Jisoo mantuvo la mirada en ella, la mujer se le hacía familiar, sabía que la había visto, pero no recordaba donde.
Rosé bajó de su auto y caminó naturalmente a ella, se detuvo delante y la observó al detalle un momento, rebuscó en su bolsillo y la mirada curiosa de Jisoo seguía su acción.
La rubia mostró una tarjeta.
_¿Eres Kim Jisoo? - preguntó Rosé.
_Sí...- observó la tarjeta - esa tarjeta es mía, de mi taller, ¿por qué? - preguntó dudosa - ¿tiene algún reclamo?
_No - volvió a guardar la tarjeta - solo vine...a agradecerte.
_¿De qué? - se notaba confundida.
_¿Por lo el otro día? - preguntó incrédula, pero Jisoo seguía viéndose confundida - ¿no me recuerda?
_Lo siento, pero no.
_Pero...no hace solo dos días que me ayudó con mi auto - señaló - se había quedado varado en plena autopista.
Jisoo comenzaba a recordar.
_Ah, es verdad - asintió - pero usted ya me pagó.
_Sí, pero...no creo que sea suficiente, gracias a usted llegué a tiempo a una importante reunión de invercionistas.
_Y...- quería que siguiera.
_Que si no hubiera llegado, la empresa de mis padres hubiera perdido millones en dinero.
_Mmm, pues que bueno que no pasó, ¿verdad? - alzó los hombros - me alegro que le haya ido bien pero como verá...- señaló el capó abierto de un viejo auto - estoy trabajando, no necesito más agradecimiento, con lo que me dio me es suficiente.
_Sí, pero...con lo que le di no me es suficiente con lo que hubieramos perdido.
_¿Qué es lo que tiene en mente? - volvió a ponerse la careta y se encorvó para seguir trabajando.
_Pensé que...no sería mala idea invitarla a comer.
Jisoo volvió a enderezarse.
_¿perdón?
_Sí, como una muestra de agradecimiento, llevarla a uno de los mejores retaurantes de Corea.
Jisoo se levantó la careta y sonrió por un momento bajando la mirada, negando, era increíble que no podía estar ni un solo día recibiendo invitaciones de sus clientes.
_Lo siento - la miró - pero no puedo aceptar.
La sonrisa de Rosé se esfumó.
_Pero...¿por qué no? - preguntó extrañada, era la primera vez en su vida que la rechazaban una invitación.
_No hay un porqué, simplemente no lo deseo - respondió de la manera más amable que pudo - mi trabajo es arreglar autos, no estoy interesada en salir con mis clientes.
_Pero...- estaba muy confundida - ¿por qué? - volvía a preguntar más incrédula.
_Lo siento, mire, si no tiene algo más que decirme, tengo que seguir, ¿tiene algún daño su auto?
Hubo un leve silencio.
_Eh...- estaba sin palabras - no...- veía confundida a la pelinegra, ella solo asintió y volvía a ponerse la careta para seguir soldando.
Rosé, aun sin poder creerlo, giró sobre sus talones y caminó a su auto. Subió a él y se cerró la puerta, quedándose solo allí, con la mirada perdida.

ESTÁS LEYENDO
Lovesick Girls
FanfictionJennie recibirá un castigo por parte de su padre por ser tan mimada, vivir por un tiempo con una de las trabajadoras de su mansión, Lisa, la jardinera a quien a estado atormentando desde que ingresó a trabajar.