Juliantina (Mini Historias)

11. Wishes and witches I

Juliana G!P

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"Aagg. Duele", Juliana gimió mientras se encogía en su cama. Ya no soportaba tantos cólicos. Había pasado más de una hora buscando una posición cómoda para evitar el dolor y ninguna estaba funcionando. "Mi cuerpo está tratando de matarme".

No podía tomar más medicina. Había tomado dos pastillas para el dolor hace menos de dos horas y por más que no disfrutara su vida, no quería morir de una sobredosis.

Gira en su cama una vez más y se acurruca en una almohada para ponerse cómoda, mientras lo hacía siente los espasmos de dolor en el área baja de su abdomen. "Dios. ¿Por qué no nací hombre?", vuelve a gemir tratando de encontrar una posición libre de dolor.

En esos momentos Juliana estaría más que dispuesta a cambiar sus ovarios por un par de testículos en su lugar y así aliviar el dolor para siempre.

Cuando la medicina por fin tuvo efecto, ella comenzó a adormecerse hasta caer completamente dormida.

El sonido de la puerta principal cerrándose despierta a Juliana de su sueño. Su mente todavía esta somnolienta y confusa por haber sido despertada tan abruptamente, pero puede sentir el dolor volver a su vientre.

Juliana trata de levantarse para dirigirse al baño cuando su madre entra por la puerta. "Juli. Necesito que le lleves este sobre a Beltran y... ¿Qué tienes?", dice Lupe cuando mira a su hija tratando de pararse de la cama.

"Lupe, me duele".

"Hija eres muy dramática. Tomate una pastilla o algo", Lupe vuelve su mirada al sobre en su mano. "Llévale este sobre a Beltran, se encuentra en la casa de Bárbara. Como siempre", la madre de Juliana comenta dejando el sobre de color marrón encima de la mesa de noche.

"Mamá. También te amo", dice Juliana con un tono de sarcasmo en su voz. Puso sus ojos en blanco al darse cuenta que su madre apenas la miraba. "¡Lupe! No puedes ir tú".

"No. Debo volver al restaurante", comenta Lupe antes de salir de la habitación y así evitar las quejas de su hija.

Juliana la sigue.

"Pero Lupe... "

"Juliana, has estado todo el día en la cama. Dios te dio dos brazos, dos piernas y un esqueleto para que te levantes y le ayudes a tu pobre madre. He estado trabajando todo el día"

Juliana giro los ojos por lo manipuladora que podría ser su madre. Suspiro antes de caminar hasta su cama para colocarse sus zapatos. Llevaría ese sobre rápido y así podria volver a su cama y seguir lamentándose de su existencia.

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"¿Dónde está Valentina?, ella es tu novia. Ella debería estar aquí contigo, soportándote, no yo", Bárbara exclama. Juliana la mira y le sonrie. Había pasado media hora en compañía de Bárbara esperando que su padre apareciera, ya que, según las instrucciones de Lupe, debía entregar el sobre en las manos de Beltrán.

No entendía a Lupe y todo su misterio.

"No tienes algún hechizo o poción que me quite el dolor", pregunta Juliana a la mujer frente a ella.

"No", Bárbara ni siquiera levanta la vista de la revista que está leyendo para mirarla. Juliana gime y se levanta para caminar un poco. Estar tanto tiempo sentada en esa silla ya había comenzado a cansarla.

Empieza a vagar por la casa hasta llegar a la sala, atraída por todos esos artefactos extraños que hay en la casa de la bruja. Cuando siente como una especie de torrente comienza a bajar por su útero. Necesita ir al baño con urgencia antes de manchar sus pantalones.