Capítulo 11: París (Part I)

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Seguía sin poder creer que Daniela se haya sentado a mi costado

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Seguía sin poder creer que Daniela se haya sentado a mi costado. Me puse tenso cuando su brazo rozo con mi hombro, y todo se puso peor cuando nos quedamos mirando en silencio.

Sus ojos eran tan profundos... entonces, con tristeza, me di cuenta que ya no podía ver en ellos todo lo que pasaba por su mente.

Eso me decepcionó y trajo a mí un recuerdo que quise olvidar desde que se fue.

Flashback

El sol iluminaba su hermosa figura y resaltaba en su cabello unos rayos rojizos de los cuales no había sido consciente con anterioridad.

Me dieron unas ganas inmensas de correr hacia ella y besarla. Seguía sin poder creer que Dios haya permitido que una sola persona llegue de esa forma a la perfección.

-¿Te gusta la vista? – me preguntó con su voz de ángel. Por un momento pensé que había muerto y estaba en el cielo, pero no me importaba si estaba ella conmigo.

-No solo me gusta – dije acercándome a ella – me encanta, me fascina.

La abrace por la cintura y la pegue lentamente a mi cuerpo.

Se le veía tan relajada, tan feliz. Me encantaba verla de esa forma, y la verdad valió la pena "pelear" con Dereck para que le "permitiera" dar un pequeño viaje a la playa solo los dos. Obviamente ahí ayudo Sandra, ya que sin ella hubiera sido casi imposible.

Necesitábamos estas vacaciones ya que los últimos días solo nos habíamos preocupado en estudiar y nuestros horarios nunca coincidían, por lo mismo nos veíamos pocas veces, algo que me era insoportable.

-Me suena a floro – dijo riendo mientras se acercaba a mí boca lentamente – pero funciona.

Solté una pequeña risita antes de que la besara y me perdiera en sus labios.

Nos separamos por falta de aire, que constantemente maldecía, y nos sentamos en la arena abrazándonos.

-Te amo – le susurre en el oído.

Se estremeció ligeramente y no dijo nada.

Me quede un rato esperando que dijera algo pero ella se quedó mirando al frente.

-¿Pasa algo? – pregunté después de unos segundos en los que prácticamente me volvía loco.

Siguió sin contestar. La gire levemente y vi que tenía la mirada en la arena. Le alce lentamente la barbilla e hice que me mirara fijamente. Pude ver que tenía miedo y estaba angustiada ¿Por qué?

-¿De qué tienes miedo? – le pregunté mientras veía como una lágrima caía lentamente.

Ella casi sonrió.

Revenge: The Game Starts [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora