Revenge: The Game Starts [Editando]

Capítulo 4: Our little revenge.

Una vez que Luke salió del cuarto sufrí mucho para contener la risa.

Sin duda está había sido la mejor noche de mi vida y mi mejor actuación. Fue tan gratificante verlo besarme, pensando que estaba borracha. Y luego poner cara de pocos amigos al escucharme decir que quería a "Jake".

Todo fue de improviso y la verdad no estuvo para nada mal. Lo único que me quedaba hacer era simular que no recordaba nada al día siguiente.

Y con ese último pensamiento me quede profundamente dormida.

Me moría de calor. Aún tenía sueño pero me movía inquieta de un lado a otro. Sin duda no podría seguir durmiendo ¿Qué hora era? Me gire para ver mi reloj y eran 6:30 am ¡Genial! *nótese el sarcasmo*

Empecé a pararme con mucha flojera, agarré una toalla, y por último me metí a la ducha.

Cuando salí de la larga y gratificante ducha que había , me acordé que debía simular que no recordaba nada. Las ganas de reírme regresaron.

Me vestí con un short, un bivirí, por último unas sandalias y baje.

Iba a pasar por el cuarto de Sandy pero decidí dejarla dormir. Todavía era muy temprano.

Lo primero que hice al entrar a la cocina fue dirigirme directamente a la refrigeradora. Busque cualquier cosa para comer, y encontré huevos y tocino, así que los agarre, y después de buscar naranjas empecé a hacer mi desayuno.

También puse mi celular y me puse a cantar y a bailar.

Estaba bailando mi parte favorita de "More than Friends de Inna" cuando la música de pronto se apagó.

Me di la vuelta para ver el motivo por el cual se había apagado.

Y sin querer empecé a reír. Mi adorada amiga, Sandy, estaba parada frente a mí con una cara de tortura, como si un carro le hubiera pasado por encima. Vestía su pijama pero se veía cansada y muerta, como un zombie.

─ ¿Qué te paso? ─pregunté entre risas. Tenía que tomarle una foto a como dé lugar. Estaba segura que lo necesitaría para futuros chantajes.

─Ni una palabra. ─amenazó de mal humor mientras dejaba mi celular encima de la mesa ─Tengo un fuerte dolor de cabeza.... Siento que me la están taladrando.

Yo empecé a reírme otra vez. No podía evitarlo.

─ ¿También te taladraron la cara? ─ ella se volteó como el exorcista y me dedicó una mirada asesina.

─Te sigues burlando y... ─pero se quedó callada y no termino la frase.

Paré de reírme cuando vi su cara de preocupación. Me acerqué a ella y la moví despacio pero no reaccionaba. Su mirada estaba completamente perdida, y ya empezaba a asustarme.