Rumor ➯「KookJin」

〔37〕

—¿Hyunggie? La comida se va a enfriar—Le llamó al asomarse en la habitación de ambos, Seokjin estaba viéndose en el espejo con una expresión seria—. ¿Hyunggie...? 

Se acercó a él preocupado, pensando que algo malo estaba ocurriendo. A Seokjin le había tomado más tiempo recuperarse luego de haber despertado de aquél coma, de eso ya habían pasado dos mese y hasta ese momento parecía estar en perfecto estado, ¿Quizás había comenzado a sentirse mal o algo? 

>>¿Amor? —Aquello pareció sacar al omega de su ensimismamiento, girando a verlo con los labios levemente abultados—. ¿Te sientes mal? 

—Nope, solo... mira esto—El omega se alzó la camisa al mismo tiempo que bajaba su ropa interior, mostrando el pequeño bulto que podía notarse en su abdomen y con una sonrisa exclamó—. ¡Se ve, Kookoo! 

—¡Aigoo! —Exclamó, llevando sus manos al pequeño vientre de su pareja—. Nuestro Geummie... 

—Pensé que era mi imaginación, pero está creciendo—Río, llevando sus manos a los hombros de su pareja, que tenía los ojos empañados—. ¿... Conejito? 

—No es nada—Le dijo este, besando sus labios y atrayéndolo a su pecho para poder abrazarlo, Seokjin correspondió, sobando la espalda del alfa—, solo estoy muy feliz. 

—Yo también lo estoy—Le aseguró mientras ambos caminaban hasta el comedor, donde Yonghwa había hecho un desastre en su pequeño plato—. Hwahwa... 

—Appa in, mira... —Le llamó al alzar sus manos, que estaban llenas de pure y de vegetales, haciendo reír al omega. 

—Perdón por dejarte solo, patito. 

—No pensé que haría tanto caos—Se disculpó Jungkook, el omega negó al limpiar el plato, mientras el alfa le servía más y le veía tomar el cubierto para darle de comer al pequeño—. Por eso lo dejé solo... 

—Tampoco hizo tanto desastre, es un bebé—Le dijo al llevar una cucharada de puré a la boca del bebé, que arrugó el rostro—. ¿Oh? ¿No quieres más? 

—¡No! 

—... Eso puede haber sido mi culpa—el alfa se rascó la nuca y soltó una risita, mientras el omega el ceño—. Pude o no haberle dado dos paquetitos de galleta en lugar de uno hace un rato. 

—¡Conejito! —Lo regaño, viéndolo hacer un puchero—, sabes que si le das dulces antes de la comida no querrá cenar. 

—Es que me dijiste que no había merendado—Se excusó, girándose para poder abrazar el torso del omega—, y él vino y me pidió una galleta, ¡Sabes que no puedo decirle que no! 

—Pero se la hubieses dado después de comer, Koo. 

—Lo siento, no lo haré más—Besó su marca y lo vio relajarse, mientras tomaba una servilleta para limpiar al pequeño—. De todas formas, ¿Cómo estuvo el trabajo? ¿Qué es lo que haces? 

—No es algo demasiado complicado, sólo leo algunos informes y los interpreto de manera gráfica, parece que en Estados Unidos no tienen demasiado tiempo para hacer eso. —El omega se encogió de hombros y tomó el rollo de bimbap para morderlo—. Aunque, el señor Smith me dijo algo y quería preguntarte al respecto. 

—¿Qué te dijo? 

—Que su hijo vendría para trabajar como interno en la empresa. 

—Ahh, tiene sentido. Enviaron a la bruja a Japón—El menor hizo una mueca de desagrado—, cosa que agradezco, respirar el mismo aire que ella me estaba acortando los años de vida que me faltan.