- Jungkook respondió irritado y apretó el puente de su nariz.

-No, no, solo... Déjame procesarlo- Namjoon frunció el ceño y suspiró- Después de que os marcharais, oí tiros, pero no pensé que dispararan a Jimin- musitó levemente angustiado. Sólo no se había puesto a llorar porque le habían dicho que estaba a salvo en el hospital, pero sus ganas de verlo crecían exponencialmente con cada minuto. Era su amigo. Prácticamente su único amigo verdadero desde que había acabado primaria- Sucedió muy rápido y apenas ese coche se marchó, mamá llamó a la policía. Evidentemente no les conté nada sobre vosotros así que todo quedó muy en el aire, como unos mafiosos que se habían puesto a disparar porque sí. No pensé que habrían dañado a Jiminnie.

Jungkook tomó una silla y se sentó.

-Yo tampoco lo esperaba- Jungkook murmuró algo ronco- Si no llega a ser porque Seokjin nos cubrió las espaldas no sé lo que podría haber pasado. Y ni aun así... Pero ahora es momento de pensar en lo que vamos a hacer.

-¿Puedo visitar a Jimin?- Namjoon preguntó sin poder retenerlo más.

-Estamos en una especie de tregua pero podría ser peligroso. Lo mejor es que te mantengas alejado de él y que no te relacionen con nosotros hasta que Hyungwoon esté con ellos- Jungkook aclaró.

Namjoon rodó los ojos.

-Os he escondido de la mafia en el hotel de mamá por más de un mes y ahora hay un hombre amordazado e inconsciente en otra de las habitaciones y pretendes que no se me relacione con vosotros- Namjoon resopló incrédulo- Por cierto, guardé vuestras cosas en unas cajas en mi cuarto- Namjoon exclamó acordándose- Regué la plantita.

Jungkook lo miró fijamente.

-Gracias- musitó lentamente. Cansado, frotó su rostro- Iré por ellas y las guardaré en el coche.

El plan se había trazado por sí mismo en la mente de Jungkook después de dar con Hyungwoon.

Regresar al Omelas era lo más lógico, no sólo porque probablemente era el único lugar en el que nadie haría preguntas al verlo con un hombre amordazado, sino porque allí estaban sus cosas. Su ropa, el resto de armas y su coche, principalmente. Necesitaría un coche para el encuentro en el hotel que Min estableció, porque no pensaba aprovecharse más de Jin. Cuando ese momento llegara, tendría que enfrentarse a ello solo. Jin sólo entorpecería todo. Jin querría ayudarlo y para eso tenía que contarle cosas que no le había dicho.

Ahora que ya estaba allí, las cosas eran un tanto distintas. Seokjin no se veía con demasiadas ganas de marcharse y tenía a un mocoso de dieciséis años intentando procesar un plan de ese calibre por sí mismo, y por si fuera poco, intentando participar.

-¿Cuántos días vas a mantenerlo aquí?- Namjoon preguntó. No había dejado de preguntar, pero Jungkook le debía todas las respuestas.

-Serán sólo un par de días. Pasado mañana tengo que entregarlo.

Namjoon miró al hombre con ojos entrecerrados.

-No se parece a Jimin- El de hoyuelos musitó- Jimin me contó muy poco sobre él. Sólo me dijo que por su culpa estabais metidos en este lío. Me alegro de que ahora pague por lo que ha hecho. Él debería estar en el hospital y no Jimin- Namjoon dijo con rabia.