Estoy un poco mareada por el golpe recibido, creo que me saldrá un chichón en la cabeza, aunque por otro lado el muchacho lindo me acompaño al hotel, es un muchacho muy agradable, además de atractivo, me ayudo a caminar ya que debido al balonazo perdí un poco el equilibrio.
Llegamos a la entrada del hotel y era momento de despedirme, lastima no lo veré otra vez, pero qué más da, aunque intentara algo no se fijaría en mí ya que no soy nada interesante y no soy tan atractiva, no encajo con el estereotipo de la chica sensual que debería estar al lado de un chico tal guapo.
-bueno gracias por acompañarme, no era necesario
-no te preocupes, después del balonazo que te propinamos era lo menos que podía hacer.
Sonrió sin mostrar los dientes, pero se veía aún más atractivo, “creí que aun llorabas por Freddy”, mi molesta subconsciente apareciendo cuando menos la necesito, la ignore y seguí despidiéndome de Ezequiel.
-en verdad no era necesario, el golpe no fue tan severo.
-perdiste el equilibrio, aun pienso que deberías ver a un doctor.
-no es necesario, estaré bien, bueno gracias otra vez tengo que irme.
Me gire para poder entrar al hotel pero él me tomo de la muñeca, por un instante un escalofrió me recorrió la espina dorsal.
-espera, crees que podamos vernos después, no se tal vez ir a tomar un café, o a dar una vuelta, si tú quieres, claro
- si está bien, seria agradable
-genial, ¿te parece mañana a las 2:00p.m?
-sí, genial
Luego de intercambiar números telefónicos, nos despedimos y él se marchó en dirección al parque, por mi parte, estaba con una sonrisa estúpida de colegiala, subí por el ascensor hasta mi piso y entre a la habitación, me tire en la cama, me coloque los audífonos y me dispuse a escuchar un poco de música mientras acomodaba mi lado de la habitación.
Recuerdos de Frederick invadían mi mente, pero decidí no hacerle caso, si no tuvo el valor de luchar por mí no tiene derecho a irrumpir en mis pensamientos cuando se le pegue la gana.
Me desperté como a las 8:00 a.m. me di una ducha y llame a servicio al cuarto para que nos trajeran el almuerzo.
-Eli, Eli… despierta,
-déjame en paz, -dijo adormilada, aventó una almohada a mi cara- quiero dormir
-vamos ya pedí el almuerzo y... Y tengo algo que… contarte
Como era de esperarse, se levantó, aun con el dolor de cabeza que por su aspecto sé que tiene, esa fiesta debió ser todo un desastre, aún tiene el maquillaje de ayer, se ve realmente mal.
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LUNA DE SANGRE
RandomLucia Monroe era una chica de 19 años como cualquier otra, con una vida normal, bueno lo mas normal que se puede ser si aun no superas la muerte de tu gemela. Ella se ve obligada por su madre Katherine, a ir a un viaje inofensivo a visitar a su tia...