Jennie recibirá un castigo por parte de su padre por ser tan mimada, vivir por un tiempo con una de las trabajadoras de su mansión, Lisa, la jardinera a quien a estado atormentando desde que ingresó a trabajar.
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Jennie llamó a Lana desde su habitación, su grito fue una clara señal de lo enfadada que estaba, Lisa aún estaba sin asimilarlo, leía en documento y para ella era como si estuviera soñando, eso no podía ser real, era imposible que ahora sea la dueña de una millonaria empresa.
_Entonces, señorita, Lisa - el padre de Hyun pronunció - ¿Usted acepta lo que estipula el testamento?
El pequeño cruzaba los dedos para que dijera que no, su padre ya lo había ilusionado con lo que podría obtener, sería el niño más exitoso en Corea del Sur.
_Yo...- le era difícil responder, ¿No era una broma todo eso?
_Tranquila - interrumpió el abogado - tiene dos días para dar su palabra, mientras tanto - se puso de pie - nosotros nos retiramos y por favor - de su bolsillo sacó unas llaves, Lisa los recibió dudosa - visite la empresa para que esté segura de su decisión, el señor Kim confía en usted, tome la decisión correcta.
Los mayores hicieron una corta reverencia y salieron de la mansión, junto con el pequeño.
_Lisa - la pelinegra giró al llamado, aun no salía de la sorpresa - por pedido de la señorita Jennie - Lana comentaba apenada - por favor, retirese usted también.
_Pero...yo no sabía nada - volvía a explicarse - no puede enojarse conmigo - pronunciaba preocupada, no quería que Jennie la odie.
_Lo sé, pero esté tranquila, la señorita solo quiere estar sola por un tiempo, necesita asimilarlo - Lana lograba entender a Jennie, ella a estado desde que la castaña era una niña - por favor, entiéndela, su padre acaba de fallecer, fue un duro golpe para ella, y ahora se entera que su padre le dejó la empresa a usted, alguien con quien no comparte ningún vínculo.
_¿Puedo hablar con ella un momento? - pedía - necesito que me escuche.
_Lisa, dale su espacio, no la presiones.
La pelinegra, dudosa y mirando por dónde se encontraba el cuarto de Jennie, asintió muy a su pesar.
_Está bien...- suspiró - yo...iré a mi casa a...pensar, no lo sé, tampoco logro entender - pronunció estresada - ¿Por qué yo? Tenía que dejarlo a Jennie, ella es su hija, o incluso podría haberlo dejado a Rosé, no lo sé, ¿Por qué a mí?
_Lisa, ¿Aún no lo ves? - la pelinegra la vió extrañada - eras la mejor opción, alguien noble, alguien en quien podría confiar ciegamente, él...él también las vio juntas, las vió felices en el jardín, cómo jugaban, como se molestaban, hasta vió como Jennie te pidió ser su novia...- sonrió con nostalgia - él ya te consideró parte de la familia en cuanto supo que hacías felíz a Jennie, por eso te dejó la empresa, porque lo necesitas, y porque sabe que cuidarás a Jennie como él hubiera querido hacerlo, por favor - tomó su mano con cariño - piénsalo bien, ¿Sí?
Cerca de las escaleras, Jennie escuchaba todo con lágrimas en las mejillas, observó a Lisa mientras se abrazaba ella misma y seguía escuchando.
_Él pensaba...- Lisa estaba pensativa - ¿Qué me llegaré a casar con Jennie?