Revenge: The Game Starts [Editando]

Capítulo 10: At the airport.

Mi respiración estaba muy agitada y sentía que en cualquier momento me daría un paro cardiaco. Gabriel estaba a media cuadra de distancia y la verdad me sentía frustrada. ¡Que rápido corría el condenado!

-¡Para! – grité entrecortadamente.

Mi amigo soltó una carcajada enorme y se volteó a verme.

-Pensé que tenías más resistencia Daniela Hale – dijo burlonamente aunque parecía más divertido que nada.

Le saqué el dedo corazón y le mire amenazadoramente.

No podía respirar ¿y se burlaba de mí?

Alzó las manos en señal de que había entendido que no estaba de humor. Que inteligente era mi amigo –pensé alegre de no tener que hablar.

Mientras trataba de acompasar mi respiración y me acercaba a Gabriel, me puse a pensar que rápido había pasado la semana, y el hecho de estar a solo unas horas de ir al aeropuerto destino a París me ponía ansiosa.

-¿Nerviosa? – preguntó Gabriel cuando estuvo a mi lado.

Yo negué.

-Ansiosa – dije antes de volver a empezar a trotar.

Una hora después de darle la vuelta al parque regresamos al departamento. Sandra estaba estudiando para un examen que daría en unas horas para poder ser libre y viajar.

Mi hermano y Luke estaban haciendo lo mismo supongo. No había sabido nada de ellos porque no coincidíamos mucho y la verdad me alegraba ya que quería evitar todo tipo de contacto con Luke. Seguía nerviosa porque no sabía cómo actuar frente a él y lo empeoraba el hecho de saber que iríamos juntos a París, tenía miedo de que el aprovechara todo los sueños que le había contado para tratar de acercarse.

-¡Daniela! – Me llamó Gabriel desde el cuarto – tenemos un pequeño inconveniente.

Me puse helada. ¡Que no se haya cancelado el viaje! – pensé rápidamente.

-No se ha cancelado nada – continuo mi amigo tranquilizándome rápidamente. Suspire y di gracias mentalmente al hecho de que mi amigo tenía el don de leerme el pensamiento - ¿te acuerdas de mi amigo Jake?

Hice una mueca extraña.

-¿No te acuerdas? – volvió a preguntar y negué con la cabeza. Suspiro y miro al techo – no importa, me olvide que me había pedido hospedaje por una semana y... viene en unos minutos.

Empecé a reír, pero no porque la situación fuera graciosa, sino porque estaba a punto de entrar en un colapso nervioso.

-¿Hay algún problema en que viaje con nosotros? – preguntó Gabriel después de unos segundos sin decir nada.

El aire regresó a mi cuerpo.

-Claro que no – dije saltando y tirándome encima de él.

En respuesta me alzo y empezó a darme vueltas en el aire.

-¿Pensabas que diría que cancelaba el viaje? – Dijo entre risas pero siguió sin esperar a que respondiera – se lo importante que es para ti Princesa, nunca lo cancelaría ¿sí? No me importa si tengo que vender mi alma al diablo, literalmente hablando.

-¡Te amo! – Dije sonriendo – y por lo mismo tendremos cuatro hijos, dos niños y dos niñas, y viviremos en una casa muy grande hasta que seamos viejitos.

Reímos.

-Tenemos que alistarnos para viajar – dijo mi amigo bajándome – en una hora salimos de aquí.

Me dirigí a mi cuarto y termine de hacer mis maletas.

El aeropuerto. ¡Por fin! No cabía la emoción.

Sandra y yo empezamos a saltar emocionadas,

-¡Los franceses nos esperan! – gritó mi amiga emocionada.

Solté una leve risita al ver la cara de mi hermano.

Un pensamiento divertido cruzo por mi mente. ¿Qué pasaba si Sandra mágicamente se quedaba sola con Dereck?

-¿Qué tramas? – pregunto Gabriel en mi oído.

Me hice la sorprendida.

-No se de que me estas hablando – respondi sin tomarle importancia.

-Cuando pones esa cara es porque tramas algo – dijo mientras se ponía delante de mi para bloquearme el paso – cuéntame.

Suspire resignada, el me conocía mejor que nadie y era casi imposible que le mintiera así que le conte mi plan sobre dejar a solas a mi hermano y a mi mejor amiga.

Al principio Gabriel puso resistencia porque decía que no debía meterme en el problema de otros pero como la mayoría de veces logre convencerlo.

Cuando subimos al avión ya había llegado su amigo Jake y para mi buena suerte había pedido sentarse con Gabriel, entonces todo vino a mi como un balde de agua fría... si planeaba que Sandra se sentara con Dereck, solo quedaría un sitio y sería junto a Luke.

Ya no había marcha atrás así que me arme de valor y me senté a su costado.

Este será un viaje muy largo – pensé mientras veía la sorpresa en la cara de Luke.