Espejito TaeHyung || KookTae ||

VII

– Amo...– Jeon sintió que lo movían levemente.– Amo...– Tae intentaba levantar a JungKook pero este estaba en su décimo sueño, definitivamente había sido un mal momento para que su amo se quedase a dormir. Pues, el padre de este lo llamaba a gritos desde la habitación del menor y TaeHyung no quería que su amo y novio terminase regañado.– ... ¿Amor?– con el pequeño apodo Jeon abrió solo un ojo viendo al rubio.

– Bebé...– se dio media vuelta para abrazar la cintura de su amado pero este se aparto haciendo que arrugara el ceño.– ¿Sucede algo?– esa fue la única forma de hacer que se despertara.

– Te estoy tratando de levantar desde hace rato y pareces muerto, Jeon.– dijo Tae haciendo el puchero mas adorable que su pareja pudo ver.– Tu padre te esta llamando.– mencionó con el ceño fruncido.– Se que me dijiste que no te importa pero me tiene aturdido.– susurró con un rostro lastimero.

¡JungKook!

Se escuchaba desde lejos la voz del rey.

Pero JungKook ni se inmuto, solo se limitó a encogerse de hombros y volverse a acostar abrazando rápidamente a su mayor.– Que siga gritando.– murmuro tomando una almohada colocandola en la cabeza ajena tapando sus oídos.

– Ya es de mañana, ha de estar buscándote desde hace rato.– Tae quiso soltarse de su agarre pero le era casi imposible.

– No me quiero ir.– apretó su abrazo empezando un berrinche.– Me quiero quedar contigo y besarte hasta que me quede sin aliento.– se sentó en la cama soltando a su novio y este creyó ser libre por escasos segundos, ya que el azabache tomó su rostro pegando sus labios algo brusco.

– JungKook.– mencionó su nombre a mitad del beso colocando sus manos en su pecho alejandolo.

– ¿Mh?– preguntó molesto, no le gustaba ni en lo más mínimo que le negara algo.

¡Aparece Jeon JungKook!

– No iré.– dijo el príncipe severo.

– Pero- – fue muy descortésmente interrumpido por el pelinegro.

– Es mi ultima palabra.– observó a su mayor totalmente serio.

Ante eso y temiendo de que el menor se enojara bajo la cabeza sumiso.– Esta bien.– Jeon totalmente gustoso de la sumisión ajena volvió a unir sus labios pero esta vez con mas agresividad.

¿No lo has visto?

No.

¿Entonces?

Jeon. ¿No te has puesto a pensar en él?

¡Claro que lo hago!

Tú solo lo buscas para comprometerlo Jeon.

No te metas en eso.

¡Claro que voy a meterme! ¡Es mi hijo también!

Nina, tu no entiendes.

¿Que no entiendo? ¿Que ves a tu hijo como un cheque inmediato? ¿Eso es lo que no entiendo?

No es eso.

¿Entonces?

...

...

...

¿No responderás?

No tengo nada que responderte.

Ambos al escuchar el principio de la discusión decidieron prestarle atención interrumpiendo su momento.