capitulo 16

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Llevaban teniendo almenos tres citas desde que mostraron un poquito de interes entre ellos, y eso que se habían conocido hace aproximadamente seis meses desde que Kuroo se había cambiado de escuela. Ella era tan bonita, amigable, divertida, era todo lo que alguien pudiera desear.

Ambos reían divertidamente con dos helados en sus manos y mientras se miraban con un sentimiento distinto al de los demas, ellos habian conectado muy bien en pocos instantes, sus risas se detuvieron y sus ojos se quedaron ligeramente conectados con un silencio que tentaba a los dos. La peligris se acercó un poco hacía sus labios pero Kuroo la detuvó colocando dos dedos en sus labios.

Lo siento, me gustas y eso pero hay alguien que amo y no quiero herirte.—La chica asintió sin problema.

Es una lastima... Yo si quería estar contigo.—Amaba tanto la sinceridad de Kuroo la hacía sentir en confianza como si no le fuera a mentir nunca, se sentía totalmente segura a su lado.—¿Y ella?¿Porque no estas con ella?—Se atrevió a preguntar mientras terminaba su propio helado.

Huyó hace seis meses, desapareció sin decirme nada y se fue a otro país o que se yo, me abandonó y aún así le quiero, pero solo debo aceptar que se fue, pero nunca sabre si podre dejar de amarle, era muy especial.—Ambos se quedaron en silencio y Alisa se encontraba pensativa preparada para decir algo.

¿Y Tu quieres estar conmigo?—Kuroo asintió y lo que no quería era lastimarla.—Entonces intentemoslo, hagamos que me ames a mi, dejame reparar tu corazón roto.—Tomó su mano sonriendole.

Esta bien, mientras tu estes feliz.—

Y si en algún momento llega a aparecer... Y tu no puedes desaserte de esos sentimientos,lo yo aceptare completamente, solamente no me dejes de un segundo para el otro por esa persona.—Kuroo tardó un poco en aceptar y porfin sus labios conectaron por primera vez. Un alma sincera en busca de reparar lo roto y otra alma tranquila en busca de encontrar el amor.

Y así fue como sucedió, ambos tenían un tipo de relación especial, en el cual no tenían secretos y se usaban para divertirse, aunque eso implicase que en el corazón de Kuroo no fuese la primera persona en su mente a la hora de describir el amor. Y no tuvieron problema con ello por mucho tiempo, hasta juraría que en demasiados momentos le hizo olvidar la existencia de que amaba a otra persona y por instantes la amaba a ella. Logró mucho para esos sentimientos tan grandes.

No se si pueda parar con Kenma.—Fue lo unico que dijo en aquella habitación en la mañana mientras esperaba una respuesta, pero alfin y al cabo no la obtuvó, no sabía si se quedaría aún asi despues de todo con ella o si se marcharía con aquel chico, pero simplemente se lo tomó como un se acabo todo, pero posiblemente pudiera volver al lado de ella denuevo. Y fueron las unicas palabras pronunciadas antes de que se retirara, posiblemente a verlo a el.

Quedandose sola observando por la gran ventana de su habitación los arboles de su jardin moverse, dolía algo, pero a la vez se sentía un poco aliviada de saber lo que ocurría si aquella persona en el corazón de Kuroo volvería. Siempre había vivido con la duda y un poquito de miedo, y hasta cuando apareció se trato de engañar a si misma con que por su debida situación Kuroo se acercaba por lastima y por una simple amistad, tan tonta era.

Tocaron ligeramente la puerta de madera de su habitación, y ella pegó un pequeño grito indicandole que pase, y era quien exactamente esperaba, su hermano quien le había apoyado y cuidado toda su vida.

¿Resaca?—Preguntó riendo sentandose a su lado y mirandole con algo de tristeza y miedo.

Si... un dolor de cabeza, igual mirate a ti, parece que te come la culpa o algo por el estilo. Anda tiralo, ¿Que tienes?—No dejó de sonreir en ningun momento aunque Lev hubiera deshecho su sonrisa mirando al suelo sin saber como decir lo descubierto.—Deja de dar más vueltas que una calesita y no me dejes con el suspenso jirafa de 7 metros.—

Yo creo, o aseguró, que Kuroo te engaño con Kenma anoche.—Lev ya le había dicho varias veces que el comportamiento del pelinegro con el sordo era algo sospechoso y le había advertido pero ella solamente le ignoro diciendole que se busque una vida.

Lo se, y no me engaño.—Haiba miro confundido.—¿Sigues sin entender Lev? Quien esta demas aquí, soy yo, no el.—

El Sonido De Tu Voz [Kuroken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora