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Había pasado ya media hora desde que estaba lloviendo, Lisa y Jennie estaban en una esquina de la casa buscando que la lluvia no les cayera, la castaña estaba detrás de Lisa y ella daba leves caricias a su mano, tratando de calmarla mientras vigilaba que nadie viniera, ya era de noche y en una calle poca transitada podría ser peligroso.

Un trueno nuevamente se escuchó y Jennie apoyó su cabeza en la espalda de Lisa, aún sentía demasiado miedo, era algo que no podría controlar.

_Ya...ya está pasando - avisó Lisa después de diez minutos más, poco a poco la lluvia comenzaba a parar.

Gotas de lluvia caían por su mentón y su cuerpo temblaba ligeramente por el frío, su ropa estaba empapada y su cabello se pegaba a su rostro mojado.

_¿Segura? - Jennie levantaba la mirando, no soltaba la mano de Lisa.

La castaña solo tenía parte de su cabello algo húmedo, gracias a qué Lisa la cubría y que era ella quien tenía la silla de plástico sobre la cabeza.

_Ven - la guío con cuidado a la puerta, temía que resbalara - espérame aquí, ¿Sí? T-trataré de entrar por arriba y t-te abriré - temblaba.

En otra situación Jennie se hubiera burlado que la casa de Lisa no tuviera ventana, pero ahora solo deseaba estar dentro y sentirse protegida.

Jennie asintió y soltando su mano, Lisa se acercó nuevamente a un extremo junto a la silla, la acomodó para poder subir cuando escuchó el llamado de Jennie.

_Lisa...- la castaña retrocedió con temor, la pelinegra siguió su visión y un hombre parado en medio de la autopista la mirada, estaba igual de empapado y su ropa estaba sucia y rota, pero lo que hizo que Lisa vuelva al lado de Jennie y volviera a ponerse frente a ella en modo de protección, era el cuchillo que el hombre sostenía en una de sus manos.

_Tranquila...- volvió a tomar su mano - se va a ir...- susurró.

El hombro dió un paso adelante, seguido de otra y fue avanzando lentamente a ellas, Lisa estaba nerviosa, también tenía miedo, pero debía cuidar a Jennie.

El hombre se detuvo frente a ellas y Lisa no bajó la mirada, mirándolo fijamente.

_El dinero - pronunció - denme el dinero que tengan.

_No tenemos dinero - respondió Lisa.

_Mienten - observó a Jennie y ella se escondió aún más detrás de Lisa - reconozco una fina ropa como los que está usando ella, denme el dinero - apretó el cuchillo.

_Ya le dije - respondió nuevamente Lisa - no tenemos dinero.

_¡Que me den el maldito dinero!

Lisa aprovechó su enfado para irse contra él y golpearlo de inmediato, Jennie gritó del susto al ver cómo ambos caían y el hombro la hizo girar y levantó el cuchillo para atacar a Lisa, la pelinegra sostuvo su brazo con ambas manos en el momento justo.

Pero la energía se le estaba yendo, el tipo era mucho más fuerte.

Jennie, así sea asustada, corrió y le propinó "fuertes" golpes en la espalda del hombre.

_¡Déjela! ¡Déjela! - lo golpeana por todas partes - ¡Déjela! - notó que su ayuda no estaba dando resultado y que Lisa estaba perdiendo fuerza, e hizo la primera idea que se le ocurrió.

Lisa vió absorta como Jennie corría lejos sin ayudarla.

_¡HIJA DE P....- detuvo su hablar cuando notó que Jennie regresaba corriendo con una piedra en sus manos.

_¡Déjela! - el hombre giró a verla y la piedra se estrelló contra su frente y naríz, Jennie había hecho un gran lanzamiento desde lejos.

El hombre cayó inconsciente a un lado y Lisa se arrastró lejos de él, lo vió asustada cuando no esperó que Jennie corriera a su lado y tomara su mejillas para verla.

Lovesick Girls Donde viven las historias. Descúbrelo ahora