La Violinista

Problemas

Por fin he vuelto a las prácticas de baloncesto, ya lo necesitaba, entrenar me ayuda a despejar la mente, sin embargo sólo puedo entrenar en la escuela o cuando escapo al parque, mi padre odia que practique en casa, al parecer no le daría buena impresión a los vecinos. A los vecinos no podría importarle menos lo que hago, pero no puedo desobedecer a mi padre en esto, terminaría muy mal.
A pesar de que ya terminó mi detención, el entrenador aún sigue molesto por lo que me ha puesto a realizar ejercicios extra para reponer los días que no asistí a práctica, y no solo eso, sino que también tengo que guardar el equipo que se utiliza para las prácticas, así que una vez más me quedo hasta tarde en la escuela, suponía que me castigaria de alguna manera, aunque no quejo.
Pese a que todos se han ido, práctico un poco más, no tengo ganas de ir a casa, tampoco quiero salir con el equipo de baloncesto y Daniel está ocupado con un proyecto, aún no quiere revelarme que es, así que mi único escape hoy es entrenar, no me quejó, puedo pensar más a detalle en diferentes cosas.
La última vez que hable con mi padre fue porque tuve detención, no paraba de gritarme que debía dar una buena impresión como su hijo, que era una decepción y que ojalá hubiera muerto en lugar de mi madre, ¡Ja! ¡Qué irónico!, yo deseaba lo mismo, que él hubiera muerto en lugar de mamá, tal vez no debí decir eso y ahora no tendría un moretón en la mejilla izquierda. Sinceramente me arrepentí después decir aquello, no por decirlo, mas bien por desearlo, me sentí como una mala persona al desear que mi padre estuviera muerto, no importa que clase de persona sea, no debería desear esas cosas. En cuánto al golpe, fácilmente podría haberle devuelto el golpe pero no necesitaba hacer el problema más grande, así que sólo me encerré en mi habitación.
Sin embargo, lo peor era que ninguno de los dos mentía, no nos soportábamos y daríamos lo que fuera porque mamá continuara a nuestro lado, habríamos hecho cualquier cosa para regresarla a la vida.
Pero solo debía soportar un poco más, no pensaba vivir la vida que mi padre tenía planeada para mí, tan pronto como termine el bachillerato tendré que hacer las cosas por cuenta propia, aún no sé cómo lo haré, tengo un pequeño ahorro que mamá me dejó, no es mucho por eso que no puedo gastarlo en cosas innecesarias, pero creo que será suficiente para mantenerme durante algún tiempo, después tendré que buscar como sustentarme.

Una vez que siento que he despejado mi mente y mi humor ha mejorado, comienzo a guardar los balones y todo lo que usamos para entrenar. La puerta del gimnasio estaba abierta así que me es posible observar cuando Rebeca atraviesa el pasillo, supongo que debe ir a su casa. Esta es mi oportunidad, puedo simplemente fingir que es una casualidad encontrarnos por la calle y así empezar una conversación.
Comienzo a guarda todo tan rápido como puedo para poder alcanzarla. Como dije no soy bueno ligando, así que no sé cómo se supone que debo acercarme a ella, pero esta puede ser una buena oportunidad, sólo trataré de fingir que fue una casualidad y dejar que las cosas fluyan.
Una vez que termino de guardar el equipo, cierro el almacén, soy la única persona que aún está en la escuela, hace ya unos 30 minutos que el entrenador se fue y me dejo aquí solo. Camino apresurado por las calles poco transitadas, no es que sepa donde vive Rebeca pero la he visto caminar por estas calles, aunque es casi imposible que la encuentre, tarde más de lo que pensé en guardar las cosas, supongo que tendré que resignarme a que perdí la oportunidad, de verdad quería hablar con ella, quiero decir, soy demasiado malo en esto de intentar conquistar a alguien, no sé ni por dónde empezar, ni siquiera sé cómo hablarle, incluso si hubiera tenido la oportunidad no sabría que hacer, probablemente quedaría en ridículo.
Rebeca es increíble, pero se siente como si no tuviera oportunidad con ella, como si no pudiera funcionar, sé que no soy el mejor prospecto, ¡pero vamos! Tampoco soy el peor, pero se siente como si así fuera, y simplemente no puedo evitar que me guste, pero algo me dice que no se fijará en mí y no estoy bien con eso, quiero tener el privilegio de poder escucharla tocar con más frecuencia, quiero que se enamore de mí, quiero conocerla mejor, quiero poder apreciar su belleza, no solo en la distancia, y por más cursi que suene, es lo que deseo, deseo salir con ella.
A veces creo que mi obsesión con Rebeca está yendo demasiado lejos, pero es solo que ha despertado nuevas sensaciones en mí, no creo que esto sea amor, aunque tampoco soy un experto en el tema, jamás me he enamorado, sabría con exactiud que se siente, pero sé que Rebeca me hace sentir bien, el solo hecho de observarla hace mi día feliz, al igual que el no verla me pone mal. Es como cuando mamá estaba viva, me hacía sentir feliz, así es Rebeca, me hace querer ser mejor, me hace sentir mejor con solo su presencia. ¿Es esto normal? No lo sé, ambas me han mostrado partes de la vida que no tenía idea de que existían y ambas lo han transmitido a través de la música. ¿Qué debería hacer?

Camino sin dirección alguna, sólo dejo que mis pies me guien por las calles sin saber a donde voy a llegar. Todo parece tranquilo a excepción de mis pensamientos, no hay muchas personas en la calle, el viento sopla, el sol está por ocultarse y yo camino sin rumbo fijo, conozco la calle, he pasado por aquí antes, siempre ha sido asi de pacífica. En mi trayecto diviso a un grupo de chicos, creo que son mis compañeros, no logró distinguirlos, pero lo que sí es seguro es que están molestando a una chica, generalmente no haría nada en este tipo de situación, no soy el más indicado para intervenir, sin embargo, Rebeca es la persona a la que están molestado, no puedo simplemente ignorarlo, tengo que hacer algo, no sé que haré una vez que este frente a ellos, pero algo tengo que hacer y tal vez, esta sea mi oportunidad para acercarme a ella, es una situación perfecta, la conversación fluira bien después de que ella me agradezca.