Hoy era Acción de Gracias, una de las festividades favoritas de mi madre y, por primera vez en mucho tiempo, no la celebraríamos nosotras solas.
La verdad es que no me gustan mucho las celebraciones familiares, bueno, en realidad no me gusta ningún tipo de celebración.
Al entrar a la cocina, vi algo nuevo y raro o, mejor dicho, a alguien.
—¿Y tú quién eres? ¿Cómo entraste aquí? ––pregunté a un niño pequeño que estaba sentado en medio del suelo de la cocina jugando con un auto rojo.
Otra cosa que no me gustaban eran los niños.
Él se puso en pie al verme y luego se acercó.
—Soy el nieto de Sue ––respondió.
—¿Sue tiene un nieto? ––pensé en voz alta.
—Sí, soy yo. Me llamo Elliot ––se presentó, extendiéndome la mano para que lo saludara.
—Mucho gusto, Elliot. ––Estreché su pequeña mano—. Yo soy…
—¡Sé quién eres! ––me interrumpió.
—Ah, ¿sí?
—Eres la muchacha linda que está con la abuela.
¿Eh?
—Oh ––fue lo único que logré a articular.
—La que abuela Sue quiere mucho y de la que no le gusta hablar ––agregó.
¿De qué hablaba?
—¡Elliot, al fin te encuentro! ––emitió Sue al entrar en la cocina.
—Estaba aquí, abuela Sue ––explicó el niño.
—Sí, ya lo veo.
—Mira, abuela. Es la que vi ––comentó, señalándome.
—¿Soy yo o tu nieto es un poquito incoherente? ––pregunté a modo de broma, pero con cierto ápice de seriedad.
—Estás confundido, mi niño. Ella es Mia ––aclaró Sue.
—Pero ella… ––protestó el niño.
—Es Mia ––zanjó Sue.
—¡¡Elliot!!
Esa voz...
—¡¡Aiden!!
Aiden tomó al niño por la cintura y lo hizo girar en el aire.
La escena era completamente adorable.
—¡Cuánto tiempo! ––exclamó Aiden al bajarlo, agachándose para estar a su altura—. Tu abuela no te trae nunca ––reclamó.
—Estaba quedándome con tía Liz, pero tuvo que viajar y me dejó con la abuela ––explicó Elliot.
El niño se expresaba bastante bien para la edad que tenía.
Me pregunto por qué se quedará con su tía.
—Bueno, lo importante es que viniste. Y hoy iremos al parque.
—¡Sí! ––exclamó el niño, emocionado—. ¿Ella vendrá con nosotros? —preguntó con curiosidad, señalándome.
Aiden me miró sin saber qué responder.
—Pues claro que iré con ustedes y haremos un picnic ––accedí para que no se entristeciera.
—¿Podemos, abuela?
—Lo último que haces es pedirme permiso ––se quejó Sue.
—¿Podemos ir? ––Esa carita…
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Todo lo que siento
Teen FictionPerseguida por los fantasmas de su pasado, Mia West perdió la motivación para vivir, volviéndose temerosa y solitaria. Por azares del destino conoce a un chico que revivirá todos los sentimientos que ella creía enterrados. Aiden Thunder vive en un...