París. ¿Cómo una palabra podía darme tanta felicidad y esperanza? Sin duda la emoción no cabía en mí. Siempre había soñado, desde pequeña, subir a lo más alto de la torre Eiffel, y bueno... quería hacerlo con el amor de mi vida pero obviamente todavía no lo encontraba así que iría una segunda vez para que mi sueño este completo.
Sandy me miraba con cara de fascinación, ella sabía que adoraba París y que probablemente en estos momentos amaba al hermoso chico que estaba sentado al frente de nosotras riendo como si nada.
Gabriel, así se llamaba mi mejor amigo, él era muy especial para mí y ahora aún más. Lo conocí cuando viaje ya que estaba en mi facultad y también vivía al frente de mi departamento, y bueno nos hicimos muy amigos desde que nos vimos. Le tenía demasiada confianza y eso me agradaba.
-¿Qué piensas princesa? – me preguntó Gabriel.
Yo me reí, pero inmediatamente me entristecí un poco por mi amigo.
Flashback
-¿Tienes familia? – le pregunté mientras daba un buen bocado a mi sándwich.
Recién llevaba una semana aquí en mi nuevo departamento y aunque extrañaba un montón a Dereck y a Sandra no regresaría, al menos no por ahora.
Aún me dolía mucho recordar porque me fui, y eso era motivo suficiente para que llorará todas las noches. ¿Mi vida no podía estar peor?
-Mis padres viven en Canadá – explicó mi vecino.
Lo había conocido cuando salía a comprar pan, nos pusimos a conversar y me di con la sorpresa de que también iba a mi facultad. Después de encontrarnos casualmente lo invite a tomar un café y un bocadillo, y bueno ahora estábamos aquí.
-¿Tienes hermanos? – pregunté con una gran tristeza. Tenía que dejar de pensar en Dereck.
El hizo una mueca de dolor.
Automáticamente me arrepentí.
-Lo siento – dije mientras sentía que ponía mi cara de preocupación – no fue mi intención incomodarte.
Una pequeña sonrisa se formó en su cara.
-No tienes por qué preocuparte – dijo mientras suspiraba - .... Tenía una hermanita de nueve años, ella es... bueno era mi princesa, la luz de mis ojos y...
Sentí un nudo en la garganta.
-No debes de contarme – dije mientras llevaba mi mano hacía su mejilla parando una lágrima que se le había salido.
Era la primera vez que veía a un chico llorar de esa forma.
-Hubo un accidente de coche – dijo mientras negaba con la cabeza – yo conducía y no me di cuenta que un borracho iba a mucha velocidad... ella no sobrevivió.
Lo abrace por impulso. El me correspondió el abrazo y nos quedamos así.
Fin del flashback
Desde ese momento nos habíamos hecho muy amigos y también desde ahí me había empezado a decir princesa. Sabía mucho el valor que tenía esa palabra para él así que lo acepte muy agradecida.
-¿Qué pienso? – Pregunté sonriendo – pienso que eres el mejor hombre que he podido conocer.
El empezó a reírse.
-Solo lo dices porque te voy a llevar a París – y me guiño el ojo.
Mi sonrisa se agrando.
-Que bien me conoces – dije mientras me paraba para lavar las cosas.
-No no – empezó a decir Gabriel – me toca lavar a mí.
Puse los ojos en blanco.
-La última vez lo hiciste tú y tenemos un trato – dije desesperada. Sabía que nos pondríamos a pelear por ver a quien le tocaba ¿ridículo e infantil no?
-¿En serio pelean por saber quién va a lavar? – preguntó Sandra riendo, haciendo notar su presencia.
-No peleamos – dije divertida – porque me toca a mí y no hay discusión.
Miré a Gabriel que miraba al cielo como pidiendo paciencia.
-Terca – dijo mientras recogía las cosas de Sandra para meterlas al lavadero.
-Contreras – le respondí mientras agarraba la esponja para lavar.
-Fea – contesto mientras agarraba el trapo para ir secando las cosas que dejaba en el escurridor.
-Tonto – dije mientras lavaba.
-Traumada – respondió con una sonrisa.
-Horrible – dije sonriendo también.
-Olvidadiza – siguió.
-Sin vergüenza – respondí rápidamente.
Siempre le ganaba ya que tenía buena facilidad para molestarlo.
-Princesa – dijo obviamente sin saber que decir.
Me empecé a reír.
-Me quedo con tonto – y entonces sentí como un chorro de agua me caía en la espalda.
Gire mi mirada automáticamente y vi que Gabriel tenía un vaso en la mano. ¿En serio me había mojado?
Lo mire "amenazadoramente".
Agarré la pequeña manguera que estaba ubicada en el caño y lo empecé a mojar.
Entonces la guerra inicio.
Un montón de agua corría en la cocina, felizmente Sandra estaba de mi lado y había empezado a mojar por atrás a Gabriel.
Los tres reíamos como niños pequeños mientras jugábamos. Con Gabriel todo era así, siempre era pura diversión.
-¡Paren! ¡Paren! – escuché la voz de mi hermano, automáticamente vimos a un Dereck y a un Luke completamente empapados.
Una carcajada sonora hizo eco en toda la cocina.
-Ya era hora de que te mojaras hermanito – dije riendo – el agua no encoge.
-Ja ja – dijo mientras se sentaba en un silla. A su lado Luke hacía lo mismo.
-Tengo una proposición para hacerles – dije mientras me apoyaba en Gabriel para caminar ya que tenía miedo de caer con todo el agua que había en la cocina. Daba la impresión de ser un pequeño lago.
-Dinos – respondió Dereck con su mirada fija en mi apoyo. Esa típica mirada que mi adorado hermano hacia cuando evaluaba a alguien.
-¿Desean ir en una semana a Paris con nosotros? – intervino emocionada Sandra.
Los dos se miraron y luego nos miraron a nosotros. Para luego asentir.
Entonces un pensamiento vino a mí como un balde de agua fría. ¿Sera buena idea estar con Luke en la torre Eiffel? Peor aun sabiendo que él sabía porque era tan importante para mí.
Entonces recordé con tristeza que los dos habíamos planeado ir juntos, ya que en ese tiempo pensaba que el "era el amor de mi vida", obviamente me equivoque.
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Revenge: The Game Starts [Editando]
RomanceDicen que la venganza es mala, y que luego te arrepientes de lo que hiciste. ¿Será verdad? Daniela tomó una decisión hace mucho tiempo, al igual que Luke... ahora, para bien o para mal, cada uno deberá asumir sus consecuencias. Obra registrada en Sa...