Espejito TaeHyung || KookTae ||

Ruta A II

TaeHyung estaba en la cama del mas alto, algunas personas que trabajaban en el castillo le trajeron comida y bebida.

En este instante el pelinegro se encontraba con su padre, este se resignaba a dejarlo en paz, aún seguía necio con el tema de casarse con otra persona, su madre lamentablemente no podía hablar y no es que no quisiera, la habían sacado de la habitación dejando solos a padre e hijo.

– No te casarás con él. Mañana mismo viene, ¡tu verdadera prometida! Le pondrás el anillo que le haz dado a ese... Ese... E-Ese rompe familias y se lo darás a la princesa SoHee.

Eso era lo que escuchaba TaeHyung desde la habitación de JungKook, abrazó la almohada de éste soltando un suspiro. Su cabeza no paraba de repetirle la escena de su muerte una y otra vez, aun no podía creer que la familia del chico que mas amaba lo había matado a él y a su madre.

– Oh, déjame decirte algo, mi prometido está conmigo, inútil. ¡Me vale una mierda que me obligues! ¡Yo me casare con TaeHyung te guste o no!– luego del grito del príncipe se escuchó un portazo, segundos después la puerta de la habitación se abrió con calma y el rostro de Kook apareció en su visión haciéndolo sonreír.– Lamento si has escuchado algunos gritos.– susurró caminando a paso lento hasta él besando sus mejillas y posteriormente sus labios.

– JungKookie...– susurró viéndolo.– ¿Ya leíste lo que te dio esa mujer?– al recibir la negación del príncipe abrazo más la almohada del azabache.– No lo leas... Por favor...– pidió sin mirarlo, no quería saber la reacción del azabache ante nada que tenga que ver él mismo.

– ¿Por qué lo dices bebé?– JungKook acarició su castaño cabello con amor, besó su mejilla y se levantó nuevamente.– Iré a ver a mi madre, debe estar muy preocupada, vuelvo en nada.– el asentimiento del mayor... ¿O menor?– Tae... ¿Que edad se supone que tienes... Ahora?

Tae sonrió sin gracia.– 15.

JungKook abrió los ojos como platos al escucharle, ¿había oído bien? ¡¿15 años?! ¿Le había hecho de todo lo imaginable a un chico de 15? Menos mal era el príncipe y no tendría que pagar justicia por pedofilia.

– Está bien... Woah...– soltó un suspiro viendo a su novio.– 15... Quede super viejo a tu lado.– su risa provocó la carcajada del menor.

– Tienes 19 JungKook.

– ¿Y que? ¡Te gano por cuatro años!– exclamó buscando otra risa en TaeHyung, desde que todo el desastre pasó se volvió muy incómodo el ambiente y que mejor que buscar la felicidad del chico que hacía tan solo el día anterior estaba rubio y encerrado en un espejo. El castaño soltó otra risa haciendo que JungKook suspirase al verle.– Ahora se porque eres tan bajito.– sé acerco a la cama besando sus belfos, metió una mano debajo de las sábanas buscando la tersa piel desnuda de sus muslos, ya que él le insistió a su menor que se pusiera una ropa más cómoda.

Se acomodó encima suya quitándose los zapatos rápidamente, se metió debajo de las cobijas bajando sus besos a su cuello, aprovecho el estado de exitacion de TaeHyung para alzar su camisa metiendo sus frías manos.– Kook, ahora no.– susurró besando sus labios con una gran sonrisa, pero Jeon necio JungKook sonrió pícaro tirando de la tela hacia arriba y justo cuando la iba a sacar de su cuerpo la puerta se abrió estruendosamente dejando ver a su padre.

– Maldita sea. ¡¿Que coño quieres?!– JungKook se iba a quitar de encima del castaño pero este no lo dejó abrazandolo con fuerza.

– Calma JungKookie.– le susurró apretando sus labios.

El rey observó la escena y lo vio con reencor.– ¿Por él dejás a una buena reina para ti?– y fue ahí donde a JungKook se le encendió una bombilla imaginaria encima de su cabeza así que con calma beso la mejilla de su amante levantándose con calma, arreglo las cobijas en el cuerpo ajeno y se sentó en los pies la cama enfrente de su novio.

– Yo tengo una mejor pregunta. ¿Por qué una señora me dijo que yo no conocía por completo a mi familia?– alzó una ceja viendo a su padre fruncir aún más el ceño.– ¿Que me han ocultado toda mi vida? ¿Por qué mi mamá si conoce la historia y yo no? Según mi madre es un príncipe y me contó brevemente la historia de la familia que vivió aquí antes que nosotros, osea tengo que asumir que TaeHyung es de la realeza y que mi apellido le robó su corona. ¿No es así?– el mayor de los tres bajó la guardia viendo a su único hijo cruzarse de brazos.

– Todo eso es mentira, Jeon. ¿Que me quieres decir con eso? ¿Acaso piensas que eso es así?– JungKook se encogió de hombros.

– Yo no he dicho eso, te estoy haciendo unas preguntas específicas y me respondes eso, ¿Tengo que opinar algo al respecto?– su padre se puso tan blanco como una hoja de papel, ¿acaso el azabache se habia enterado de algo?

Al escuchar atentamente a su pareja TaeHyung poco a poco iba perdiendo la poca fuerza de voluntad que tenía para no llorar, recordarlo era sumamente doloroso, de un momento a otro se vio en un espejo y de la nada pudo ver a su madre una última vez para sacarlo de ese sitio, era horrible, espantoso.

– Jeon, no le mienta más a su hijo.– soltó haciendo que JungKook y su padre voltearan a verlo.– Mataron a mí madre... Solo porque ella era reina sola, mi padre murió por una enfermedad, mi madre era lo único que tenía, y...– apretó sus labios alzando su mirada viendo como el pelinegro lo observaba fijamente.– La mataron enfrente mía, quise huir pero... Aquella mujer que me sacó del espejo es mi madre, no se como o que hizo pero ella apareció de la nada justo cuando me habían acorralado en una habitación, me dio la opción de morir o vivir en un espejo por el resto de mi vida.– observo al padre de su novio y se reventó en un llanto mudo.– ¡Les he servido durante décadas! ¡Por más de un siglo! ¡¿Aún tiene el descaro de decir que todo fue mentira!?– cuando comenzó a alterarse JungKook rodeo la cama con prisa abrazándolo por el costado.

– Tae, calma mi vida.– besó su mejilla sintiendo al menor respirar hondo.

– Usted sabe muy bien a lo que me refiero.– susurró viendo cómo el rey asintió admitiendo la culpa de la realeza Jeon.

– Sé a lo que te refieres... Se supone que estabas muerto. Él unico que te trató bien fue mi padre, siempre dijo que lo que hizo nuestro apellido fue lo mas horroroso que pudo hacer un ser humano, por eso nunca quiso que yo heredar el espejo, él sabía muy bien lo que yo iba a hacer contigo.– agarró la espada de una de las estatuas de decoración del pasillo acercándose a la cama.– Y creo que debería acabar con el único testigo en vida.