The game is over.

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Este capítulo esta dedicado a mi hermana. ¡Muchas gracias por todo tu apoyo! ¡Tu paciencia! ¡Eres asombrosa! Este proyecto se realizó en parte gracias a ti. Me has ayudado infinitamente. Te quiero mucho<3

Narra Luke:

─ ¡Corre! ─le grité con todas mis fuerzas. Mis costillas protestaron con una punzada de dolor capaz de tumbarme al piso.

Sus ojos llorosos me miraron de arriba abajo como si trataran de asimilar que esto era real.

Quería consolarla pero no había tiempo que perder. Pronto nos encontrarían.

─Princesa, por favor ─rogué desesperadamente. La empujé suavemente con mis manos incitándola a moverse.

Ella puso resistencia.

─No te dejaré ─replicó claramente frustrada. Su voz salía con cierta dificultad debido al horror y la adrenalina que corría por sus venas. Entendía la sensación.

El corazón te latía a mil. La respiración estaba acelerada. Un pequeño pitido te zumbaba en los oídos.

─Daniela ─dije molesto ─es necesario que te vayas.

Sus ojos se volvieron más cristalinos. Quise golpearme mentalmente.

─Prométeme que te volveré a ver ─suplicó poniendo sus manos alrededor de mi cuello acercándome más.

Una pequeña sonrisa se formó en mis labios.

─Claro que sí, linda. ─susurré en su oído ─Es por eso que te dejo ir. Porque no importa cómo, ni cuando, pero siempre terminaremos así. Juntos.

Me besó rápidamente y asintió.

Iba a decirle que la amo pero ella puso sus dedos en mi boca. Negó con la cabeza.

─No ─empezó a caminar en dirección opuesta a donde me encontraba ─esta no es una despedida.

Luego salió completamente de mi campo de visión.

La sensación de vacío me atiborraba. Y lo peor era que esa clara ausencia solo se llenaría cuando volviera a ver a mi amada.

Regresé a la habitación en la que estaba Julián.

La demacrada cara que me miró apenas abrí la puerta, no era algo que pensara ver en algún momento.

Su ojo derecho estaba hinchado. De su labio y nariz brotaba sangre. Tenía un corte en la mejilla izquierda y su pelo era un caos.

─Ya se fue ─informé mientras caminaba a su costado.

─ ¿Qué haremos ahora? ─preguntó para luego soltar un claro bufido.

Podía notar que el dolor se estaba apoderando de él.

Sus costillas estaban más que rotas y su respiración se hacía más lenta con el pasar de los segundos.

─Debemos de sacar a Sandra y a Cristian.

─ ¿Cristian? ─a pesar de todo, me esperaba esa pregunta.

Asentí.

─ ¿Por qué?

Mi respuesta fue interrumpida por el sonido de muchos gritos acercándose.

Temblé.

─ ¡Eres un estúpido! ─gritó Gustavo entrando como un torbellino a la habitación.

Su mirada recorrió todo el lugar para fijarse finalmente en mi cara.

Se acercó y en un abrir y cerrar de ojos tenía sus pies golpeando fuertemente mi estómago.

Revenge: The Game Starts [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora