Flash back
Recuerdo el día en el que ocurrió todo, el día en el que la oscuridad llego a mí y consumió todo rastro de luz, el día en el que la felicidad se convirtió en amargura, el día en el que mi vida…termino.
Habían pasado 2 semanas desde el día de mi cumpleaños, ese día les presente a mi novio Frederick, es un chico tan apuesto y lindo, les cayó muy bien a mis padres y a mi hermana no se quedó mucho tiempo a conversar con él ya que se iba a ir con su amiga antisocial a no sé dónde, ese día fue estupendo.
El plan para hoy es ir a una fiesta, mi novio vendrá por mí a las 6:00 p.m. y como siempre llego puntual, estaba más guapo de lo normal, pantalón negro de mezclilla, y una camisa negra en “v” ceñida a su cuerpo perfectamente trabajado, su cabello despeinado como siempre, este hombre era un sueño.
-hola, te ves muy guapo hoy- me abrazo y me dio un corto beso en los labios.
-tú te ves preciosa como siempre nena-sonrió de medio lado – ¿nos vamos?
-claro-sonreí y nos dirigimos a su auto.
El caballerosamente me abrió la puerta para que entrara, estaba muy entusiasmada, no solo por la fiesta, sino porque él estaba a mi lado, no dejaba de sonreír como tonta, el me hacía feliz.
De pronto me di cuenta de que no nos dirigíamos a la fiesta, tal vez él tenía una sorpresa preparada para mí, obviamente no podía quedarme con la duda, así que le pregunte.
-oye amor, este no es el camino a la fiesta, ¿A dónde vamos?
-te tengo una sorpresa querida, no comas ansias-
Sonrió, pero algo en ella me puso de nervios, pero lo deje pasar, lego de un viaje de cerca de 20 minutos, nos detuvimos en una casa, era bastante grande, con un patio inmenso, había una reja que lo bordeaba y marcaba el perímetro de los terrenos de la casa.
Era muy bella, aunque por fuera parecía abandonada, por dentro, estaba muy bien arreglada, candelabros colgaban de los techos, cuadros adornaban las paredes, todo muy bello.
-ven aquí nena, comeremos antes de todo-
Lo único que hice fue asentir con la cabeza y lo seguí al salón comedor, era enorme, allí podrían caber unas 20 personas, en el centro de la mesa había un candelero con velas encendidas, la habitación estaba a media luz, un banquete aguardaba, los más finos vinos, las más exóticas frutas.
-Acércate muñeca, comamos, te serviré vino está bien-
-¿Qué celebramos?, ¿Quién vive aquí?-
-celebramos nuestro amor y la casa es de unos amigos, ahora calla y come-
Me senté y puse en mi plato un poco lasaña, estaba deliciosa, probé las frutas y el vino, exquisito, mis papilas gustativas llegaron al cielo y están danzando.
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LUNA DE SANGRE
RandomLucia Monroe era una chica de 19 años como cualquier otra, con una vida normal, bueno lo mas normal que se puede ser si aun no superas la muerte de tu gemela. Ella se ve obligada por su madre Katherine, a ir a un viaje inofensivo a visitar a su tia...