– ¡Llegas a tocarlo, mal nacido!– gritó JungKook abrazando a TaeHyung cargandolo y sacándolo de la cama.– ¡Guardias!– buscó ayuda desesperadamente ya que estaba completamente desarmado y no quería que le pasara nada a su menor.
– No pidas ayuda, cobarde.– musito con odio caminando en su dirección.– Te daré a elegir Jeon. Mueren los dos o... Te haces de lado y esto solo será un mal trago.– sonrió macabramente pero su sonrisa no duró mucho al sentir algo en su espalda.
– Tengo una tercera elección, dejalos en paz.– era su esposa quien lo apuntaba con otra espada.– Claro, sin contar la cuarta opción...– susurro lo más bajo posible pero audible.– Morirás tú.– habló tan lentamente que llegaba a dar miedo.
Era una situación tensa, los guardas yacían en la puerta vigilando que nada se saliese de control, mientras su padre los apuntaba su esposa lo traicionaba por la espalda.
– ¡Bajen las armas!– chilló TaeHyung apretando los hombros ajenos con temor al ver a su supuesto suegro dar un paso al frente quedando más cerca de JungKook.
– Dejalos en paz, Jeon.– habló si mujer ejerciendo más fuerza con la espada.
– Largate Nina.– claro está que ella no hizo caso.
Pero fue en un abrir y cerrar de ojos cuando él rey atacó a su hijo fallando en su intento pero su mujer quien no dio falsas amenazas clavo aquella filosa arma en su pierna.
– ¡Mamá!– gritó el príncipe viendo a su padre quejarse en el suelo mientras la sangre brotaba rápidamente fuera de su cuerpo.
Está lo miró sin expresión alguna a su esposo en el suelo, simplemente ordenó a los guardias que se lo llevaran de ahí, soltó su arma dejándola caer en el suelo y vio a ambos menores, soltando un largo y pausado suspiro y como si nada hubiese pasado les sonrió otorgándoles calma.
– Él estará bien, pero creo que ustedes no lo están del todo.– musito bajo y TaeHyung se dio cuenta que su voz se escuchaba rasposa, tal vez podría ser de lo tanto que grito y por ende quedó ronca por el sobreesfuerzo a sus cuerdas vocales.
– Lo estamos.– afirmó JungKook y giro su cabeza para ver a su novio.– ¿Si?– quiso cerciorarse viendo al castaño asentir.– Bien.– lo abrazó con fuerza soltando sorpresivamente un sollozo.
• • •
– Aunque no quieras ellos se casaran.– habló Nina con frialdad.– No deberías llamarte rey a ti mismo, le han quitado la corona a ellos y, ¿aun quieres hacerte la víctima? Agradece que TaeHyung es noble y no te mata de una maldita vez.– lo observaba con desprecio en la celda.– Ya veo lo que decía aquella anciana, han cometido las peores atrocidades.
Con eso cerró la puerta a sus espaldas cambiando su expresión a una serena, no quería preocupar a los menores que luego de un tiempo lograron calmarse y volver a una normalidad nueva, así que comenzo su caminata por los largos pasillos del gran castillo hasta llegar a la sala del trono riendo cuando el grito de su hijo llegó a sus oídos, le dio tanta ternura al ver como a JungKook le estaba dando un ataque de pánico mientras su novio se reía de él, sinceramente TaeHyung no estaba ayudando a su futuro esposo para nada. Ya habían pasado un par de semanas desde aquel suceso y ahora los futuros reyes se preparaban para salir a anunciarle su casamiento al pueblo.
– ¡¿Y si suelto alguna estupidez?!– JungKook halaba su cabello con fuerza tratando de calmarse, cosa que le estaba costando solo un poco.– Empezaré a hablar raro y no articulare bien, no quiero, habla tu, te reirás de mi cuando empieza a tablar... ¡¿Ves?!– si, un ataque de pánico.
– ¿Que? Claro que no, mira.– TaeHyung se coloco en frente del ventanal.– Imagina qué allá está el pueblo. Te situas en tu sitio derecho y dominante, hablas de manera cordial y sólo dirás; Hoy, amado pueblo, tengo la dicha de anunciarles nuestro casamiento con la familia Kim. No sólo es nuestro gran día, sino que ustedes también son parte de aquel gran día.– recitaba mientras su prometido se anotaba todo mentalmente.– Listo, es muy fácil.– le sonrió en grande.– Así dijo mi madre cuando se casó por segunda vez.– su rectangular sonrisa calmó todos los ataques de su amado obteniendo una sonrisa nerviosa de su parte.
– D-De acuerdo... Lo tengo... O al menos eso creo.– Tae se encaminó hacia él con una gran sonrisa colgándose de su cuello besando sus labios con amor.– Te amo TaeHyung.
El nombrado froto sus narices con sentimiento devolviéndole el amor.– También te amo JungKookie.
Nina veía la escena tan alegremente hasta que una anciana pasó por su costado llamando su atención, esa señora tenía la particularidad de tomarla por sorpresa.
La reina fue en su dirección haciendo una reverencia en forma de saludo.
– Al menos logramos un final feliz.– se quito la caperuza mostrando su rostro completamente.– Dejo en sus manos a mi amado hijo, señorita Jeon.– esa oracion dejó a la reina con un ceño fruncido.
– ¿Hijo?– preguntó anonadada viendo a la mujer asentir.
– Por favor, entrégale esto por mi.– le dio un collar con una hermosa piedra de esmeralda en el centro de una medalla muy pequeña.– Ha sido un placer, majestad.
Nina sonrió empuñando el collar entre sus manos protectoramente entendiendo quien era aquella mujer.– También ha sido un placer para mí, majestad.
La anciana sólo sonrió en dirección a la joven pareja y camino fuera de la habitación desapareciendo sin dejar rastro.
"Al menos logramos un final feliz, ¿verdad, espejito?"
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Espejito TaeHyung || KookTae ||
FanfictionSe sentia en uno de esos cuentos que sus padres les ordenaban a los sirvientes para que se lo leyeran, totalmente surrealista y sin sentido. ¿Un espejo mágico? Se sentía como un niño ignorante al poner en duda la realidad. Según su abuelo aquel espe...