El Sonido De Tu Voz [Kuroken]

capitulo 4

Tocarón su hombro asustandolo un poco, se encontraba sentado en las escaleras hace rato, y almenos había logrado calmarse un poco y dejar de llorar.

—¿Te salteaste clases en tu primer día? Le caeras mal a las profesoras.—Un peligris se había acercado a hablarle sin ningun problema. Y sonrió al saber que no era alguien que le complicara las cosas en su cabeza.

—No tenía muchas ganas.—Bajo la mirada y continuó moviendo sus manos.—Se me complica leerle los labios a las profesoras, utilizan muchas palabras que no entiendo y hablan muy rapido, tampoco es como si entendiera mucho asistiendo.—Lev asintió un poco apenado por el chico.

—¿Desde hace cuanto que... eres sordo?—Se atrevió a preguntar con miedo a incomodarle, no parecía ser alguien sordo de nacimiento por experiencia.

—Dos años y medio Masomenos, aún me cuesta comunicarme un poco con el lenguaje.—

—¿Entonces por que no hablas?¿Eres mudo?—Kenma negó bajando la mirada, dandole a entender que no respondería la otra pregunta.—Si eres de ultimo año las clases terminaron, el primer día es solamente para presentarnos y acomodarnos, la proxima semana se comenzaran a extender los horarios.—

—Gracias.—El más alto le sonrió y se retiró tranquilamente dejandole solo, solo le quedaba recoger sus cosas y marcharse de aquel sitio, y era cierto, ya casi no quedaba ningun alumno en la escuela. Tal vez el silencio de todo lo que le rodeaba hacía que el tiempo se pasara volando.

Abrió la puerta de su salón y allí estaban sus cosas, todo el aula vacia excepto por un pelinegro que se encontraba mirando por la ventana y apenas había ingresado al aula le miro. Apretó sus labios y a paso tembloroso se acercó hacía su pupitre mientras guardaba sus cosas nervioso. El contrario se encontraba apenas sentado en el pupitre trasero al suyo, y no tenía ni idea si le estaba hablando o no, se sentía tan feliz de verlo denuevo, pero sentía tanto miedo.

Sintió como le empujaba despacio y por fin miró sus labios aver que decía.

—Te estoy hablando, deja de ignorarme.—Por su expresión y forma de mover de sus labios pudo notar que lo decía enojado. Con toda la tranquilidad que podía tomó otro pedazo de papel de su carpeta y volvió a escribir en el.

No te estoy ignorando, no puedo escucharte.

—¿Eh? ¿Que se supone que significa esto? ¿Crees que soy idiota?—Kenma negó sin dejar de mirarle, aunque su rostro parecíera lo más tranquilo y cereno, en cualquier momento podía estallar del llanto.—¿No escuchas?¿Es una metafora o algo así? Si me estas escuchando.—Volvió a tomar el papel comenzando a escribir denuevo, se detuvó unos segundos al finalizar la escritura, pero terminó mostrandoselo a instantes de volver a salir corriendo.

Solo puedo leer tus labios, ya no puedo escuchar tu voz, lo siento Kuroo. Soy sordo.

Tal vez fue la manera más patetica de reverlarselo, pero eso no le impidió al pelinegro salir corriendo tras el.

[...]

Ambos respiraban con dificultad, Kenma había corrido como si su vida dependiera de ello y Kuroo casi rompe el record de un atleta con tal de solo alcanzarlo victoriosamente, le tomaba fuerte de ambos brazos mientras Kenma solo apretaba una libreta en sus manos que había logrado sacar en el momento. El pelinegro apoyaba su frente en la del más bajo con total confianza, mientras Kenma en cualquier momento se largaría a llorar.

Una vez recuperó el aliento le tomó de la barbilla haciendo que le mirase fijamente por si decía algo.—¿Sordo?—Dijo dolido y al igual que el contrario asintió con el mismo dolor.—Dime que es una broma, y que es la excusa más patetica que encontraste.—Negó lentamente, y Kuroo por fin le soltó dandole espacio personal a su ex novio.—E-esta... ¿Esta fue la razón por la que te fuiste?—No asintió, ni nego, solamente bajo su mirada dandole una respuesta obvia.

Un silencio incomodo se formo en ese momento, aunque Kenma lo unico que escuchase fuera silencio, sabía que la sensación de la situación de había tensado.

—¿Porque...—Le tocó el hombro haciendo que le mirase, casi olvidando que si no le miraba era como hablarle a una pared.—¿Porque ni siquiera me lo contaste? ¿Nunca pensaste en que podríamos superarlo juntos? ¿Nisiquiera pensaste en como me sentiría? ¿Por que te alejaste asi sin más? ¿Por que Kenma?¿Porque?—El castaño con puntas rubias apretó su cuaderno y lo abrió comenzando a escribir.

Por que sabía que me mirarías de la misma forma que lo estas haciendo ahora.

Kuroo le miró con unas pequeñas lagrimas en sus ojos las cual el más bajo tambien las tenía, ¿A que se refería? ¿Como le estaba mirando? ¿Le estaba mirando mal? ¿Le estaba hiriendo? De todas formas le vio como se despedía simplemente alzando la mano y marchandose a paso lento.

Despues de todo, el que había sufrido más alfinal no era el, si no la persona misma que le había provocado su propio dolor. Al fin y al cabo solamente sintió como quería proteger aquella figura que había enterrado a lo fondo de su corazón.

Despues de todo, el era Kenma.