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Sentía una extraña e incomoda conducta entre  la forma en que la señora Min quería decirle algo, sabía que quería preguntarle o comentarle algo pero no sé atrevía a decirle.

A pesar de que su forma de tratarlo seguía igual a la de siempre, podía sentir aquella nueva sensación de que algo cambió. Su Omega mismo sentía aquello pero aún no lograba descifrar del todo de que se trataba.

—.. faltan un par de botones color rosa.— tacho las últimas cosas que debía comprar de la lista que hicieron antes de salir del departamento.

Una lista extensa de cientos de materiales y telas y que debían estar utilizando en los encargos que les hicieron, más de lo que realmente pudieran hacer en tan poco tiempo. Sumándole el hecho de que perdió tres días de trabajo producto del celo, tres días que realmente hubieran sido utilizado para avanzar y terminar alguna prenda que les encargaron.

— Sería lo último, ¿Tienes hambre? — asistió con vergüenza de no poder ocultar el rugido de su estómago pidiendo comida desde varios minutos atrás y que fue escuchado por la señora Min cuando creyó que no era así.

— .. vamos por algo de comer.— las bolsas en sus manos eran pocas en comparación con las que llevaba su suegra y aún así debía correr para seguirle el paso.

Jamás se imagino terminar yendo de compras con su suegra y que está le tratara bien, sabe que en la mayoría de las familias era difícil que este suceso aconteciera. Se siente agradecido de que la vida le diera una buena familia a la cual pertenecer.

El local de comida al que entraron se encontraba un poco o lo sentía vacío por lo espacioso y largo que era, solo un par de personas en las mesas se mantenían comiendo.

Pidieron un poco de kimchi para empezar su comida, sin dirigirse alguna otra palabra.

Tanto Yoongi como la señora Min eran silenciosos y poco hablándores, muy característico entre los alfas, su padre y hermano lo eran. Y de eso estaba muy acostumbrado, pero el silencio que hacía la familia Min durante largos lapsos de tiempo no eran incómodos o con incertidumbre. Eran tranquilos y hasta cierto punto rutinarios.

Algunas veces eran demasiado habladores pero la mayor parte del tiempo no lo eran, y se acostumbro a ello. Más cuando veía a su alfa trabajar frente a su laptop o leyendo un libro.

No podía dejar de pensar en su alfa y lo mucho que lo ama, a cada momento del día.

— Cuando me case con el padre de Yoongi era muy joven.— aquella revelación fue inesperada, el rostro pálido de la señora Min no se inmutó ante lo dicho y prefirió seguir comiendo, evitando mirarlo a la cara. — Fue un matrimonio que ninguno de nuestros padres acepto por el hecho de que éramos alfas y con el tiempo tuvieron razón.

— ¿Alfas? — la sorpresa fue evidente. Su familia jamás permitirían algo así, aunque ciertamente existían muchas cosas que jamás permitirían dentro de su núcleo familiar.

La sociedad actual era diversa, y más liberal que antes pero el hecho de que dos alfas mantengan una unión era complicado de aceptar por diversos aspectos.

— Así fue, tal vez fue una forma de demostrar que como alfas no existía nada que pudiéramos hacer, que no había límites ni imposiciones. La relación fue intensa y llena de altibajos hasta el punto en que ninguno de los dos estaba dispuesto a vivir con el otro, me divorcie del padre de Yoongi al poco tiempo de que mi hijo naciera. — aquello de una noticia que no se imagino escuchar en ese momento.

— Desde antes del divorcio sabía que él me engañaba y que salía con una Omega a quien al poco tiempo del divorcio convirtió en su esposa, la conocí, de hecho, por cuestiones del trabajo, pero evite que supiera de la existencia de mi hijo por cuestiones de interés.. él nunca quiso conocer a Yoongi y quizás de esa manera vivimos una vida tranquila y calmada todo esté tiempo. Fue la mejor decisión que pudimos tomar y la razón por qué la deseaba que Yoongi se empezará con un Omega.

Se avergonzó completamente ante ello no logrando ocultar el rubor en sus mejillas.

— ¿Con un O–omega?

— Si, Yoongi estuvo encaprichado por un tiempo en que quería a una beta de pareja pero yo estaba en desacuerdo, cuando cambio ese interés por los betas apareciste tú. — su respuesta directa le intimido, su tono de voz directo y sin emoción le dejo a entender que era el culpable de ello.

— Lo siento. — susurro apenado y muy avergonzado, casi sintiéndose culpable por las decisiones que Yoongi tomó.

— No tienes que hacerlo, fue lo mejor que pudo sucederle, no fue correcto enlazarse tan pronto pero respeto la decisión que tomaron, solo te pido que aún no se embaracen, no quiero que malinterpretes mis palabras. Quiero ser abuela, de hecho quiero muchos nietos pero aún no. Son demasiado jóvenes, los dos, y aún no terminan sus estudios, tampoco han salido a divertirse juntos o a cenar. Diviertanse, salgan, conozcance, y amence mucho, es lo único que pido para ambos. Me tranquiliza saber que mi hijo tomó de compañero a un gran Omega como tú.

Agachó la mirada avergonzado y más colorado de lo normal ante lo dicho por la señora Min.

— Eres como el hijo que Omega que nunca tuve, es algo que Yoongi no sabe pero siempre quise tener un hijo Omega a quien cuidar y proteger.. el instinto de un alfa es así; la protección, el proveer  y ser la figura segura de los demás... lo hice con Yoongi pero es diferente el cuidado y educación de un alfa a la de un Omega.— el suspiro lastimero de la señora Min le oprimió el pecho.— Espero que mis palabras y mi intención no sea malinterpretada, quiero lo mejor para los dos. Por qué aunque no lo creas eres mi responsabilidad y estás bajo mi cuidado y de mi hijo, al igual que tú con nosotros, ahora somos una familia aunque sea pequeña, ya eres parte de nuestra familia. Independientemente de como se dieron las cosas.

Confusión de vida -Yoontae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora