Juliantina (Mini Historias)

8. Waiting For Love III

Presente

Lupe explota su teléfono con mensajes de texto y mensajes de voz.

Juliana elimina cada uno de ellos.

Ella no quiere lidiar con esto ahora. Valentina la necesita, Juliana no esta dispuesta a poner a nadie por encima de la castaña. La pelinegra le da una rápida mirada a su novia, que está ocupada mirando su teléfono.

Valentina la mira por encima de sus anteojos y no pasa mucho tiempo hasta que ambas terminan sobre la cama de la castaña.

Se encuentran en un silencio cómodo, el único sonido en la habitación proviene del teléfono de Valentina. Finalmente, la mano de la castaña se desliza debajo de la camisa de Juliana, y su toque se vuelve más ligero. Sus dedos trazan patrones ausentes a lo largo de la piel por un tiempo antes de detenerse contra las cicatrices en su espalda baja.

"Juls, ¿Me vas a contar como te hiciste esto?" Valentina pregunta, una nota de preocupación en su voz.

Juliana se tensa y se siente insegura mientras la mira. Había prometido a Valentina hablarle sobre las cicatrices en su espalda, pero la vergüenza y el miedo se interpusieron. Sabe que Valentina la ama y jamás la juzgará.

"Mi papá", admite en voz baja después de un momento. "Yo ... solía mojar la cama cuando era pequeña y me castigaba". Cierra los ojos, tratando de alejar los recuerdos y, en cambio, se concentra en el toque constante y reconfortante de la mano de Valentina sobre su piel. "Me golpeó con el cinturón y a veces la hebilla me cortaba".

La mano de Valentina se queda quieta, se había imaginado mil escenarios de como ocurrieron aquellas cicatrices, una caída de niña, un accidente, pero nunca que el propio padre de Juliana fuera el causante de ello.

Juliana abre los ojos una vez más para mirar a Valentina. Hay una mirada de puro horror en su rostro, y parece que está a punto de llorar.

"No merecías esto Chiquita. Lamento que hayas sufrido así", continúa Valentina suavemente. Se inclina y Juliana puede sentir los mechones de cabello haciéndole cosquillas en la espalda mientras levanta su camisa lentamente.

Y luego los suaves labios se presionan suavemente contra sus cicatrices, y Juliana no puede evitar dejar escapar un tembloroso aliento ante la sensación.

"¿Tu madre?" pregunta Valentina. "¿Nunca hizo nada?", Juliana observa a la castaña separarse de su espalda.

Juliana la mira pensativa por un largo momento antes de responder. "Si y no."

"La mayoría de veces no estaba presente. Lupe trabajaba y El Chino se quedaba conmigo en las noches" responde Juliana desviando su mirada. "Pero ella lo sospechaba. Supongo que lo ignoraba", la pelinegra levanta sus hombros.

"Oh, Juls", dice Valentina con simpatía.

"Quiero decir, nunca fue mala conmigo. Pero, ¿Porque se quedo con él a pesar de lo que me hacia?" ella pregunta, volviendo la mirada hacia ella.

"A veces el amor es ciego", Valentina aprieta la mano de Juliana antes de continuar. "Lucho era un mal chico, todos me lo dijeron. Pero ahí estaba yo, en una relación llena de alcohol, drogas. Pensando en que todo eso valía la pena".

Los ojos color marrón se abren con incredulidad. "¿Lo amabas?".

"No" dice Valentina antes de presionar un suave beso en los labios de Juliana. "Pensaba que sí. Pero luego te conocí. Y Realmente no hay nadie que me haya hecho sentir tan amada como tú me haces sentir".

*****

"¿Terminaste?" Perlita pregunta, cerrando la puerta y mirando a Juliana.