Revenge: The Game Starts [Editando]

The Game Starts.

Narra Luke:

Empecé a reír por quinta vez.

Al parecer, Gabriela, no solo era de armas tomar (literalmente hablando) sino que además era muy graciosa.

-¿Hace cuánto tiempo estas en el negocio? - pregunté.

Ella pareció meditarlo por unos segundos.

-Desde que tenía 5 años - dijo sonriendo. Obviamente no era una sonrisa de felicidad.

Abrí la boca sorprendido.

Había conocido a Gabriela apenas Gustavo se fue.

Apreté mis puños mientras recordaba.

Flashback

-Debes alejarte de ella - me dijo con esa voz tan fría y falta de vida.

-¿Por qué?

Me dolía todo, y no podía respirar.

-Si quieres que se quede aquí con ustedes lo único que tienes que hacer es alejarte de ella - gruño.

Se podría decir que no me dejaría ir hasta que aceptara esa maldita condición, ¿Cómo lo sabía? Bueno, no es difícil de adivinar ya que me está sujetando del cuello con su antebrazo en una forma para nada amigable mientras me apoya fuertemente contra la pared. ¿Por qué no me defiendo? La respuesta es más sencilla, detrás de él había seis hombres que me doblaban en tamaño, y como si fuera poco tenían pistolas en su poder.

Por mi mente pasaban mil ideas que constaban básicamente en mentirle y obviamente en no alejarme de Daniela, aunque no sabía exactamente que decir para convencerlo ya que no entendía porque quería alejarme de ella.

-¿Por qué lo piensas tanto? - Dijo entre dientes - Cristian hizo su sacrificio más rápido, ¿o no la quieres ver feliz?

Que dijera eso no me hizo reaccionar de mala forma si eso era lo que esperaba.

-Para ser un hombre supuestamente inteligente eres demasiado lento - uno de sus hombres iba a golpearme pero Gustavo hizo un gesto que hizo retroceder al hombre, lo agradecí ya que no creía aguantar un golpe cuando me costaba respirar en esta posición - la respuesta es simple - seguí hablando cuando la mirada de Gustavo se posó en mí - yo la amo y no quiero alejarme... para mí no es tan fácil porque sé que tengo una oportunidad con ella.

Me miró desafiante.

-Vuelvo a repetir la pregunta, ¿te alejas de ella o no se queda aquí?

Y me golpeo en el abdomen.

¡Wow! ¡Eso dolió!

Sin duda tenía manos muy duras.

Solté un leve gruñido que me costó una punzada de dolor extra en la zona recientemente dañada.

-No te la vas a llevar - respondí.

-No lo haré si dices que te alejaras de ella.

-¿Solo tengo que decirlo?

La cara que puso me indico que estaba tentando mucho a mi suerte.

-Es tu última oportunidad - amenazó - y para que no juegues conmigo habrá alguien vigilándote.

-Está bien - acepté obviamente resignado.

Entonces me tiro otro puñete y me lanzo contra el piso como si fuera un paquete.

Escupí sangre.

Me dolía, pero no tanto como la idea de alejarme de ella.

No sé cuánto minutos estuve tirado ahí sin moverme, pero cuando traté de pararme mi celular empezó a vibrar. Era un mensaje. Me tome mi tiempo para verlo ya que después de la golpiza que los hombres de Gustavo me habían dado, bueno, creo que tenía algo roto.