28.

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-Mamá- Namjoon apareció en la recepción y los ojos cansados de su madre se desviaron del dorama con expectación para atender a su hijo- Creo que hay un problema en las lavadoras.

Seolhee frunció el ceño.

-¿Cómo que hay un problema en las lavadoras?- refunfuñó. Eran sus preciadas lavadoras.

-No sé. Un cliente dijo esta tarde que habían dos que no iban muy bien.

La mujer se levantó.

-¿Y me lo dices a estas horas?- exclamó frustrada- Estos niños. Quédate en la recepción mientras tanto- Kim Seolhee abandonó la recepción con urgencia para dirigirse a la lavandería.

-Sí, mamá.

Entonces Namjoon tomó su asiento rápidamente. Quitó el dorama para colocar un gameplay cualquiera en Youtube, se puso los cascos y luchó para lucir lo más absorto y empanado posible dentro de todo el nerviosismo que retorcía sus entrañas.

Unos golpes en el mostrador lo despertaron de su falso trance.

-¿Eh?

Namjoon alzó los ojos perezosamente. Un hombre alto se erguía ante él seguido de otros dos. Tragó saliva.

-Niño- espetó tratando de espabilarlo, pero Namjoon continuó en su estado de falso trance con los ojos puestos en el vídeo de Youtube- Hey.

-Queeee- Namjoon bufó.

Guardó sus manos temblorosas en el bolsillo de su sudadera.

-¿Has visto a cualquiera de estas dos personas pasar por aquí?

Namjoon se tensó, pero hizo todo lo posible por no mostrarlo. Sus ojos se desviaron perezosos a las dos fotos frente a él, una de Jimin y otra de Jungkook.

Mierda.

Namjoon se encogió de hombros y volvió a mirar la pantalla.

-¿Eso qué significa? ¿Qué sí o que no?- El hombre se irritó.

-¿Por qué no utilizó la munición en el minuto treinta y cinco?- Namjoon preguntó sin embargo- Ahora no hay forma de que la use sin que sepan su posición. Voy a desuscribirme y a quitar mi like.

-Este niño es un idiota. No se entera de nada- masculló entre dientes uno de ellos.

-Es tarde y llevo dos jodidos días sin dormir- espetó el que sostenía las fotos- Seguiremos con la búsqueda mañana- sentenció- Hey, tú. Danos una habitación.

Namjoon se tensó.

Podría decir que no les quedaban, pero la cantidad de llaves en el panel de atrás lo delataría. Jungkook le dijo que si pedían una habitación se la diera de inmediato porque si no levantaría más sospechas.

Namjoon asintió lentamente, les dio la llave de la habitación que consideró más lejana y menos estratégica en cuanto a visión de los alrededores y después obtuvo el dinero a cambio.

-Si ves a cualquiera de estos dos vienes a nuestra habitación y nos lo dices ¿Queda claro?- el hombre preguntó por última vez, encargándose de que su arma quedara lo suficientemente visible y su voz sonara amenazante.

Namjoon asintió desdeñoso sin desviar sus ojos de la partida. Una vez se perdieron en el fondo del pasillo, Namjoon trastabilló en la silla y abandonó la recepción para entrar en casa nuevamente lo más rápido posible.

...

Jimin se sentía a punto de colapsar. La sensación de paranoia lo asfixiaba en el dormitorio de Namjoon, que daba vueltas y no cesaba. Tenía angustia, miedo y todo se sentía extraño y enlentecido por el alcohol. Jamás había probado el alcohol salvo por el vino en la cena del día anterior, pero esa mezcla de Jagger y RedBull que Namjoon le había preparado sabía demasiado rica como para no beberla. Con el paso del tiempo, Jimin había dejado de percibir sus mejillas, su lengua había comenzado a pesar y todo daba vueltas. El porro había sido la guinda del pastel. También el hecho de que unos señores con pinta de mafiosos habían aparecido de la aparente nada y Namjoon había enloquecido tras verlo por las cámaras. ¿Esto era todo? ¿Vendrían por él para acabar con su vida y saldar la deuda de su padre?

GUARDIÁN - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora