El Sonido De Tu Voz [Kuroken]

capitulo 15

Y si, tal vez no había nada de lo que tenían antes, tal vez si habían quedado algunos rastos de sus sentimientos, tal vez si no quedaba nada más de eso entre ellos. ¿Entonces porque?¿Por que su respiración estaba tan cerca? ¿Por que sus labios se acercaban cada vez más hacía los suyos hasta tocarlos?

Apenas tocó sus labios simplemente aprobechó a profundizar el beso en un instante, deslizando su mano por su espalda atrayendo su cuerpo para pegarlo al suyo mientras su otra mano se deslizaba por su cadera y su muslo. Los brazos de Kenma rodearon el cuello del más alto, sin ganas de despegarse uno del otro, un beso con tanta hambre de tanto tiempo pasado, un beso salvaje que transmitía que ambos habían extrañado tanto esos besos, un beso que ambos tanto habían deseado.

Con un poco de cordura Kenma alejó al pelinegro a tal punto de ver sus labios.

—T-tu tienes novia...—Sus manos se encontraban en los costados de su pecho impidiendole que se siga acercando.

—Ya lo sabe.—No entendió muy bien lo dicho pero lo terminó ignorando y las inutiles manos de Kozume se debilitaron y le dieron paso denuevo a Kuroo a tomar mando en aquellos dulces y suaves labios. Metiendo su lengua y jugueteando con la del contrario, pasando provocativamente sus manos por el cuerpo delgado del sordo.

Siguieron unos minutos más hasta que lograron calmarse, Tetsuro finalizó besando los costados de sus labios, mirandolo un poco agitado, agradecía a dios que nadie había entrado al baño y ubiera visto aquella situación.

El castaño apoyó su frente en su hombro confundido por la situación apenas vivída. Ninguno de los dos quería decir nada, pero Kenma aún así se alejo para poder verle con ganas de que dijera algo, pero el que terminó diciendo fue el.

—Esta mal, esto... esta mal...—Apretó sus labios y Kuroo sonrió tiernamente.

—No... pero aún así, se sintió bien ¿No es así?—Tomó su barbilla y plantó un pequeño beso en sus labios.—Tranquilo, le dire.—

—Pero ya no más.—Se bajó del lavado escapando rapidamente del contrario, pero al abrir la puerta se encontró con un peligris bastante alto.

—Kenma, no sabía que habías venido.—Este se puso nervioso sin poder responder y salió corriendo sin decir nada. Lev miró a Kuroo con el ceño fruncido, ambos sabían que había ocurrido algo, pero ninguno pensaba tocar el tema, de todas formas, no le incumbía, pero a su hermana si.—Alisa esta vomitando en un balde llorando, por si quieres ir a darle consuelo.—

—Si ya voy.—Paso por al costado suyo casi golpeandole, y Haiba no pensaba quedarse callado para nada.

Se encontraba hecho un bollo en su habitación, había dormido solo cuatro horas desde que llego a casa, y ese imbecil ni siquiera le siguió ni nada, había vomitado todo lo que bebió y terminó bañandose al llegar.

¿Que debía pensar? Ese beso no fue normal, solo quería una señal, de que ya no más, para poder soltarse, para poder acabar con todo, para darle otro cierre profundo a sus sentimientos. Pero no, Kuroo la tenía que cagar.

¿Y este donde estaba? Pues había terminado en la habitación de la peligris, despues de que estuviese llorando toda la noche sin querer decirle a nadie porque era un secreto según ella. La abrazaba con total cariño, despues de todo la quería.

—Ay que dolor...—Decía despertandose, el contrario ya se encontraba despierto mirando el techo pensando miles de cosas.—¿No tuvimos sexo no?—

—No, estuviste llorando toda la noche quien sabe porque.— La chica se sentó en la cama bajando la mirada recordando porque lloraba avergonzada.

—Idioteses.—Suspiro recostandose denuevo mientras veía al pelinegro en totalmente silencio, acercó su mano hasta la mejilla del contrario acariciandola ligeramente y Kuroo por fin le miró repitiendo el acto con la muchacha.—Adelante dilo.—Se notaba en su mirada y sus labios que quería decirle algo pero se guardaba obviamente por ella.

—Te engañe lo siento.—Alisa sonrió y apartó su mano dejando de mirarle y prosiguiendo a mirar el techo.

—Ere obvio que iba a pasar, pero eso no significa que estes rompiendo conmigo ¿no? Despues de todo es lo que siempre tuvimos y acordamos tener.—Tetsuro le miró algo dudoso, sabiendo que todo era incorrecto y a la vez no era lo que exactamente sentía.—Tu me quieres mucho... Pero no me amas... ¿Me quieres demasiado como para quedarte conmigo?—Se colocó ensima de el esperando alguna respuesta.

Pero despues de todo tambien esas miradas entre ellos dos eran muy especiales como para desperdiciarlas a su igual.