12. Wishes and witches II

5.3K 336 29
                                    

"Eres asqueroso, eres muy repulsivo", murmura Juliana dirigiendo su mirada a la carpa que se forman en sus pantalones de pijama.

Ya es sábado en la mañana, ha pasado más de una semana en la que Juliana ha tenido que acostumbrarse a nuevas cosas, e incluso adaptarse a un nuevo horario. Ahora debe despertar más temprano, antes que su madre, para poder darse una ducha de agua fría, pero no lo hace para despertar, lo hace con el objetivo de dormir a la cosa que ahora cuelga entre sus piernas.

Es horrible, piensa Juliana, es como si todo la excitara. Y a veces ni siquiera tiene que pensar en cosas calientes, un simple rose de su pantalón puede levantarlo, como si tuviera un switch.

Sin contar con lo estresante que es, estar con continuo miedo a que lo descubran.

Aunque el bulto no sea muy obvio, por los pantalones ajustados y la gran sudadera gris que se habido obligada a usar. Caminar sigue siendo algo muy incómodo.

A demás que, para ser una futura diseñadora, esa sudadera es un crimen contra la moda.

"Odio esto", Juliana gimió con frustración dejándose caer hacia atrás contra las almohadas. Y vuelve a cubrirse con las cobijas.

'Vamos Juliana aguanta. Gracias a Dios es temporal'.

Maldito pene estúpido, maldito deseo.

"¿Con quién hablas?", pregunta Valentina ingresando a la habitación de Juliana sin tocar.

"¡Val! ¿Qué-..."

"Tu mamá me dejo pasar", Valentina se adelanta a responder. Camina hasta la cama de Juliana para sentarse a su lado.

Juliana se sienta en su cama para mirar a Valentina. Sabe que la castaña está molesta con ella, lo sabe por la forma en la que su lengua empuja su mejilla en el interior de su boca. La pelinegra la ha estado evitando los últimos días sin ninguna razón aparente. O tal vez sí.

Valentina no tiene idea de lo que llega a provocar en su novia, con cada caricia, rose o mirada. Cada vez que se muerde los labios o le habla a Juliana entre susurros en el oído.

A la pelinegra nunca le molesto, le agrada lo cariñosa que puede llegar a ser Valentina con ella. Pero ahora es otra historia, una parte de su cuerpo reacciona de manera diferente y eso la pone nerviosa e incómoda.

La hace sentir como una completa pervertida.

" Val..."

"No, Juls. ¿Qué pasa contigo?, Te estuve esperando ayer", dice Valentina con tristeza. "¿Simplemente planeas evitar a todos hasta que desaparezca?", la mira esperando su respuesta.

Juliana se siente culpable al instante. No tenía la intención de hacer sentir a su novia de esa manera, está siendo muy dramática, no quiere arruinar su relación con Valentina por una locura como esta.

"Lo siento, Val", se disculpa Juliana, está claro que ha estado dejando que esta situación la afecte demasiado.

"Está bien", dice Valentina con una sonrisa cambiando de ánimo muy rápidamente. Sorprendiendo a Juliana. "Me lo puedes compensar hoy".

Juliana frunce el ceño y mira a Valentina con una ceja levantada esperando que continúe.

"Hoy hay una cena en la casa de Eva y tú serás mi acompañante", dice Valentina, su sonrisa no abandona su rostro.

"Val, no. Eso no". A pesar de que Eva ya acepta la relación con su hermana y esta es mucho más agradable con Juliana sobre todo desde nació la sobrina de Valentina. Sigue siendo incomodo, sobre todo en las cenas, donde la pelinegra puede sentir la mirada penetrante de Eva como si supiera sus más oscuros secretos.

Juliantina (Mini Historias) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora