Revenge: The Game Starts [Editando]

Capítulo 13: París (Part III)

La desesperación corría por mis venas, al igual que el miedo. Me negaba a aceptar que había perdido a Daniela para siempre, aunque comprendía muy bien sus motivos para querer alejarse de mí.

Tendría que esforzarme mucho más para recuperarla pero en estos momentos sabía que era imposible hacer algo, el motivo era simple, no me quería cerca de ella y aunque era consciente que eso no cambiaría por mucho tiempo, esperaría un poco para que se relajara y si tenía suerte, bajara esa barrera que se había creado.

Regresé a mi habitación en el hotel, y apenas abrí la puerta, un Dereck totalmente sonriente empezó a hacer preguntas.

Creo que vio mi cara porque se quedó callado.

-¿No fue bueno, no? - preguntó e hizo que me irritara un poco. La respuesta era obvia.

Negué con la cabeza sin ganas de entrar en detalles.

Después de una relajante ducha, abrí mi laptop para revisar mis redes sociales. Hace mucho que no lo hacía.

En Facebook tenía muchas solicitudes de amistad que ni siquiera veía, no era por ser vanidoso ni nada, pero me parecía irrelevante agregar a personas que no conocía y que sabía muy bien no me hablarían.

En twitter tenía nuevos seguidores, y los seguí de vuelta.

Instagram y Tumblr fue exactamente lo mismo, sin contar que en We heart It solo habían fotos que me gustaban pero que ya las tenía.

Gmail era otro tanto, no era interesante.

En Wattpad no habían actualizaciones de los libros que leía y eso me decepciono ya que quería despejar mi cabeza. Y sé lo que mayoría piensa y ¡No! ¡No tiene nada de malo que un chico entre a leer libros o novelas! Una pequeña sonrisa se formó al recordar que Daniela fue quien me creo la cuenta y el primer libro que leí fue "¿Todo por amor? ¡Eso ya pasó de moda!". Puede que sea raro que me gusten este tipo de lecturas pero era mi tiempo con Daniela y la historia era divertida y me atrapo ¿Qué puedo hacer? Los hombres también somos sensibles.

¿Cuántas redes sociales tenía?

Muchas.

Siempre me creaba cuenta en la red que salía, pero debía ser honesto, la mayoría de veces me aburría tanto que terminaba olvidándome el usuario y la contraseña.

Por un estúpido impulso, mejor dicho por un impulso de puro aburrimiento, abrí mi MSN.

Esa aplicación antigua que casi nadie usaba, y que la mayoría había dejado en el olvido.

¿Cómo recordaba la contraseña? Fácil. La contraseña era nada más y nada menos que: Contraseña. ¿Ridículo, no? En mi defensa tenía 13 años cuando me cree dicha cuenta, para mi suerte no puse nada "amixer" que me avergonzara cuando sea grande.

Habían mensajes de amigos en los que no había pensado desde que salí de secundaria.

Me reí un rato con sus mensajes, y cuando termine de leerlos me fui a mi bandeja de solicitudes, ahí un usuario me llamo la atención: LoveinSecret.