Rumor ➯「KookJin」

〔33〕

Jungkook estaba tranquilo. 

Claro que sí. 

Se había despertado temprano, había trotado unas cuantas vueltas para despejar su mente y había comido todo lo que Seokjin había preparado para él en el desayuno, tratando de mantener su mente lo más tranquila posible. 

Había manejado todo el camino hasta el hospital, y había caminado junto al omega hasta el consultorio, con sus manos entrelazadas con las del mayor. El médico los había recibido con una sonrisa leve, había revisado a Seokjin, le había recetado otro medicamento para los vómitos y había respondido todas sus dudas con el mejor de los ánimos. 

Había estado bien, hasta que Seokjin se sentó en la camilla para que le realizarán el eco, que fue cuando la respiración empezó a faltarle y su calma se fue al caño. 

—¿No hay una silla cerca? Está nervioso—El médico observó a Jungkook sonreír, tan pálido como una hoja de papel y luciendo tan cerca del desmayo, que era gracioso. 

—Trae una de las que están frente al escritorio. —El alfa hizo caso, sintiendo sus piernas como gelatina—. Tranquilo, este será el primero de muchos. ¿Están listos? 

Seokjin tomó su mano y la apretó, viendo sus ojos pegados a la pantalla, el médico comenzó a pasar aquel aparato por el plano vientre de su pareja, la imagen comenzando a cambiar en sus tonalidades blancas y negras. 

>>Está aquí—El médico señaló un punto en la pantalla, logrando que Jungkook frunciera el ceño, no estaba viendo nada. 

¿Ese era su cachorro? 

¡Pero sí era chiquitito como un frijol!

Al verlo entrecerrar sus ojos, Seokjin soltó una risita y le pasó una mano por el cabello. 

—Aún es muy pequeño para ver sus rasgos, conejito—Bajó su mano para acariciarle la mejilla—, solo tiene un mes. 

—Pero está ahí, imprimiré una foto para que la tengas, en la próxima que tengamos podrás verlo un poco mejor—Le aseguró el médico, tocando algunos botones de la complicada máquina y reproduciendo un sonido que hizo que Jungkook jadeara. 

—¿E-Es su corazón? ¿P-Por qué suena tan rápido? ¿E-Está bien? —Cuestionó preocupado, el médico asintió levemente y bajó su mirada hasta Seokjin, que sólo apretaba la mano de su alfa dando leves caricias en sus dedos con su pulgar. 

—Todo está bien, conejito. 

—¿Algún otros síntomas estos días, señor Kim? —Seokjin negó levemente, mientras él apagaba la máquina y Jungkook lo ayudaba a limpiarse y vestirse—. Bien, entonces dejaremos nuestra próxima consulta para mediados de enero, ¿Les parece? 

—Claro, gracias por todo, doctor. 

—¿Qué tal estuvo? —Le preguntó a Jungkook, que aún parecía estar un poco pálido—. No se desmayó. 

—Estoy bien, un poco mareado por las emociones, pero bien—Le dijo Jungkook, apretando la mano de su pareja, que soltó una risita y le besó las mejillas, mientras el alfa recibía la impresión de la ecografía—. Gracias. 

—Ya saben, en enero—Ambos se despidieron y salieron del consultorio, dirigiéndose al estacionamiento para subir al auto de Jungkook, que no dejaba de observar la pequeña foto que el médico le había entregado. 

—Hagamos una parada en un lado—Le dijo al insertar las llaves en el tablero, el omega se encogió de hombros y le dejó manejar hasta una tienda de regalos, donde el alfa entró apurado.