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— ¿Has pensado en lo que te propuse? — preguntó con algo de cuidado en sus palabras ocultando el nerviosismo que por alguna razón se apoderó de él, al verla tan de cerca.

Su cabello largo y oscuro como la noche hacía juego con los lentes redondos que la hacían ver demasiada hermosa e inteligente, el pequeño fleco cubría su frente con delicadeza, haciéndola ver demasiada hermosa ante sus ojos.

Llevaban cerca de un año de ser amigos, conociéndose, saliendo de paseo algunas veces y tratando de conocerse más. Tenían algunos gustos similares lo que lo hacía algo entretenido y divertido porque se planteaban charlas entretenidas e interesantes de hobbies en común.

Ji-Eun tenía demasiadas cosas en común con él que era imposible no sentirse atraído por ella, era hermosa, tierna, sexy y muy inteligente. Sin duda la mujer perfecta con la que estaría dispuesto a pasar el resto de su vida, si ella se lo permitiera.

Paso varias semanas tratando de armarse de valor para pedirle que saliera con él, tratando de mentalizarse para no sonar estúpido o tonto y cuando por fin se atrevió a hacerlo no recibió una respuesta clara; Ji-Eun no lo había rechazado pero tampoco lo había aceptado por lo que seguía con la duda y la incertidumbre de su respuesta, ansiaba por saber la y formalizar su relación, ciertamente no le gustaba ponerle el título de "novia" pero él también quería algo más y duradero con ella por lo que debía hacerlo lo más formal posible.

Maldijo por lo bajo al darse cuenta de que los demás universitarios paseaban por ese lugar, interrumpiendo su plática y la respuesta de la Omega, las pláticas de los demás opacaron el silencio que habían estado manteniendo desde que llegaron ahí, alguna risas se colaban poniéndolo más ansioso de lo que ya estaba.

¿Era correcto cambiarse de lugar?

Dirigió su mirada al rostro sereno y calmado de la Omega esperando una señal de incomodidad o nerviosismo pero no encontró algo similar, su rostro se mostraba sereno, en calma y sin algún atisbo de incomodidad.  Sus ojos negros como la noche le observaban con detenimiento como procesando una respuesta a su proposición.

¿Dudaba en aceptarlo?

Suponía que no era eso, conocía a Ji-Eun como para saber que las decisiones importantes de su vida eran perfectamente analizadas y con tiempo, tal vez se trataba de eso.

No existía alguna otra razón ¿ O si? 

Por instinto se acerco un poco más a su cuerpo, invadiendo su espacio personal pero tratando de no ser demasiado evidente o grosero, percibiendo el suave aroma a lavanda provenir de ella.

— Puede que suene como un idiota y urgido pero realmente me gustaría una respuesta de tu parte. — comentó tratando de no incomodar a Ji-Eun, no quería presionarla ni mucho menos hacer que pensara en cosas malas de él y malinterpretara su intención.

— Lo se, eh estado pensando en eso.— sonrió esperanzado en la respuesta de Ji-Eun, estaba feliz, algo ansioso pero feliz por la respuesta de la Omega.

Miró las ojos contrarios con la esperanza de que hablará ya, el aroma a lavanda se incrementó un poco más, nada abrumador pero si perceptible, dándole a entender que al igual que él, ella estaba nerviosa.

La miro acomodarse el fleco delicadamente detrás de su oreja, los dos pequeños lunares en su mejilla izquierda quedaron a su vista.

— ¿Sucede algo? — preguntó con curiosidad al darse cuenta de que Ji-Eun había dejado de observarlo y dirigía su mirada a su espalda con curiosidad.

— Te hablan, Yoongi.— sé giro confundido sin saber quién podría hablarle.

¿A él?

Su sorpresa fue evidente al darse cuenta de que Taehyung era quien le hablaba, se sintió algo extrañado al percatarse de que la ropa que estaba usando Taehyung era la suya, más aun en un lugar con mucha gente.

Confusión de vida -Yoontae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora