Juliantina (Mini Historias)

21. Voto de Castidad I

Para Valentina, no resultada un gran problema, o al menos no en ese momento de su vida. Ella estaba bastante feliz con su relación, Juliana era dulce, cálida, amable, hermosa y sexy en todos los sentidos, sin siquiera intentarlo.

Además, nunca había sentido una conexión tan fuerte con alguien. Valentina supo desde un principio que Juliana era la indicada para ella, la atracción física que había sentido en un comienzo, rápidamente se había convertido en amor genuino por la mujer, ligeramente más joven.

Pero claro, por la mirada de sorpresa que estaba obteniendo de su amiga y de la novia de esta, le hacía pensar que, al parecer, ellas no pensaban lo mismo. En su defensa el tema había surgido de la nada, y no había sido intención de la castaña, dejar a relucir esa pequeña particularidad de su relación.

"¿Me estás diciendo que tú y Juliana, nunca han tenido...?", preguntó a medias Vera, una de las mejores amigas de Valentina, quien se encontraba cenando junto a la castaña.

"¿Eso siquiera es posible? ¿Cuánto llevan?", cuestionó a su vez Marcela, la novia de la rubia. Sus rostros mostraban tal confusión que Valentina no pudo evitar comenzar a sonrojarse furiosamente.

"Dos años", respondió Valentina, encogiéndose en su asiento "Y no...", añadió en voz baja, un poco avergonzada.

La morena negó con su cabeza y suspiro decepcionada, lo que hizo que Valentina se sonrojara mucho más. "Sabía que su relación se veía demasiado perfecta para ser verdad"

La castaña levanto la cabeza y miro molesta a la novia de su amiga, su relación era perfecta. Realmente son una pareja perfecta la una para la otra, tienen un relación sana, solidaria y satisfactoria, por lo que Valentina la aprecia y no cambiara nada entre ellas dos, excepto por un pequeño detalle.

Juliana no mantiene relaciones sexuales con ella.

Lo más lejos que las dos han ido es tocarse por encima de la ropa, pero nunca han tenido sexo, en sus dos largos años de noviazgo.

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Flashback

Valentina había invitado a Juliana a una cita nocturna, y era la primera vez que iba a quedarse para pasar la noche con su novia, por lo que la castaña esperaba que por fin pasaran al siguiente nivel en su relación. Llevaban saliendo más de cinco meses, y a la mujer mayor sinceramente le gustaría ir más allá que solo besos.

No es que los besos de Juliana le disgustaran, Valentina tiene que admitir que se ha vuelto adicta a esos suaves labios rosados y no puede evitar buscarlos en cada oportunidad, pero Juliana siempre la frena sin ninguna razón cuando las cosas empiezan a tornarse más calientes.

La castaña no podía evadir la pregunta que siempre rondaba en su mente, ¿Por qué Juliana no va hasta el final con ella? Valentina tenía que ocultar siempre sus ganas de saltarle encima. La pelinegra era una perfección casi monstruosa y terriblemente sensual, como si fuera una modelo de temporada, esculpida a mano, a excepción de una pequeña singularidad, que parecía ser más un simple error intencional de la naturaleza. Su novia es intersexual, se lo había confesado en su tercera cita y a Valentina no pudo importarle menos.

"Juls, ¿Puedo hacerte una pregunta?", dejo salir Valentina, luego de que Juliana le entregara un cambio de ropa para dormir, cuando la castaña lo que menos quería era estar vestida.

"Si, por supuesto", contestó Juliana sonriente, ajena a toda la situación.

"Hemos estado saliendo ya por un tiempo. Sabes que me gustas mucho Juls, quiero decir, es dolorosamente obvio cuanto me gustas"